La Junta estudia seis proyectos para acabar con los atascos en el área metropolitana de Granada
Técnicos de Fomento recorren distintos puntos negros de movilidad para abordar posibles soluciones
«Aunque lo parezca, este no es el tren turístico». Un autobús de la Junta de Andalucía salió el pasado viernes de la delegación ... de Fomento en Granada cargado con distintas personalidades y técnicos de la Junta de Andalucía para hacer su recorrido particular por el territorio nazarí. No hubo fotos con la Alhambra ni paseo por las tiendas de souvenirs. En su lugar hubo obras, tierra levantada, rotondas y mucha carretera. Un paisaje menos lucido pero igual de importante para los participantes de esta escapada por la Granada metropolitana.
Christian Muñoz, director gerente del Consorcio de Granada, retomó por una mañana el oficio familiar y se convirtió en el animador oficial de la carrera. «Cómo se nota que mi padre era guía turístico en la Alhambra», dijo antes de comentar los proyectos que conocerían durante la jornada con unos pasajeros aún somnolientos debido al madrugón, pues el autobús salía a primera hora de la mañana y muchos de ellos se habían desplazado de otras ciudades para poder participar en el viaje.
Pero era un día que no se querían perder, pues se ponían sobre la mesa los distintos proyectos en materia de movilidad que están intentando trazar para mejorar una de las problemáticas más intrínsecas de la provincia nazarí: la densa circulación y sus constantes atascos. Tal y como explicó durante la visita Marifrán Carazo, consejera de Fomento de la Junta, cuando llegó al puesto tuvo claro que la movilidad tenía que ser una piedra fundamental de su trayectoria y que quería dejar huella eliminando barreras y tendiendo puentes entre todas las formas de transporte para descongestionar el área metropolitana. «Entendí que era prioritario para Granada preparar un plan de movilidad en el que diseñáramos propuestas y medidas urgentes, a corto medio y largo plazo», indicó. Durante estos meses, han estado estudiando propuestas, revisando los proyectos ya hechos y observando la situación de la movilidad en Granada. Y ya han puesto sobre la mesa los que serán los primeros proyectos que esperan poder llevar a cabo. La mayoría aún están en fase de licitación o redacción del proyecto y todos necesitarán mínimo unos meses para ser una realidad, pero es el primer paso que querían dar para guiar el resto del sendero.
Tras la salida de la comitiva desde la delegación de Fomento, los ocupantes pudieron ver cómo se despertaban las calles que discurren por la zona norte de la capital hasta desembocar en uno de los principales escollos de la movilidad, la rotonda de La Zubia. Y ahí se produjo la primera parada. Paloma Ortega, jefa de servicio de infraestructura de Transporte, explicó la primera iniciativa en el mismo lugar en el que se iba a desarrollar, la glorieta que acoge a los entre 10.000 y 15.000 vehículos que pasan al día por la carretera de La Zubia, los más de 17.000 de la A4028 y los 70.000 de la A395, según los datos aportados. Una confluencia que deja «importantes» atascos y que convierten ese punto en un habitual en el mapa de las retenciones. Para acabar con esto, desde el Gobierno andaluz han preparado un proyecto que esperan poder licitar a lo largo de este año y, si todo va como debería, poner en marcha el próximo año, para modificar esta rotonda. A grandes rasgos, esta iniciativa plantea crear una plataforma reservada para Vehículos de Alta Ocupación (VAO) que permita que también discurra el transporte público, así como plantear la adecuación de un paso para el peatón en la zona. Además, los técnicos han observado que la entrada de la carretera de La Zubia hasta esta glorieta provoca un trenzado «tan pequeño que la incertidumbre es muy grande», por lo que se ha planteado que la confluencia no se produjera en la rotonda, sino unos metros antes, para que así los coches lleguen al cruce en un solo punto y con menor afluencia.
Una carretera alternativa
Mismo lugar pero plano diferente. Tras el momento de exposición de Paloma Ortega, llegó el de su compañero Javier Sierra, jefe del Servicio de Carreteras, encargado de mostrar el proyecto del distribuidor sur de Granada, con el que se pretende realizar una infraestructura paralela a la Ronda Sur que permita canalizar el tráfico del área metropolitana por su paso por municipios como Gójar, Cájar, Ogíjares, Monachil, La Zubia y Huétor Vega. Según los datos de Sierra, esto afecta a un total de 65.000 habitantes y 30.000 vehículos. Este proyecto se centraría en actualizar y utilizar los «distribuidores» que estaban previstos en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Granada –aprobado en 2000– y del que solo llegó a construirse el VAU-06 que enlaza la Zona Norte de Granada con la carretera de Alfacar. Actualizando esta vía se realizaría una infraestructura paralela a la Ronda Sur que permita canalizar estos flujos de tráfico. «Así conseguiremos que a la Circunvalación no lleguen todos concentrados en un solo punto», indicó. Este proyecto tendrá dos carriles por cada sentido y una plataforma reservada para el transporte público. El plazo de ejecución de la obra es de 38 meses, pero todo esto requiere una licitación de contrato, más el inicio de la obra y las demás actuaciones, por lo que aún se plantea como una actuación «a medio plazo».
Vistas las dos primeras propuestas, tocaba volver al autobús a continuar la ruta. Pero alguien interrumpió la planificación: «¿Y si nos tomamos un café y unas tostadas?». Y así lo hicieron. Tras las conversaciones sobre sus intensas jornadas y las fotos de rigor, era hora de seguir con la marcha. Siguiente parada: la estación de ferrocarril de Granada. Allí presentaron otros dos proyectos: unos intercambiadores para unificar la llegada de los autobuses metropolitanos en un mismo punto y así reordenar el tráfico.
El primero de ellos, de realizarse, se situaría en el Paseo del Violón, junto al Palacio de Congresos. Según indicó Manuel Márquez, jefe del Servicio de Planificación y Explotación de la Junta, la actuación en este punto consistiría en desplazar la marquesina que se puso para la Línea de Alta Capacidad (LAC) y utilizarla para la llegada de los autobuses metropolitanos, pero adelantándola unos metros hasta situarla más cerca del Palacio de Congresos. Además, esperan poner un punto de información, aseos, puntos de recarga de tarjetas y aparcamientos de bicicletas. Para esta actuación necesitarán una dotación de 50.00 euros.
Por su parte, el intercambiador norte se situaría en el terreno sin construir situado en el lateral de la estación de ferrocarril y junto a la parada de metro. En este punto, se crearían 20 dársenas con un presupuesto de dos millones de euros que darían cabida a los autobuses metropolitanos y a otros transportes comunitarios. Además, se dispondría de una pasarela en forma de L en un segundo nivel a unos cinco metros de altura que conectaría Marín Ocete con las universidades. Este terreno es de propiedad de Adif, por lo que ya han comenzado las conversaciones para pedir su cesión.
Toda esta planificación también pone en el punto de mira el cierre del anillo y la ampliación del metro. «Pero para poner todo esto en marcha, necesitamos tener presupuestos», indicó Carazo. Hasta entonces, habrá que seguir esperando a que pase el bus de la Junta.
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