Mayoristas de MercaGranada tras dos semanas de huelga: «Nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias»

El lunes es el día más flojo de la semana, ya que los grandes proveedores permanecen cerrados. Solo abren unos pocos comercios y los camiones entran a cargar mercancía y salen sin problema, algunos de ellos con el cartel de 'servicio esencial' en la ventana frontal del vehículo. A las 7:30 horas, varios agentes de la Policía Nacional controlaban las inmediaciones del recinto, pero los piquetes no hicieron acto de presencia.

Uno de los que acudieron antes de que saliera el sol fue Miguel Ocaña, de La Frutería de Luis, en Santa Fe. Ha seguido trabajando todos los días, a excepción de la famosa jornada en la que se paralizó la actividad. «No he tenido problema para entrar, los más afectados son los camiones más grandes», explica Miguel mientras carga el producto en su furgoneta para venderlo unas horas después en su tienda de alimentación.

Uno de los locales con mayor actividad este lunes era el mayorista de frutas y hortalizas Avelazquez. Manuel Velázquez, dueño del mismo, explica que han seguido activos pero con «deficiencias» en el abastecimiento y «miedo al ir a por la reposición». «Nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias», afirma. El ritmo actual de trabajo es un 40-50% menor del habitual, pero siguen adelante «con muchísimas dificultades» porque no pueden «dejar de vender a los clientes, que son los que luego atienden a la ciudadanía».

En cuanto al día a día, tratan de evitar los «puntos calientes». Almería es uno de ellos, por lo que el abastecimiento de las hortalizas es más complicado. También le están dando salida a las últimas existencias de frutas que almacenan. «Esperemos que lleguen a un acuerdo hoy mismo», apostilla Manuel.

Uno de los repartidores de esta empresa es Juan José Alarcón, que confirma las dificultades con las que se han encontrado estas semanas. Han tenido que dejar a un lado los camiones de grandes dimensiones y optar por vehículos más pequeños. «Trabajamos con cierto miedo. Salimos todos los días a repartir a las 5.30 horas, pero luego tenemos que volver a salir otra vez. Un día tuvimos que llamar para decir que no podíamos llevarles el pedido, estábamos expuestos», añade.

Este lunes también ha abierto sus puertas Legumbres Andalucía, que ha podido trabajar con normalidad estas dos semanas. Los camiones han «esquivado» a los huelguistas, y al entrar en horas en las que no se encontraban allí no han tenido problema. «Apoyo la huelga porque todos somos trabajadores y no nos salen las cuentas», manifiesta Alberto Zúñiga, dueño del local.

Paradójicamente, en estas dos semanas sus ventas han aumentado. La razón: la alarma social por el desabastecimiento que ha llevado a cientos de ciudadanos a comprar de forma compulsiva. «Las tiendas han vendido algo más, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Si fueran tomates, se ponen malos y se tiran a los días, pero las legumbres se meten en el armario y no se consumen», recalca Alberto mientras espera, paciente, a que algún cliente entre a comprar a su negocio en el día más tranquilo de MercaGranada.