Muchos de sesenta y una de catorce
Ciudadanos disputa al PP el electorado más tradicional mientras que empieza el cortejo de los pactos para sumar los catorce concejales que dan la mayoría absoluta
QUICO CHIRINO
Granada
Jueves, 16 de mayo 2019, 01:13
El último día de la campaña de 2015, el 22 de mayo, Luis Salvador recorrió 27 plazas de la ciudad. Lo llamó el 'maratón naranja'. ... Empezó a las nueve de la mañana en el mirador de San Nicolás y pocos de los que se cruzó por alguna calle escaparon sin una de sus tarjetas. Las expectativas de Ciudadanos en su debut electoral, a 48 horas de la cita con las urnas, no tenían techo. En aquel momento, Luis Salvador no habría firmado por anticipado seis concejales. Y se quedó en cuatro. Por eso, la noche electoral en el Hotel Luna, el líder de Ciudadanos no tenía cara de demasiados amigos -es una metáfora, no un análisis morfopsicológico-, pese a que su formación había entrado a la primera en la plaza del Carmen con cuatro concejales, 15.465 votos y sería llave de gobierno.
El ambiente en esta campaña es igualmente optimista, aunque la diferencia es que hace menos de un mes la formación ya fue la tercera fuerza política en las generales y reunió 25.686 papeletas. Todas las piezas del castillo no se soportan sobre el aire.
El candidato naranja se basa en las percepciones: «A nosotros nos costaba penetrar, sobre todo, en el electorado mayor de 60 años, que sigue fiel al PP. Ahora me para por la calle». Parece un posado, pero nada más entrar Luis Salvador en el parque García Lorca se le acerca una vecina de esta edad y le saluda como si se tratara del futuro alcalde. Hablan del problema en un colegio público y se intercambian los móviles. A los pocos minutos es un señor jubilado el que se dirige en similares términos:
Cuenca tiende la mano a Ciudadanos pero la formación naranja tiene otras miras: sacar un voto más que el PP
-Hombre, mi amigo Nono -tarda Salvador unos segundos en identificarlo-. No te había conocido con la gorra. Esto no está hecho -le pide paciencia para contener la euforia.
A punto de llegar al ecuador de la campaña, tras una semana que no ha sido siquiera de tanteo, los partidos manejan sus datos y sus percepciones. Fuera del PSOE asumen que, probablemente, la de Paco Cuenca será la lista más votada. «Aprovechará la ola socialista, su inercia como alcalde y la fractura en la derecha», vaticina uno de los rivales.
Otra cosa es si esa mayoría resultará suficiente para gobernar. Porque los sondeos internos no apuntan, en el mejor de los casos, a nueve o diez concejales. También el PP tiene datos que dibujan ese escenario, aunque favorable a Sebastián Pérez. «La sensación es que la evolución es buena», dicen en el equipo de campaña popular a medida que pasan los días.
Si a todos les salieran las cuentas, no habría menos de 50 concejales y sólo se eligen 27. Juan García Montero dice tener un sondeo que le otorga dos. «A Vox le va a pasar factura el canibalismo interno propio en toda formación que empieza», valora uno de los candidatos el hecho de que el partido haya tenido tres presidentes en la provincia desde las pasadas municipales.
Un voto más
Lo que sí empieza a representarse tras el debate a cuatro en Canal Sur del pasado lunes es el cortejo de los futuros pactos. Y, a priori, hay más sumandos a la derecha que a la izquierda. Paco Cuenca tiene la mano tendida a Ciudadanos pero la formación naranja tiene otras miras: sacar, aunque sea, un voto más que el PP. Y que entre ambos sumen una de 14. No deja de ser una quiniela. Que como a Sebastián Pérez gusta decir, es más fácil rellenarla los lunes.
Cuando los lunes no había partidos de fútbol. Ahora hay muchos partidos.
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