Las cinco grandes mejoras de la nueva estación de Andaluces

Aunque lo que se acaba de encargar es el proyecto básico para la mejora de las instalaciones, la documentación facilitada a las empresas interesadas en realizar el diseño permite ya imaginar cómo sera la nueva Andaluces. Aquí, en esta pieza, resumimos algunas de las novedades más importantes que harán de la terminal el principal nodo de comunicaciones de Granada a partir de la próxima década.

La principal mejora es la extensión de la superficie de la estación hasta los 5.000 metros cuadrados, prácticamente el doble que en la actualidad. La ampliación podría efectuarse mediante un agrandamiento de la actual terminal hacia el sur, tal y como aparece en los 'renders' mostrados por el ministro Óscar Puente en septiembre pasado, o mediante la construcción de un nuevo edificio en la zona.

Los pliegos, no obstante, revelan la voluntad del Gobierno de mantener el inmueble histórico, que se habilitará próximamente para diferenciar los flujos de salida y entrada de viajeros y reducir la sobrecarga del vestíbulo.

Los pliegos recogen también la posibilidad de retranquear o soterrar las vías del metro con vistas a facilitar una futura ampliación de la estación a la parcela colindante. Esto, no obstante, queda supeditada a las necesidades que perciba el adjudicatario y, en el caso de plantearse, tendrá como consecuencia la reducción del parque y los usos hoteleros y residenciales que se prevén en esos terrenos en la propuesta consensuada.

La ampliación permitirá vertebrar mejor los espacios de los que actualmente dispone la terminal, así como incorporar zonas de las que carece en estos momentos. La sala de embarque tendrá 400 metros cuadrados al menos y deberá permitir que se formen colas de 20-25 metros sin que suponga molestias para los usuarios que ocupen las zonas de espera.

El espacio de venta tendrá al menos 300 metros cuadrados y deberá facilitar superficie suficiente para que tres operadoras, como Renfe, Ouigo o Iryo, puedan funcionar a la vez. ADIF tendrá asignada una zona de al menos 100 metros cuadrados y las empresas ferroviarias de atención preferente otro área de 300 metros cuadrados.

A esto se sumarán los locales comerciales, para cuya implantación se ha encargado un estudio, así como otras dependencias ferrovarias de tipo técnico.

El lateral sur de la estación será donde más mejoras se concentren. Además de la expansión del edificio, que significará el traslado del acceso principal a una nueva plaza abierta a los Paseíllos Universitarios, también se prevé el cierre por este costado mediante la construcción de un intercambiador de autobuses. Tendrá 25 apeaderos en los que se dispondrán las 18 líneas metropolitanas que ahora mismo se distribuyen por el entorno de Andaluces.

La conexión con viales hacia Severo Ochoa y Rosaleda, una de las demandas del Ayuntamiento para evitar saturar Camino de Ronda, está pendiente del estudio de movilidad encargado por el ministerio. También debe analizarse la creación de dos pasarelas sobre la playa de vías para conectar las calles Faisán y Cisne con los Paseíllos Universitarios y el intercambiador.

La cara norte de la estación también se verá replanteada. Aunque la idea del Ministerio de Transportes es mantener el edificio histórico de Andaluces, los pliegos sí prevén la modificación de la zona que va más allá y que actualmente ocupan los taxis.

En este lugar está previsto crear una zona de 'kiss&train', es decir, un área para la descarga rápida de viajeros que vengan en vehículos particulares. Asimismo, se prevé ampliar el espacio para que los taxis esperen y se dotará de instalaciones para la llegada de bicicletas y patinetes.

No directamente en la estación, pero sí en su entorno más inmediato se prevén mejoras relacionadas con el uso de las instalaciones. Se trata de la zona que actualmente ocupa Camino de Ronda, un área que servirá como mirador a la Alhambra y Sierra Nevada, tal y como era el deseo de las autoridades granadinas.

En este espacio, los pliegos abren la puerta a aumentar la cobertura de las vías lo máximo posible y, además, estudiar posibles puertas laterales que den acceso al intercambiador de bus o a la propia estación. Al estudio de los adjudicatarios deja también la posibilidad de construir edificios complementarios con un posible uso de restauración.