Los socorristas se formarán para mejorar la respuesta frente a fenómenos como el que azotó la Costa
Al menos 82 personas tuvieron que recibir auxilio y 120 embarcaciones fueron asistidas en su llegada al puerto
Las empresas de socorrismo de la Costa Tropical perfeccionarán su respuesta ante fenómenos adversos como el reventón cálido que azotó el litoral el pasado domingo. ... La evacuación en pocos minutos en tierra y mar de miles de personas fue clave para evitar daños personales. Aún así los servicios practicarán sus protocolos o ampliarán su formación para proteger a los bañistas. «Nunca nos habíamos enfrentado a rescates múltiples de estas magnitudes. Podría haber ocurrido una desgracia», confiesan en Motril, Torrenueva Costa y Salobreña, las localidades más azotadas por los dos tornados y la manga marina.
Los servicios de socorrismo tuvieron que auxiliar al menos a 75 personas para que pudieran salir del agua, a la vez que desalojaban a los miles de usuarios congregados en los arenales. Mientras tanto, en el puerto de Motril, tanto el Club Náutico como Marina Motril asistieron la llegada de 120 barcos de recreo. Por su parte, Salvamento Marítimo y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, así como algunos particulares, rescataron al menos a otras siete personas que se encontraban a la deriva. El dispositivo de búsqueda se mantuvo hasta la madrugada del lunes y las tripulaciones de la Salvamar Gienah y el helicóptero rastrearon la costa para cerciorarse que entre los numerosos objetos flotantes a varias millas de la orilla no había náufragos.
En Motril, la empresa Cooperación 2005 en Motril auxilió al menos a 30 personas del agua y en Carchuna-Calahonda fueron otra decena. El coordinador, Francisco Alfonso Valverde, califica lo vivido de «caótico». «Los patrones pensaban que había un incendio por el calor abrasador que se levantó y parecía que había una nube de humo hasta que vieron cómo a los bañistas se los llevaba el aire mar adentro», apuntó a IDEAL. El socorrista Javier Márquez Ruiz peinó con la embarcación las zonas más conflictivas de Motril, mientras que en tierra los socorristas se echaron al agua sin apenas ver qué pasaba para ayudar a salir a los que no podían.
«Fue una locura. Salimos de las torres y de las bases para desalojar la playa. Los niños de un yate que estaba fondeado caían al agua y era imposible nadar varios metros seguidos sin pararte por el viento», subraya Jorge Ortega, socorrista de Motril. «Pedí a algunos bañistas que se agarraran bien a la boya mientras llegaba nuestra embarcación porque no dábamos para más. Yo pude salir del agua porque me recogió un empleado de Awa», resume el joven. La empresa señala que, una vez superado el susto, evaluarán de qué forma pueden mejorar su respuesta ante estos fenómenos impredecibles.
La alcaldesa, Luisa García Chamorro, añade que se estudiará por parte del área de Seguridad Ciudadana si desde el Ayuntamiento se toma alguna medida adicional. «Se actuó muy rápidamente y el reventón se produjo antes de que el servicio de socorrismo abandonara las playas. La toma de decisiones fue acertada y afortunadamente los daños han sido mínimos y podremos seguir disfrutando del verano», añade.
En Torrenueva se vivieron instantes de pánico dado a que desaparecieron cerca de 13 bañistas. Afortunadamente, fueron encontrados y, el equipo de socorrismo pudo replegarse a las 22.30 horas de la noche. Aún así, un contingente se quedó activado y alerta por si debían ayudar en alguna actuación adicional, según explica Fernando Morales, responsable de Protección Civil y del servicio de socorrismo del municipio. «En la playa evacuamos a 5.000 personas con rapidez. Estamos preparados para desalojar las playas, empleamos la megafonía y a nuestros socorristas a pie de playa. Igualmente, como estamos en continua formación, estudiaremos cómo implementar nuestra respuesta», dice.
En la localidad de Salobreña los socorristas tuvieron que sacar del agua a 13 adultos y 9 menores de edad. Souhail Bakkail, responsable de la empresa de socorrismo, agradece a los ciudadanos su colaboración. «Vamos a practicar con todos los socorristas y la próxima vez pondremos la bandera roja de forma automática», sentencia. En Almuñécar, el reventón térmico no se dejó notar con tanto impacto y los servicios de playas no tuvieron que rescatar a ningún bañista, según explica Lucia González, concejal de Playas.
Frenesí absoluto en el puerto de Motril, donde el Real Club Náutico y Marina Motril atendieron la llegada de 120 embarcaciones. «Nunca había visto nada igual y llevo 30 años aquí. Coordinamos la entrada de todos los barcos para evitar accidentes y por seguridad de los marineros, algunos se tuvieron que resguardar detrás del espigón», comenta Moisés Gallardo, trabajador del club. Juan Pedro Gálvez, marinero con 20 años de experiencia, vivió momento de tensión su familia. «Tardamos una hora en llegar a puerto desde Playa Granada. No se veía nada era todo una nube de tierra. Esto es impredecible, pero no hay que tener miedo, solo prudencia», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión