«Cuando compré mi casa busqué una que no me obligara a pasar por la Circunvalación»
Transportistas, profesores de autoescuela o taxistas se enfrentan cada día al colapso de la autovía
A la espera de una segunda Circunvalación sin fechas en el horizonte, con los distribuidores VAU aparcados y el 'cierre del anillo' de nuevo sobre la mesa pero sin plazos ... , quienes cada día tienen que moverse entre Granada y el área metropolitana deben optar por el transporte público o resignarse a atravesar una vía colapsada. Hay quien llega a elegir su nuevo hogar teniendo en cuenta el tráfico.
María Cueto buscaba casa -con tres dormitorios- en Granada y desde el primer momento tuvo clara una premisa: debía estar situado en la mitad Norte de la capital, para esquivar el paso por la A-44 a la hora de ir al 'tajo'. «Descarté cualquier cosa que me obligara a cruzar la Circunvalación para ir al cole de los niños o al trabajo, sólo busqué de la Circunvalación hacia arriba», señala. El Fargue, Peligros o Pulianas fueron algunas de las opciones. Finalmente se decantó por Jun, bien conectado a través del distribuidor norte.
Otros tienen que convivir día tras día con el bullicio automovilístico de este tramo de A-44. Ramón Alcaraz, presidente de la gremial del taxi de Granada, tiene la opción en determinados momentos del día de 'regatear' el atasco, porque los taxis pueden atravesar la ciudad a través del eje Gran Vía-Constitución. «Nosotros nos avisamos. Cuando un compañero ve que hay un incidente comunica con la central y ella nos avisa a nosotros», explica. No obstante, han detectado menso bullicio, «un descenso del tráfico a ciertas horas». «El metro está funcionando a pesar de lo que muchos dijeron», agrega.
Para José Blas, presidente en Granada de la Confederación Nacional de Autoescuelas, circula «a contracorriente» para ir al trabajo, sin meterse en el atasco que se genera en sentido contrario. «Pero una vez que cojo al alumno y voy en coche padezco la autovía a diario, unas veces la encuentro de una manera y otras de otra», cuenta. No obstante, trata de programar las clases para evitar el atasco… O bien forzar al alumno a que entre en él, pues tienen que acostumbrarse a todas las situaciones de conducción. «La Circunvalación tiene un problema en cuanto a siniestralidad, pero no por ser la nuestra, sino cualquier tipo, sobre todo cuando hay mucha densidad porque se suele guardar poco la distancia de seguridad», especifica.
El conductor se confía al pensar «que vamos lentos», así que aumenta el riesgo de colisiones por alcance, las más habituales en la Circunvalación. Ramón Alcaraz advierte de otro problema: «En esta ciudad creo que en general no somos buenos circulando».
Cuando hay accidente llega el 'efecto mirón', como apuntan desde la Policía Local de Granada. Somos «curiosos por naturaleza», opina José Blas, de ahí que los conductores aminoren la marcha, en cualquier sentido, para ver qué ha pasado». El profesor insiste en la necesidad de aumentar la distancia de seguridad y evitar el 'efecto mirón'. «A veces todo acaba en una colisión 'de chapa', pero otras veces son latigazos cervicales o algo más…»
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