Los nuevos viales de Chana, Ronda y Rosaleda, pendientes de un estudio

No obstante, a lo largo de los últimos meses, las tres administraciones implicadas debatieron sobre la posibilidad de aumentar los cruces para ofrecer más opciones a los vecinos del entorno. Los pliegos aprobados por el ministerio recogen nuevos viales en Chana, Ronda y Rosaleda, aunque quedan supeditados a un estudio de movilidad que aparece también en la documentación y a que los técnicos encuentren una solución técnica que permitan afrontar dificultades, como el entumbado del río Beiro o el talud que se prevé frente a la calle Jesse Owens para cubrir las vías.

Los dos primeros viales a estudiar son los que conectarán el intercambiador de bus previsto entre Andaluces y los Paseíllos con Severo Ochoa y Santiago Rusiñol. El encargo que recogen los pliegos es que se analicen si son posibles tanto de forma soterrada como en superficie, además de supeditar su desarrollo a que se confirme en el estudio de movilidad la amenaza de saturación que la entrada y salida de autobuses pueda suponer para Camino de Ronda.

Se trata de una demanda del Consistorio, que teme que la llegada al intercambiador previsto junto a la estación de las 18 líneas metropolitanas que ahora se distribuyen por el entorno sature una de las arterias más importantes de la ciudad.

También debe analizarse la posibilidad de desarrollar un nuevo vial entre la avenida de Pampaneira y la calle Trucha. Es otra de las demandas municipales, que no pierden de vista la explosión de residentes que vive la Rosaleda gracias al desarrollo de las nuevas promociones ubicadas en el entorno del parque de las Alquerías. La idea es que esta vía de continuidad a la avenida y permita cruzar a los vecinos de Chana y Rosaleda en este punto.

La operación, no obstante, no está exenta de dificultades. El posible cruce coincide con la ubicación en la que terminará la cobertura de las vías prevista en la propuesta original, un talud que se extenderá desde Camino de Ronda hasta aquí en paralelo a la calle Jesse Owens.

Además, en esta zona también se ubica el tubo subterráneo por el que corren las aguas del río Beiro, lo que limita las posibilidades en los niveles bajo tierra. También a esta parte debe derivar el posible vial de salida del intercambiador de buses que pretende el Consistorio para evitar la saturación de Camino de Ronda. Articular todo esto es el gran reto de los adjudicatarios.

El diseño de la parte más cercana de Chana a Camino de Ronda, en la trasera del antiguo concesionario de la BMW, es un fondo de saco que dificulta la movilidad de los residentes desde hace décadas. La pretensión ahora es aprovechar la integración para favorecer la conectividad hacia Camino de Ronda y Pajaritos.

Los pliegos abren la puerta a que se estudie la posibilidad de impulsar un vial que conecte la calle Barbo con Camino de Ronda. Esto, junto al posible cruce planteado en Pampaneira, multiplicaría las opciones para los residentes.

El último de los viales a estudiar se encuentra al fondo de la nueva zona de expansión Oeste, la que alberga la promoción Apache. Esta parte actualmente se configura como un fondo de saco al que solo se puede llegar desde la avenida de las Alpujarras tanto por la Chana como por la Circunvalación.

Los pliegos piden que se analice la posibilidad de crear una pasarela peatonal de 17 metros al otro lado de las vías, en el final de la carretera de Málaga, así como una conexión entre esta arteria y la calle Pintor Fernando Belda.