Paco Cuenca regresa a la alcaldía

Su candidatura se ha impuesto, con 15 votos, a la del popular Francisco Fuentes, con 12 apoyos. Los movimientos del PP, que pidió ayer por carta a las direcciones nacional y regional de Ciudadanos que sus dos concejales avalaran a Fuentes, no surtieron efecto: Luis Salvador y José Antonio Huertas han dado la mayoría absoluta a Cuenca, junto a los tres concejales de Unidas Podemos. Tampoco sirvió el cambio de última hora de Vox, que ayer anunció que retiraba su apoyo al PP y presentaría a su propio candidato, Onofre Miralles, que finalmente ha renunciado y ha respaldado a Fuentes.

La sesión extraordinaria ha comenzado cinco minutos después de la hora prevista, las once de la mañana, y apenas media hora después Cuenca ya había terminado de pronunciar su discurso. Ha tenido como escenario el patio del Ayuntamiento, con un aforo limitado a 87 personas y engalanado para un pleno de investidura peculiar por la situación sanitaria.

Los corporativos han elegido que el voto sea secreto. Uno por uno, por orden alfabético, han depositado su papeleta en la jarra de los Caballeros XXIV. Los ediles del PP han mostrado sus votos al grupo y las cámaras antes de arrojarlos. En el escrutinio en voz alta se han disipado todas las dudas: la candidatura de Cuenca no gobernará como lista más votada sino con la mayoría absoluta que le permiten los 15 votos. Los aplausos de parte del pleno han arropado la lectura del papel 14, el que ha certificado la alcaldía para Cuenca. Huertas le ha impuesto el collar de oro y el bastón de mando.

En su primer pronunciamiento como alcalde de la ciudad en esta segunda etapa, Cuenca ha centrado el discurso en la crisis y las necesidades de los ciudadanos de Granada, para pedir el apoyo a todos los corporativos de cara a un pacto por la ciudad centrado en la recuperación económica y social, y en la modernización para poner a Granada «en el lugar que merece».

Con una cita de Antonio Machado («hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos») se ha dirigido a los presentes en el día en el que se cierra la puerta «a un periodo que debemos dejar atrás». Se abre, ha dicho, «a la esperanza, la estabilidad, la tranquilidad y el futuro». Es, ha remarcado en varias ocasiones, «la hora de Granada».

El regidor ha recordado a las familias afectadas por el coronavirus y su crisis económica, y a aquellas que «han sentido rabia por la imagen ofrecida estas semanas». Y a renglón seguido se ha dirigido a los 27 corporativos, a quienes ha reclamado que remen y se dejen la piel para «recuperar la confianza, el prestigio y la estabilidad». «Desde hoy, les llamo a la unidad».

El próximo lunes convocará una junta extraordinaria de portavoces para poner «los pilares de la recuperación de Granada» y buscar «un gran compromiso, un pacto por Granada». Se ha referido a la necesidad de cambios en un modelo económico «excesivamente dependiente del sector servicios», al desempleo y a la búsqueda de un turismo sostenible. Pero también ha ensalzado las capacidades de la tierra en la que se fabrican las vacunas contra el coronavirus, referente en campos como la inteligencia artificial, candidata al acelerador de partículas.

Entre sus acciones de gobierno ha destacado que irá de la mano de la Universidad para sacar el potencial de la ciencia e innovación. Apostará por la riqueza cultural de la ciudad. Será aliado de las PYMES y trabajará para mejorar la calidad del aire. Mirarán, ha dicho, a la Vega de Granada, y buscará una administración ágil y transparente. En septiembre convocará una Conferencia de alcaldes de la Gran Ciudad Metropolitana. Y también atenderá a las necesidades de cada distrito de la capital, a los que ha nombrado uno por uno. En todo ello contará con todos los corporativos y las administraciones, además de su «equipo excepcional».

Todo ello para abrir «de par en par» las puertas del Ayuntamiento. «Es la hora de Granada, el momento de Granada. Alcemos la mirada y asumamos que Granada nos exige que nos pongamos a trabajar por ella, solo por ella. Les invito a tejer alianzas que nos aten, de manera clara, a nuestro entorno metropolitano. El papel trascendental de Granada en la historia de España es el mejor aval para que Granada sea protagonista del futuro de una España líder en Europa y en el mundo. No es el tiempo de las discrepancias, es el tiempo de Granada. En este camino os invito a trabajar unidos. Muchas gracias y mucha fuerza», ha concluido.

Tras su discurso, el socialista ha recibido los saludos de los corporativos e invitados al patio del Ayuntamiento, y se ha asomado a la puerta de la plaza del Carmen para recibir el aplauso de los vecinos que han seguido el pleno a través de una pantalla. Le han recibido entre gritos de 'alcalde, alcalde'. En la sala de la Mariana, el despacho noble del Ayuntamiento, ha dejado su rúbrica en el libro de firmas de la ciudad. «Asumo con honor y responsabilidad el ser alcalde de la ciudad a la que amo, y en la que educo a mis hijos. Lo hago con el compromiso firme de que los granadinos y granadinas se sientan orgullosos de quien les representa. La etapa que afronto debe llevar a mi Granada al lugar que le corresponde, al verso que le acompaña, al sueño que la guía. Y ese no es otro que el de la igualdad y las oportunidades. Honrado y comprometido, Francisco Cuenca», ha escrito.

El socialista Francisco Cuenca logró en las elecciones de mayo de 2019 un total de 35.346 votos de los granadinos. El resultado histórico no sirvió para lograr los 14 concejales que otorgan la mayoría absoluta. El PSOE se quedó con 10 apoyos.

En el pleno de investidura del 15 de junio de 2019, el candidato de Ciudadanos, Luis Salvador, fue elegido alcalde tras un acuerdo con el PP y con Vox. Su alcaldía se fraguó en la constitución de un gobierno bipartito, perseguido durante estos dos primeros años de mandato por las dudas sobre aquel pacto que no se puso por escrito: Sebastián Pérez, el que fue cabeza de lista del PP, defendió que había estrechado la mano con Luis Salvador para certificar que a medio mandato habría alternancia. Salvador lo negó, lo que ha provocado la ruptura del bipartito y, hoy, la investidura de Francisco Cuenca.