Machado apoya el cerco de Trump a Maduro por hacer de Venezuela una «organización criminal»
La nueva Nobel de la Paz denuncia desde Oslo que su país «ya ha sido invadido por agentes rusos, iraníes, de Hezbolá y cárteles de la droga»
La nueva premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, trasladó el jueves desde Oslo a la comunidad internacional la urgencia de abordar el régimen ... venezolano «no como una dictadura convencional, sino como una estructura criminal», frente a la que se debe actuar en consecuencia. Dibujó al régimen de Nicolás Maduro como una suerte de macromafia formada por lo peor de la especie humana y de la geopolítica mundial: Venezuela «ya ha sido invadida, por agentes rusos, iraníes, de Hezbolá, Hamás, las guerrillas colombianas, los cárteles de drogas...», dijo la exdiputada de 58 años para ilustrar el descenso a los infiernos del país caribeño.
Y en ese sentido defendió las «acciones decisivas» de Donald Trump para asediar al Gobierno bolivariano mientras reclamó «ayuda al mundo para bloquear ingresos de los recursos que provienen de actividades ilegales. Así como el régimen se apoya en redes criminales, nosotros necesitamos que las democracias del mundo apoyen a los venezolanos», subrayó.
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La líder opositora llegó a la capital noruega sobre la una de la madrugada del jueves después de un azaroso viaje de más de dos días. Visiblemente cansada, pero también emocionada, Machado salió a saludar a la balconada del Grand Hotel, donde se alojan tradicionalmente los galardonados por el Instituto Nobel. Fue recibida con gritos de «libertad, libertad» o «valiente» por cientos de compatriotas reunidos en la vía pública. Cantó el himno de Venezuela. Luego desoyó todas las recomendaciones de seguridad, bajó a la calle, se saltó las vallas metálicas de protección y acabó fundiéndose en abrazos con los concentrados.
Es la primera vez que a la dirigente de Vente Venezuela se la ve en público desde una arenga en enero pasado en Caracas para protestar contra la investidura de Maduro. Lleva dieciséis meses oculta para evitar la represión del régimen chavista. Por ese mismo motivo, el reencuentro con sus tres hijos y su madre tuvo un carácter extraordinario. Los tres jóvenes, Ana Corina, Ricardo y Henrique, así como su abuela, Corina Parisca, residen fuera del país por motivos de seguridad.
El abrazo que necesita toda Venezuela.
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) December 11, 2025
Gracias!! pic.twitter.com/ozQgFQzGjq
La disidente desveló que en su agenda constan varias reuniones con políticos, pero que, sobre todo, quiere pasar tiempo con su familia antes de regresar a Caracas. Porque volverá. Y de igual modo que burló la vigilancia de las fuerzas de seguridad bolivarianas para salir del país en dirección a Noruega, ahora deberá hacer lo mismo para el camino de vuelta.
El aterrizaje de la nueva Nobel en Oslo coincidió prácticamente con la incautación por parte de la Armada estadounidense de un petrolero venezolano, que la Casa Blanca considera parte de la 'flota en la sombra' con la que Maduro sortea las sanciones internacionales. «Creo que las acciones del presidente Trump han sido decisivas para llegar al punto en el que estamos ahora, en el que el régimen está más débil que nunca», destacó la famosa disidente, quien consideró que este tipo de intervenciones representa un «paso muy necesario» para «cortar los recursos» financieros al régimen. El país caribeño posee una importante riqueza petrolífera, pero Machado denunció que el líder chavista utiliza el crudo para comprar armas y reprimir a sus críticos, en vez de dedicar los ingresos al bienestar de la población.
La sociedad venezolana «ha dado todo por una transición a la democracia en orden y en paz»
La galardonada acarició el jueves la medalla y el diploma del Nobel de la Paz que su hija recogió en su nombre el día anterior durante la ceremonia oficial. Después de una corta noche en la que no pudo «dormir nada» debido a la emoción, la exdiputada visitó el Parlamento noruego y ofreció dos ruedas de prensa. Una vez mostrado su agradecimiento por la distinción recibida, que «es de todos los venezolanos», hizo un discurso basado en la necesidad de cambio en su país. La sociedad venezolana «ha dado todo por una transición a la democracia en orden y en paz», advirtió, antes de confiar en que pronto finalice el «régimen criminal» chavista. «Todo el mundo está deseando volver a Venezuela», proclamó.
Alternativa de poder
En referencia a los ataques a presuntas narcolanchas y el cerco a Maduro por parte de Washington, manifestó que «no estamos para nada coordinados con las operaciones de otros países», aunque sí han trabajado con «profesionales de talento de Venezuela y de otros muchos lugares» en un plan para «tomar el control desde el día uno» en caso de una posible caída del régimen. La opositora aludió así aparentemente al programa confeccionado por sus comités para garantizar la estabilidad del país en las primeras cien horas después del derrocamiento, garantizar un nuevo Gobierno en cien días y celebrar elecciones antes de que acabase el primer año. Estas propuestas han sido puestas en conocimiento de la Casa Blanca.
La primera rueda de prensa, compartida con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, le permitió a Machado destacar el peso que el Nobel de la Paz tendrá en la causa de su país. Se trata de un «punto de inflexión histórico» que muestra a sus compatriotas que «el mundo está con ellos. Venezuela importa. La lucha por la libertad es la lucha por la humanidad. Cuando ganemos, porque lo haremos, será un ejemplo extraordinario para esos países en los que no hay libertad».
Aunque algunos medios especulaban con un posible periplo europeo, lo más probable es que Machado regrese directamente desde Noruega a su tierra para volver a la clandestinidad. «Mi deber era venir a recoger este premio para llevarlo de vuelta a los venezolanos, y pronto estaré de vuelta en Venezuela», señaló, consciente de que la Fiscalía caribeña le nombrará «fugitiva», ya que está acusada de terrorismo y conspiración.
«Cuando vuelva, el régimen no sabrá donde estoy», advirtió. «Pero merece la pena. Vamos a demostrarle al mundo que no sólo merecemos este premio, sino que esta generación entera pasará a la historia de la Humanidad. Lo que hemos hecho ha sido enorme», proclamó, mientras los medios venezolanos oficialistas eliminaron toda referencia al Nobel.
Una peluca y un disfraz para burlar diez controles de seguridad
«Tuvimos que pasar por muchas cosas y tanta gente arriesgó su vida para que yo pudiera llegar a Oslo». Con esta reflexión, María Corina Machado aludió al complicado viaje que hizo para acudir a la capital noruega a por el Nobel de la Paz y en el que el mal tiempo jugó un papel determinante para que no llegase a tiempo a la ceremonia. La líder opositora utilizó las rutas caribeñas de la migración, las mismas empleadas por otros disidentes antes que ella, para abandonar Venezuela el martes en una travesía «muy peligrosa» desde un pequeño pueblo pesquero. La opositora más buscada del país logró salir ataviada con un disfraz y una peluca, con los que superó diez controles de las fuerzas de seguridad. Con ella viajaban dos colaboradores.Su equipo contactó antes con la Casa Blanca para garantizar que la fuerza aeronaval estadounidense no disparase contra la embarcación confundiéndola con una narcolancha. Machado navegaba en un pequeño pesquero de madera. Dos F-18 despegaron del portaaviones 'USS Gerald Ford', sobrevolaron el Golfo de Venezuela durante cuarenta minutos y escoltaron el barco hasta Curazao. A la disidente le esperaba un contratista norteamericano experto en extracciones para subirla a un jet privado y llevarla hasta Noruega.
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