Granada necesita 14.198 nuevas viviendas más para equilibrar el mercado
Un informe de CaixaBank Research sitúa a la provincia en el número 14 del ranking de las que más déficit constructivo acumulan entre 2021 y 2024
Todavía no es Madrid, Alicante, Barcelona, Valencia ni Málaga pero Granada se sitúa entre la parte más alta de la tabla de las provincias españolas ... que mayor déficit de vivienda acumulan en los últimos tres años. En concreto, los especialistas de CaixaBank Research calculan que para cubrir la demanda de nuevos hogares embalsada entre 2021 y 2024 y equilibrar oferta y demanda en la provincia sería necesario construir 14.198 viviendas más.
El mercado residencial español se adentra en una nueva fase expansiva, ya que la demanda sigue creciendo con fuerza, con un notable efecto del comprador extranjero, y la oferta también va ganando tracción, aunque sigue sin compensar el déficit acumulado desde 2021. Es la principal conclusión que destaca este informe de CaixaBank Research, que incide en que el precio de la vivienda sigue acelerándose, «superando ya el máximo alcanzado en 2007 en términos normales y se empiezan a detectar señales de sobrevaloración».
La oferta de vivienda nueva se ha reactivado de forma significativa en 2025, según los expertos, pero sigue siendo insuficiente para absorber la demanda actual y compensar el déficit acumulado desde 2021, que en la provincia de Granada se cifra en 14.198 viviendas, lo que la sitúa en el número 14 del ranking nacional. A nivel nacional el estudio calcula que hacen falta entre 515.000 y 765.000 viviendas para equilibrar la oferta con la demanda. Los datos por provincias reflejan que el déficit de vivienda acumulado está muy concentrado, ya que el 'top ten' de la lista, las provincias urbanas y turísticas con mayor presión, acumulan dos tercios de la cifra global.
Por otra parte, el estudio apunta a la diferencia entre los pisos construidos y las necesidades del mercado como el uno de los factores determinantes que explican hasta un 39% del encarecimiento de los precios del mercado. Esto es, si las presiones por el déficit de vivienda acumulado, el precio en el conjunto de España habría aumentado un 3,7% en promedio, en lugar del 6% de media observado. En la provincia de Granada el aumento del precio de la vivienda está un punto por encima de la media nacional.
El coste
El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Granada, Juan de Dios Molinero Moreno, advierte, tras analizar los datos de este informe que la falta de vivienda se ha convertido en un problema principal en España «que impide que nuestros jóvenes puedan tener un proyecto vital adecuado y muchos de ellos se vean obligados a ir a otros lugares con más oportunidades de desarrollo». «En Granada el sector está construyendo unas 3200 viviendas al año por lo que para alcanzar las 14.000 que cita el informe tendría que dejar de incrementarse la demanda y aumentar la oferta al menos un 50%; para que en un periodo de 7 o 10 años encontráramos el equilibrio. Cuestión muy compleja y poco probable actualmente», valora.
Además, pone el foco en los costes que tiene que no se construya a mayor ritmo. «Cada 1.000 viviendas que no se construyen en la provincia de Granada dejan de generar 80 millones de euros que podrían estar entrando en las arcas públicas. Recursos que podrían destinarse precisamente a invertir en las infraestructuras que tanto necesita la provincia», reflexiona.
Molinero recuerda los importantes problemas que arrastra el sector, encabezados por la falta de mano de obra, «por más esfuerzos que hacemos en dinamizar la imagen sectorial y en implantar ciclos formativos» para atraer a nuevos profesionales. Pero, además, incide en que el suelo para construir «sigue siendo muy escaso y la regulación farragosa y lenta con unos plazos de obtención de licencia que superan los seis meses».
«Si añadimos que los costes y los precios no paran de crecer, podíamos pensar que la previsión es apocalíptica, sin embargo, nuestro reto como sector es continuar mejorando y creciendo a pesar de las adversidades. Tenemos la esperanza de poder cambiar las cosas, seguimos reclamando que nos escuchen y actúen. Si algo sabemos hacer es construir, pero no podemos construir donde no hay suelo ni urbanizar donde los trámites se eternizan o donde no exista financiación o la legislación sea un laberinto sin salida», concluye.
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