El Granada destituye a Fran Escribá
El valenciano tuvo un arranque esperanzador que queda diluido entre la irregularidad más absoluta en 2025
El Granada y Fran Escribá dan por finalizada la etapa del técnico valenciano al frente del primer equipo. Así lo ha confirmado este miércoles el ... club en un comunicado oficial. El entrenador llegó a la entidad rojiblanca el pasado mes de septiembre y, desde entonces, ha dirigido al conjunto granadinista en 36 partidos, 33 correspondientes a LaLiga Hypermotion y otros tres a la Copa del Rey, sumando un total de 17 victorias, 8 empates y 11 derrotas en su haber.
Desde el club agradecen a Fran Escribá «su esfuerzo, compromiso y dedicación, al tiempo que le desea la mayor de las suertes en su futuro personal y profesional, tanto a él como a su cuerpo técnico, David Generelo y Julen Masach».
El Granada necesitaba un bombero para apagar sus múltiples fuegos sobre el terreno de juego. La apuesta inicial por Guille Abascal no funcionó y se buscó remedio en Fran Escribá, entrenador veterano y con buen cartel en Segunda división que actuó para corregir los principales males de un equipo a medio hacer con la temporada ya iniciada. Su sello causó efecto al principio, pero quedó diluido con el paso de las jornadas, incapaz de estabilizar un fuerte que hacía aguas semana sí, semana también.
La irregularidad marcó el periplo del valenciano como técnico rojiblanco. Tras siete meses y medio al frente, la etapa más destacable fue el comienzo. Escribá encadenó cinco encuentros sin perder nada más recalar en Los Cármenes. Firmó su estreno en El Plantío con un empate a dos antes de lograr cuatro victorias consecutivas frente a Mirandés, Córdoba, Tenerife y Castellón. El Granada se relanzó en la clasificación hasta los puestos altos, con una dinámica que parecía dotar por fin al equipo de un gen ganador en pos del ascenso. Nada más lejos de la realidad.
Eran los tiempos de la 'Uzunidependencia', con el delantero albanés tirando del carro goleador muy por encima del resto de sus compañeros. Sin embargo, su desencuentro con la directiva en torno a su renovación frustrada lo llevó a negarse a entrenar, una rebeldía que no rehuyó Escribá. El entrenador defendió los intereses del club que le pagaba y dejó claro ante los medios de comunicación que Uzuni no volvería a jugar hasta que recapacitase. Finalmente, salió rumbo a Estados Unidos mediante el pago de su cláusula de rescisión y el Granada perdió a su principal referencia ofensiva. Un varapalo que obligó al club a fichar en enero.
Este supuso el primer 'dardo' de Escribá a un pupilo desde su llegada, pero no fue el único. El entrenador se habituó a señalar públicamente los fallos de su plantilla en los partidos. Principalmente, los de Martin Hongla o Abde Rebbach, dejando entrever que la relación dentro del vestuario siempre era la idónea. Los jugadores tampoco le respaldaron sobre el campo, donde se probaron varios sistemas. El 4-4-2 siempre se erigió como el predilecto por parte del preparador, pero la marcha de Uzuni obligó a probar otros esquemas. La buena segunda vuelta de Trigueros llevó a implantar el llamado 'trigote' en el centro del campo, aunque tampoco se asentó en la pizarra.
Una losa
Escribá viró sus distintas propuestas en función del rival y del estado de forma de sus piezas, sin llegar jamás a formar un once tipo que identificase a 'su' Granada. Los cambios constantes en el reparto desconcertó a parte de la plantilla, cuyo rendimiento no acompañó en el tramo final del campeonato.
Las derrotas en la mayoría de derbis andaluces pusieron el foco público sobre su figura, que pareció sentenciada en más de una ocasión pese a continuar en el cargo. La racha negativa a domicilio, más allá de los espejismos de Albacete y Cartagena, impidió escalar hasta el 'play off', aún a tiro pese a las malas sensaciones. Una losa que pesó sobre un bombero sin pericia para controlar el incendio cuando se avivó.
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