«Mi hijo iba a estar más seguro en Granada conmigo, pero mi ex lo ha vuelto a secuestrar en un país en guerra»
Con la repatriación de españoles en medio de la escalada bélica con Israel, la granadina iba a recuperar al menor hasta que el padre ha decidido abandonar el autobús de la embajada al norte de la república islámica y les han perdido la pista
La granadina Beatriz Arrabal tenía la esperanza de abrazar hoy a su hijo, Oliver, después de ocho años de secuestro. Contaba las horas para ... que el pequeño pisara suelo español en un vuelo de repatriación de las Fuerzas Armadas, a consecuencia de la escalada bélica entre la república islámica e Israel. La expareja de Beatriz, natural de Irán, se llevó a más de tres mil kilómetros de distancia y sin su permiso al niño el 5 de noviembre de 2017. Mientras la mujer trabajaba, secuestró al menor y consiguió huir a Teherán. La última vez que pudo verlo fue en julio de 2018 en una visita a la república islámica y después de tanto tiempo la mujer se iba a reencontrar con su hijo. Sin embargo, su expareja, denunciado por malos tratos y el hombre que le lleva haciendo la «vida imposible» desde hace una década, se ha bajado al norte del país islámico con el menor, que tiene ahora diez años, y ha huido para no enfrentarse a la justicia española a su llegada.
Los dos iban a coger un vuelo junto al resto de repatriados españoles en Armenia pero se han bajado en Tabriz, ciudad iraní. En esa zona tienen familiares, explica la madre angustiada. «Mi ex estaba preocupado diciendo que qué le iba a pasar a él cuando llegara a España, que no se quería separar de su hijo. Me hizo una llamada, yo le dije que por favor pusiera a salvo a su hijo, que a él no le iba a pasar nada. El cónsul estaba en el autobús intentando razonar con él, pero decidió que no. No quería salir de Irán, quería quedarse con su hijo, que es muy feliz allí. Es un psicópata egoísta y antes de poner a salvo a su hijo de un país en guerra y afrontar que el niño se iba a venir conmigo ha decidido quedarse en una zona en riesgo», lamenta Beatriz.
«Estoy devastada. Tenía ilusión, por fin me iba a reencontrar con mi hijo. La embajada ha hecho todo lo que ha podido y en el último momento tampoco los podía retener», señala. «A lo largo de la noche la embajada me iba a llamar para decirme la hora de aterrizaje en Madrid, pero ayer por la tarde me reportaron las malas noticias», recuerda. «El padre de mi hijo es una mala persona y utiliza continuamente al niño para hacerme daño, es parte de la violencia vicaria», añade.
La madre explica que durante dos años no pudo tener contacto con el menor, pero gracias a los abuelos paternos recuperaron las videollamadas. «Soy un recuerdo lejano para Oliver. Él sabe que tiene una madre en España, que le quiere mucho y él siempre me decía que quería venir algún día. Pero bueno, era todo como algo lejano hasta que empezó el conflicto. El padre aceptó participar en la evacuación con la condición de que él tenía que acompañar al niño y al final nada. Mi expareja es todo lo que mi niño conoce. Esto es muy duro. Estoy atada de pies y manos hasta que este hombre entre en razón o mi hijo sea mayor», sentencia la granadina, que tiene miedo a perder el contacto con el menor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.