El 'caso Salazar' cierra el debate sobre si Bernabé debería sustituir a Morant como candidata a la Generalitat en 2027

Bernabé, pieza clave en la estrategia del PSOE en relación con la dana que hace más de un año arrasó media provincia de Valencia, fue designada por Pedro Sánchez responsable de Igualdad de la dirección federal del PSOE a finales de noviembre de 2024, un mes después de la riada. Sánchez por aquellas fechas, ya había elogiado la capacidad de trabajo de la delegada del Gobierno en la Comunitat, capaz ella sola de sacar a la luz tanto la inacción del Cecopi durante el día de la tragedia como las dudas sobre la agenda del entonces president de la Generalitat, Carlos Mazón, que no llegó hasta el Centro de Emergencias hasta las 20.28 horas de aquel 29 de octubre.

Bernabé, perfil aguerrido y capacidad más que probada para comunicar, se constituyó en la mejor interlocutora con las asociaciones de víctimas, algunas de las cuáles se acabaron convirtiendo en la punta de lanza de las protestas masivas contra la gestión de Mazón que acabaron consiguiendo, tras los incidentes del funeral de Estado, la dimisión del aún dirigente popular.

A Bernabé se le ha venido señalando como principal responsable de éxito. Y también se ha destacado su capacidad para explicar con meridiana claridad ante los medios de comunicación las responsabilidades en el Cecopi y la toma de decisiones. La dirigente socialista, convertida después en líder del PSPV de la ciudad de Valencia, representaba la cara de una gestión implicada en la emergencia, frente a las dudas y la falta de determinación de la exconsellera Pradas.

Los elogios de Sánchez y la visibilidad durante el último año venían contribuyendo a extender el debate respecto a si Bernabé no sería mejor candidata del PSPV a la Generalitat que Diana Morant. La secretaria general de los socialistas valencianos, reelegida líder de su partido en febrero de este mismo año, ha venido dando por hecho –y también su partido- que sería la candidata a la Generalitat cuando se convocaran elecciones. Ella ha sido, de hecho, la que ha venido impulsando esa campaña del 'volem votar' con la que se apremiaba, sin éxito, al PP valenciano a convocar elecciones anticipadas.

El debate entre Morant y Bernabé estaba, es verdad, en los medios de comunicación. Pero también entre algunos cuadros del partido, que sostenían que el tono y la visibilidad alcanzadas por Bernabé podían ser mucho más rentables en una campaña electoral que el perfil mostrado por Morant, obligada a compatibilizar el liderazgo de la federación valenciana con su condición de miembro del Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, a Morant se le reprochaba también que formar parte del Ejecutivo, en una coyuntura política de claro desgaste de la figura del presidente del Gobierno, tampoco le favorecía a la hora de marcar un perfil propio como secretaria general de los socialistas valencianos. Ni a ella ni a ninguno de los ministros de Sánchez elegidos por éste para ser líderes del partido en sus respetivas federaciones.

El debate, surgido a pesar del esfuerzo de las dos protagonistas por negarlo y por presentarse como tiquet electoral, se ha venido a cerrar justamente ahora, cuando la que hasta ahora había venido recibiendo todos los elogios en el partido, Bernabé, sufre las primeras críticas por el caso Salazar. Este mismo martes el president de la Generalitat Juanfran Pérez Llorca se ha referido a su situación y la de la secretaria de Organización del PSOE, la también valenciana Rebeca Torró. «La conducta de Salazar ya es también una condcuta reprochable de Pilar Bernabé y Rebeca Torró», ha señalado en una entrevista en Radio Valencia. Es grave, ha añadido, que parezca que «estaban encubriendo» al excolaborador de Moncloa denunciado por compañeras de partido por comportamientos machistas que el partido habría dejado pasar.

El caso Salazar debilita la posición de Bernabé, a la que el PP valenciano ya pidió la dimisión la semana pasada. La inacción de la secretaría de Igualdad del PSOE que ella dirige la sitúa bajo el foco, máxime después de esa reunión celebrada la semana pasada con las responsables de Igualdad de distintas federaciones del partido que acabó sin que se diera la palabra siquiera a algunas de ellas.

La imagen de Bernabé, a la que este domingo no se vio entre las autoridades que asistieron al maratón de Valencia, en contra de lo que suele ser habitual en ella, dejan por primera vez tocada a la dirigente valenciana. Y esa circunstancia contribuye a aparcar el debate de si debería o no de sustituir a Morant –una discusión que algunos excargos socialistas consideraban como una «fantasía»-. El caso Salazar deja tocada a Bernabé, casi tanto como a Torró, a la que se reprocha que ascendió a la secretaría de Organización de la mano del exfontanero de Ferraz. Y paradójicamente, consolida a Morant como cartel electoral del PSPV, al menos mientras Pedro Sánchez mantenga la presidencia del Gobierno y el liderazgo del partido.