El dinero de la furgoneta accidentada en Granada ya tiene dueño
El hombre, de origen lituano, ha declarado ante la Guardia Civil que tenía un millón de euros oculto en el horno de la cocina del vehículo y que puede justificar su procedencia
JUAN CANO
MÁLAGA
Miércoles, 29 de mayo 2019, 13:52
El dinero de la caravana que hace dos semanas se estrelló en Granada, cuando se dirigía hacia Málaga, ya tiene dueño. Los dos ocupantes ... del vehículo, que resultaron heridos en el siniestro, han declarado como investigados ante la Guardia Civil por un posible delito de blanqueo de capitales y han aportado detalles de su rocambolesco y accidentado viaje.
Los dos hombres, de origen lituano, declararon el jueves de la semana pasada en la Comandancia de Granada. Ambos lo hicieron asistidos por la misma abogada, la letrada Lucía Diestro. El copiloto se limitó a decir que iba durmiendo cuando se produjo el siniestro -en la A-92, a la altura de Huétor Santillán- y que no sabía nada del dinero. El conductor, en cambio, ha reconocido a los agentes que el dinero era suyo, aunque las cifras no coinciden. En el recuento, los investigadores comprobaron que había 680.000 euros, que es la cantidad que se ha depositado en las dependencias del Banco de España en Málaga. Sin embargo, el individuo asegura que había más de un millón, según fuentes cercanas al caso. También sostuvo que puede justificar su procedencia.
Al parecer, parte del montante provendría de «préstamos» de otras personas. Según declaró, ha ido trayendo poco a poco el dinero de su país. El 4 de mayo, nada más llegar a España en su último viaje, compró la furgoneta. Sobre su acompañante, dijo que se conocían de hacer deporte. El conductor manifestó que había guardado el dinero porque lo quería para «invertir» en la Costa del Sol, adonde se dirigían cuando tuvieron el accidente. Los billetes, en fracciones pequeñas, estaban guardados dentro del horno situado en la cocina de la caravana. Tras su declaración, los agentes le devolvieron la documentación y el hombre ya ha regresado a su país, aunque el dinero se ha quedado en el Banco de España hasta que se acredite su legítima procedencia. Para evitar el blanqueo de capitales, la norma limita a 100.000 euros el dinero máximo que se puede transportar por el territorio nacional sin permiso, cifra que se reduce a 10.000 si el dinero se lleva a otro país.
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