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Carteles de alquileres de pisos en Granada. ALFREDO AGUILAR
«No te alquilo el piso siendo gitano ni aunque fueras Julio Iglesias»

«No te alquilo el piso siendo gitano ni aunque fueras Julio Iglesias»

Entre los casos de racismo inmobiliario registrados en Granada, hay tres que destacan sobre el resto

DIEGO CALLEJÓN

GRANADA

Jueves, 15 de noviembre 2018, 19:54

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De entre los numerosos casos de racismo inmobiliario registrados en Granada a lo largo de 2017 y 2018, Manuel Martín García, el Defensor de la Ciudadanía en la localidad nazarí, destaca dos por encima del resto. En ambos, asegura, acabó mediando él mismo para lograr que los arrendadores razonaran, superaran sus prejuicios y acabaran admitiendo a las personas interesadas.

El tercer caso que se uniría a esta lista es un suceso que tuvo lugar en septiembre de 2017 y que adquirió una relevancia nacional al ser denunciado por Dina Bousselham, la Secretaria de Comunicación de Podemos en Madrid.

Las denuncias al Defensor del Ciudadano

El primero de los dos casos más graves que ha recibido el Defensor de la Ciudadanía data precisamente de este año 2018. Según se explica, un arrendador negó la entrada a una familia gitana de Granada que presentó «nóminas de trabajo y todos los documentos necesarios» para entrar a vivir en la vivienda. No obstante, al quedar con ellos, el casero se retractó y le dijo las siguientes palabras a un miembro de la familia: «no te alquilaría el piso siendo gitano ni aunque fueras Julio Iglesias». En aquel caso, el Defensor de la Ciudadanía medió, habló con el arrendador y logró que los citados inquilinos pudieran vivir allí.

Otro caso de gravedad registrado por el Defensor tuvo lugar en 2017, cuando «una señora española con acento andaluz que vive en Granada desde los seis años» fue víctima también del racismo inmobiliario. «Ella vio el piso por Internet y las dos partes se pusieron de acuerdo. Al pedirle el nombre, el casero detectó que la mujer tenía apellidos musulmanes, y, sin verse las caras, le dijo al instante que ya estaba alquilado», explica Martín. En este sentido, el Defensor de la Ciudadanía añade que «es un caso más común de lo que parece» y que, en ocasiones, «no solamente discriminan por el aspecto físico, sino también porla nacionalidad de los progenitores».

Una denuncia viral

También en 2017, concretamente en septiembre, una denuncia por racismo inmobiliario en redes sociales obtuvo más de 20.000 reacciones, volviéndose viral. El caso, localizado en Granada, mostraba la conversación de 'whatsapp' de una posible inquilina con la casera y otra charla posterior con una amiga de la interesada en el alquiler. A la primera, la propietaria le dijo que el piso estaba completo cuando se enteró que era de Tánger. Unos minutos después, esta misma propietaria ofrecía varias habitaciones libres a una segunda interesada, que afirmaba ser española.

Esta conversación de 'whatsapp', difundida por medio de capturas de pantalla, dio la vuelta a España tras compartirla Dilma Bousselham, por entonces responsable de Migraciones de Podemos en la Comunidad de Madrid.

En la primera de las capturas de la conversación, podía leerse la charla entre posible inquilina y arrendadora. En dicha conversación, la primera respondía a una pregunta afirmando ser una «estudiante y migrante» que «buscaba piso en Granada». A continuación, la arrendadora cuestionaba la nacionalidad de la interesada. «Disculpa, ya tengo el piso completo», le respondía al saber que procedía de la ciudad marroquí de Tánger.

En la segunda captura, se reflejaba otra conversación que tuvo lugar cinco horas después, según Bousselham. En ella, una amiga de la estudiante extranjera recibía esta respuesta de la casera: «¿Cuántas sois? Quedan libres dos habitaciones libres. El piso tiene cuatro».

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