La subasta del barco ruso se paraliza, mientras la deuda contraída con el puerto de Motril supera el millón
El recurso presentado por acreedores retrasa la venta del carguero, valorado en 3,5 millones de euros, y a la Autoridad Portuaria le preocupa que la puja no cubra los gastos
p. garcía-trevijano
Motril
Viernes, 24 de enero 2020, 01:33
La travesía del Zapolyarye, el carguero ruso abandonado en Motril con los marineros a bordo desde septiembre de 2018, se alarga para el puerto. El ... Juzgado de lo Mercantil autorizó a la Autoridad Portuaria la venta del barco en diciembre. El puerto esperaba que a principios de 2020 la subasta del carguero de 180 metros de eslora pusiera fin a la pesadilla particular de los tripulantes, que siguen 'atrapados' en la nave sin poder abandonarla hasta que el expediente se resuelva, y además recibir así la compensación económica por todos los gastos que ha supuesto para el puerto que el barco atraque en la dársena granadina. Con el dinero que se obtendrá de la venta se pagarán las tasas portuarias, las deudas con los proveedores, los salarios de la tripulación y los bienes restantes pasarán al Estado y al Tesoro Público .
La Autoridad Portuaria contrató una empresa externa para la tasación. Los peritos estimaron que el valor del barco es de 3, 5 millones de euros, incluido el cargamento de sal, y el puerto confiaba poder convocar al consejo de administración para finalizar el expediente de abandono y proceder a la venta. Sin embargo, el recurso presentado por uno de los acreedores del carguero al procedimiento de subasta ha dado al traste con sus planes. Si el recurso no se resuelve con celeridad la venta del barco no dará para hacerse cargo de las tasas portuarias y las deudas que ha obtenido la naviera MSCO, la antigua propietaria del carguero, con los acreedores. Mientras tanto, la deuda que ha contraído por todos los servicios portuarios asciende a 1, 6 millones de euros. El Zapolyarye debe además 500.000 euros a una empresa en sal, carga que transportaba a Siberia cuando la naviera quebró, y además tiene otros dos expedientes de embargo en los juzgados de Granada. Un lastre que si no se libera pronto dejará un gran agujero tanto para el puerto como para tripulantes y el resto de acreedores.
El requerimiento interpuesto es contra el procedimiento administrativo elegido por la Autoridad Portuaria para proceder a la subasta. El puerto espera que el recurso se resuelva «pronto» y de forma favorable para poder continuar con la venta del carguero.
La Autoridad Portuaria tiene total seguridad en que el método que han utilizado, avalado por un informe del abogado del estado y en conformidad con la Ley de Puertos, es el correcto y el más rápido para garantizar la solución del conflicto.
«Queda pendiente que el juzgado resuelva un recurso presentado para automáticamente convocar al consejo de administración y finalizar el expediente de abandono y proceder a la subasta», explican.
«Cada mes que pasa el barco vale menos y los marineros están en mal estado. No cumple con la tripulación mínima que exige capitanía. El barco se está convirtiendo en un problema para la seguridad del puerto», afirman.
Empresas interesadas
No ha salido a la venta, pero el Zapolyarye tiene pretendientes. Varias navieras internacionales han puesto sus ojos sobre el buque y esperan a que el barco se ponga a la venta para echarle también el guante. El puerto de Motril recibió la nave el 19 de septiembre de 2018. El barco ruso estaba en concurso de acreedores y sólo tenía seis toneladas de combustible, insuficiente para poder navegar.
El carguero vino de Ceuta, donde estuvo fondeado más de dos meses, ya que en su puerto no cabía por calado. La quiebra de la naviera dejó a 150 tripulantes de MSCO atracados en otros puertos del mundo, algunos de ellos en Avilés, donde el barco ya ha salido a la venta por 3, 8 millones de euros.
La situación de los marineros a bordo es «deplorable»
La venta del navío «urge» por la seguridad del barco y por la «deplorable» situación que atraviesan los tripulantes. Aún quedan 7 marineros en el carguero. En octubre varios tripulantes desistieron y volvieron a Rusia con la ayuda de una naviera de Motril y el sindicato de transportistas ITF. El Zapolyarye incumple con el personal mínimo para garantizar su seguridad. En agosto Capitanía Marítima y Subdelegación de Gobierno autorizaron que la tripulación de seguridad bajara de 15 a 8 tripulantes. Los marineros pidieron auxilio en verano al sindicato de transportistas, después de quedarse sin luz en el carguero y sin la paga semanal para comida. Fuentes portuarias mantienen que ahora sólo pueden encender la luz un par de horas al día y les faltan recursos.
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