Granada se suma a la fiebre del pistacho y triplica su cultivo en cinco años
La demanda de la industria y la rentabilidad anima a los agricultores a extender las plantaciones en Baza, Huéscar, Guadix, Iznalloz y Alhama
Turrón de pistacho, cruasanes y todo tipo de dulces rellenos de crema de pistacho, helados, chocolate Dubái... El pistacho es el sabor de moda en ... la industria y su cultivo, impulsado por la demanda y la rentabilidad, también está en boga en el campo. La provincia se ha sumado a esta fiebre por el nuevo 'oro verde', ya que prácticamente todas las comarcas salvo la Costa Tropical tienen condiciones climáticas propicias para su cultivo y alcanza ya 4.377 hectáreas de plantaciones de pistacheros, el triple de superficie que hace cinco años, según fuentes de la consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
Aunque el olivo, rey indiscutible, y el almendro constituyen el 95% de la superficie provincial de leñosos, el pistacho se ha consolidado como el cultivo que más crece con más de 1.155 nuevas plantaciones en secano y otras 827 en regadío en este periodo.
Las fincas que estaban plantadas de cereales o en barbecho son las que más se están transformando en nuevos campos de pistacheros, principalmente en las fincas de pueblos de las comarcas de Baza (997 hectáreas), Huéscar (930), Iznalloz (709) y Alhama (520). Santa Fe, Loja y Órgiva, con menores extensiones, completan los municipios que concentran este cultivo en la provincia.
La alta rentabilidad para los agricultores, que supera a la del almendro o el olivar, especialmente en explotaciones de regadío, como consecuencia de la alta demanda del mercado en estos momentos es el factor que más está animando a los agricultores a lanzarse a este cultivo, que de ser testimonial empieza a alcanzar cifras significativas en la provincia, con una producción por valor de siete millones de euros en 2024, según fuentes de la consejería de Agricultura.
6,60 euros
Es la cotización media en origen del kilo de pistacho en la semana del 13 al 19 de octubre, mientras que en la misma semana del año anterior se pagaba a 5,12 euros el kilo.
También el precio se mueve al alza. La cotización media en origen del pistacho, que acaba de concluir su campaña de recogida en este mes de octubre, ha sido de 6,60 euros en la semana del 13 al 19 de octubre, euro y medio más que lo que se pagaba en la misma semana hace un año.
El secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica Escanes, destaca que, en un contexto de cambio climático y aumento de la irregularidad pluviométrica, el pistachero emerge como una alternativa sólida y resiliente para los agricultores granadinos. «Es un cultivo que se adapta perfectamente a las condiciones climáticas propias de nuestra provincia. Se trata de un árbol que necesita frío en invierno para florecer y fructificar, pero que al mismo tiempo soporta sin dificultad las altas temperaturas del verano», explica.
«El pistacho tiene un gran potencial para convertirse en una alternativa real, sostenible y rentable para el futuro del campo granadino»
Nicolás Chica Escanes
Secretario general de UPA Granada
Es, además, un árbol extremadamente resistente, que puede desarrollarse en suelos pobres y secos donde otros cultivos tendrían dificultades para prosperar y de bajo consumo hídrico en comparación con otros frutales «lo que lo convierte en una apuesta especialmente interesante ante la escasez de recursos hídricos que sufrimos en buena parte del territorio».
Si se tiene en cuenta, asimismo, que el interés del mercado internacional por los frutos secos de alta calidad y en particular por el pistacho mediterráneo frente a otros orígenes es creciente, todo apunta a que la expansión del cultivo irá a más en los próximos años. «España, y en especial nuestra provincia, tiene un enorme potencial para posicionarse como referente en este sector. Además, el pistachero se adapta muy bien al cultivo ecológico, modalidad en la que los agricultores granadinos ya somos pioneros y líderes. Es un árbol que requiere pocos tratamientos fitosanitarios y permite aplicar técnicas respetuosas con el medio ambiente, lo que refuerza nuestro compromiso con una agricultura más sostenible», incide Chica Escanes.
Otra de las grandes ventajas que está impulsando el cultivo es la compatibilidad mecánica con el olivar, dos cultivos que conviven en las mismas explotaciones. Las mismas vibradoras y equipos de recolección que se utilizan para la aceituna se emplean con el pistacho, por lo que se optimizan costes y la rentabilidad global de la explotación. El pistacho exige además mucha menos mano de obra que la aceituna.
Planificación y acompañamiento
Los beneficios pesan, pero en el otro lado de la balanza está la fuerte inversión inicial que requieren estas plantaciones. El coste de un árbol para plantar puede rondar los diez euros, mientras que el de un olivo es de dos euros. «Debemos ser realistas y trasladar un mensaje de prudencia. El pistacho no es un cultivo de resultados inmediatos. Requiere una inversión inicial importante y un periodo de paciencia por parte del agricultor, ya que no alcanza su plena producción hasta pasados siete o nueve años desde la plantación. Se trata, por tanto, de una apuesta a medio y largo plazo que exige planificación, asesoramiento técnico y acompañamiento institucional», advierte el secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica Escanes.
En este sentido, Chica Escanes cree fundamental que las administraciones potencien los programas de apoyo a este tipo de cultivos emergentes con formación para los agricultores que quieran abrazarlos. «El pistacho puede convertirse en una alternativa real, sostenible y rentable para el futuro del campo granadino», concluye.
«Todos estamos aprendiendo»
La demanda de los socios de las cooperativas que la integran, llevó a Dcoop, la mayor productora mundial de aceite de oliva, a iniciar hace tres años la recepción de pistachos en Granada. El cultivo ha ido a más y la planta de Santa Fe ya recepciona unos 100.000 kilos de pistacho seco en cada campaña. Desde ahí el fruto se traslada a la fábrica de Dcoop de Villa del Río, en Córdoba, donde se hace la separación de las distintas categorías del pistacho, que sale a tostaderos y a compradores mayoritariamente de países europeos como Italia y Alemania. «Cada año tenemos más kilos. Van saliendo variedades más productivas que no necesitan tanto frío y sin duda creo que el cultivo va ir a más en Granada, si es así nos plantearemos ampliar la infraestructura para recepcionar este cultivo. Estamos aprendiendo todos», resume el director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta.
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