Granada CF

La opción de Lucas Alcaraz como alternativa a Escribá se diluye

Su labor hasta la fecha se ha circunscrito a la gestión de la instalación ante el inminente futuro de unificación de todos los niveles del fútbol base con los principales equipos, además de tareas de representación en innumerables actos. Ha sido, también, una voz escuchada de manera interna cuando ha sido consultado, aunque siempre respetando el espacio de los entrenadores que ha conocido en el cargo, Guille Abascal y Fran Escribá. Sí intervino más buscando soluciones al desplome del Recreativo Granada, filial rojiblanco, aunque cuando la situación ya era muy complicada.

Formado también en las categoría inferiores, debutó en octubre de 1995, con el cuadro en Segunda B, con una victoria por 0-2 ante el Xerez, en un ejercicio en el que disputó la fase de ascenso a la división de plata.

Estuvo dos campañas más hasta sufrir un cese e iniciar su peregrinación por varios banquillos. Almería, Dos Hermanas, Recreativo de Huelva (con el que subió a Primera y disputó una final de Copa), Racing de Santander, Xerez, Murcia, de nuevo Recreativo, Córdoba, UD Almería y Aris de Salónica, club en el que estaba cuando le llamó el entonces presidente del Granada, Quique Pina, para volver al club en el curso 12/13, tras despedir a Anquela.

Lucas estuvo lo que quedó de ese ejercicio y el siguiente, firmando dos permanencias. Luego se marchó y pasó por el Levante, al que salvó, pero en el que duró poco al año siguiente. En la 16/17, mientras esperaba trabajar, recibió una llamada de los ejecutivos del 'nuevo' Granada de propiedad china. Reemplazó a Paco Jémez, pero no pudo contribuir a otra salvación. No acabó él la temporada, sino Tony Adams, con resultados catastróficos.

Su trayectoria siguió errante, con pasos por la selección de Argelia, de nuevo la UD Almería, Zaragoza, Albacete e Ibiza, antes de probar fortuna fuera, en Chipre (Olympiakos Nicosia) e Irán (Naasaji Mazandaran). Estaba en casa cuando surgió un cambio de rol para volver al Granada.