Un experto de la UGR analiza qué va a pasar con los precios de los alimentos

-¿Qué podemos esperar en su opinión de la evolución de los precios de los alimentos, se mantendrán al alza?

-Los menores volúmenes de producción en el sector agrario, permiten prever una elevación de precios en el origen de la cadena alimentaria. Estará por ver la magnitud del impacto a lo largo de toda la cadena y el efecto final en el precio de los bienes que adquieren los hogares.

En este sentido, me gustaría remarcar dos cuestiones. En primer lugar, que la escasez y el aumento en el precio de los cereales y los forrajes tendrán un efecto multiplicador, ya que repercutirá en el precio de distintos bienes de primera necesidad que forman parte de la cesta de la compra de las familias. No podemos olvidar que los cereales y los forrajes son un recurso básico para la producción ganadera –en consecuencia, para la producción de carne y huevos–, y que los cereales son materia prima en la producción de ciertos bienes de alimentación elaborados –por ejemplo, el pan y todo tipo de pastas–.

En segundo lugar, habrá que estar pendientes de la evolución de otros componentes de la estructura de costes de la cadena alimentaria. En este orden de ideas, los costes de la energía y los transportes son componentes importantes en todo el proceso productivo y, en consecuencia, explican buena parte del precio final de los bienes de alimentación. Relacionado con la sequía, y siempre a expensas de lo que ocurra con los precios de la energía de ciclo combinado y con la generación de energía renovable –solar y eólica–, hemos de tener en cuenta que escasas precipitaciones y menores volúmenes de agua embalsada supondrán reducciones en la generación de energía hidroeléctrica, uno de los componentes del mix energético con menores precios relativos.

-¿Entre los factores que están provocando esta subida de precios de los alimentos entra también en juego la especulación?

-El aumento de precios en el principio de la cadena alimentaria puede venir acompañado de aumentos en los márgenes de beneficio en cualquiera de las fases de la cadena. La falta de transparencia en los distintos hitos del proceso alimentario y la estructura oligopolista del sector de la distribución, confieren una clara posición dominante a las empresas, lo que puede traducirse en mayores márgenes.

Como los bienes de alimentación presentan una demanda inelástica –principalmente aquellos que las familias consideran de primera necesidad– los aumentos en los precios tienen un bajo impacto relativo en la demanda. En un contexto de aumentos de precios, por motivos estratégicos, las empresas podrían optar por mayores elevaciones selectivas en el precio de unos bienes frente a otros.

Adicionalmente, escenarios en los que se advierte con anticipación de posibles subidas de precios, también pueden ser propicios para fenómenos especulativos –el principio de la profecía autocumplida–.

Entre otros objetivos, el Observatorio de la Cadena Alimentaria, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tiene como misión favorecer la transparencia y asegurar que los precios en toda la cadena se ajusten a los costes de producción, precisamente para evitar subidas injustificadas en los precios de los alimentos que forman parte de la cesta de la compra. Con las previsiones de escasez de lluvias y elevadas temperaturas, partiendo de bajos niveles de agua embalsada en relación con niveles promedio de años anteriores, todo hace pensar que el Observatorio tendrá intensas sesiones de trabajo en buena parte de lo que queda de año, con el fin de contribuir a la contención en los precios de los alimentos.