Condenan a una mujer en Granada a pagar casi 18.000 euros a su exmarido por inventarse un puñetazo
La acusada recurrió la sentencia que le impuso un año de cárcel y la Audiencia ha ratificado la pena porque su testimonio fue falso
Tuvo un derrame en un ojo y se inventó que su exmarido le había dado un puñetazo tras agarrarla fuertemente de los brazos. Cuando ... el caso llegó a juicio, el juez no la creyó, la condenó. Ahora la Audiencia de Granada ha avalado las conclusiones del magistrado y ha ratificado la pena impuesta: un año de prisión, multa de 1.200 euros y casi 18.000 de indemnización (17,915,48) para su exesposo.
IDEAL ha tenido acceso a la resolución, dictada por la Sección Primera del tribunal provincial, fechada el 27 de septiembre y que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo (TS). En ella, los magistrados de Plaza Nueva respaldan las conclusiones del juez que resolvió este asunto, el titular del Juzgado de lo Penal 4.
En su fallo, el juez consideró probado que el 2 de junio de 2015 la acusada, M. P. Q., denunció ante la Policía Nacional haber sufrido en la madrugada del 1 de junio de ese mismo año una agresión física por parte de su entonces marido J. I. C., consistente en un «puñetazo en el ojo derecho», a la vez que la «cogía fuertemente por los brazos». Y formuló tal denuncia, según el juzgador, «a sabiendas de su falsedad y siendo plenamente consciente que los hechos denunciados no se correspondían con la realidad».
Su testimonio puso en marcha la maquinaria judicial. El hombre fue detenido y se incoó contra él un procedimiento penal en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada. En su marco, la mujer llegó a formular acusación por un posible delito de maltrato familiar, pero su denuncia acabó en una sentencia absolutoria hace cuatro años. La dictó otro juez de lo Penal de Granada, el magistrado Antón Henares, quien concluyó que sus afirmaciones, que la mujer ratificó en la vista, no se correspondían con la realidad.
A raíz de ahí, el hombre, que llegó a pasar por los calabozos y a llevar la etiqueta de maltratador, se personó en la causa que se abrió contra ella y fue condenada como autora de un delito de acusación falsa y falso testimonio. Disconforme con su castigo, la mujer recurrió ante la Audiencia, alegando que el juez podría haber errado a la hora de valorar las pruebas.
La sentencia recuerda que el magistrado tuvo en cuenta las declaraciones de los testigos que al día siguiente del supuesto puñetazo la vieron cuando acudió a la oficina de su exesposo. Estos «no apreciaron lesión alguna» en sus brazos. Aparte, el médico que la reconoció aunque indicó en su informe «traumatismo» en un ojo, también especificó que presentaba un «derrame hemático subconjuntival».
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