La imagen de las ‘antigrafiti’ no llegó al centro de control en el Rasillo hasta ayer

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, mantuvo ayer una reunión con el subdirector de obras públicas, un técnico de la empresa que se encarga de la videovigilancia y el jefe de la Policía Local para determinar en qué punto estaba la instalación del sistema y por qué la señal no llegaba al Rasillo. Como pudo comprobar IDEAL, algunas de las cámaras móviles estaban el pasado lunes apuntando en dirección hacia la pared. El alcalde, Francisco Cuenca, señaló esa misma mañana que ya habían captado "acciones de merodeo".

En la reunión de ayer se comprobó que las cámaras ofrecen imagen, que es posible visualizar los cinco enclaves en los que están ubicadas: el arco de las Pesas, el aljibe del Zenete, el arco de Elvira, la puerta Monaita, y el Palacio de Dar al-Horra. Hay una sexta zona videovigilada, el aljibe del Rey, según relató el alcalde, Francisco Cuenca, a finales de enero. Sin embargo, las cámaras allí instaladas el lunes eran las fijas que vigilan desde hace años la entrada a la sede de la fundación Agua Granada.

La obra ha concluido, pero no el ajuste técnico. La imagen de las cámaras, que conforman una red por fibra óptica, "está en la red municipal desde el viernes pasado y es posible visualizar las calles donde están instaladas", explicó ayer el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid. Faltaba algún ajuste informático para que la señal se pudiera contemplar en la sala. No obstante, Fernández Madrid apunta que quedan aún dos o tres días de pruebas que culminarían ya la próxima semana, cuando se pueda controlar el dispositivo completamente desde elRasillo.

Las cámaras giran 360 grados, pueden ampliar determinadas zonas, hacer seguimiento de personas, activarse ante el movimiento o las acciones en superficies previamente seleccionadas, etc. La infraestructura está lista y, según el concejal, desde ayer llega la imagen, pero estas características informáticas están por configurar. A grandes rasgos, el objetivo es que los funcionarios que trabajan en la sala de vigilancia no tengan que controlar manualmente los seis dispositivos nuevos.

"Las propias cámaras dispondrán de un software apropiado que les permita analizar las imágenes que captan y tomar decisiones sobre lo captado sin necesidad de intervención de un operador", reza el pliego técnico de colocación de las cámaras.

No es el único proceso que está todavía en marcha. Además del ‘arreglo’ para que los vídeos lleguen al Rasillo, esta semana se han tramitado también los asuntos relacionados con protección de datos.