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Alhambra Venture | Punit Aggarwal: «Ser líder de una empresa es solitario y complicado»

Punit Aggarwal: «Ser líder de una empresa es solitario y complicado»

El asesor de Founder Bay les ha preguntado a los emprendedores asistentes a Alhambra Venture qué tipo de líder quieren ser y les ha matizado que un líder, para él, es aquel que se ajusta y se adapta a las necesidades de cada momento concreto

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Miércoles, 3 de julio 2019, 12:44

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Punit Aggarwal, exjefe de desarrollo de emprendimientos de Google y asesor de Founder Bay, ha expuesto en la sexta edición de Alhambra Venture, cómo ser el líder de una empresa, algo que ha definido como «solitario» y «complicado» y un trabajo en el que hay que responder a una pregunta: «¿cuál es el siguiente paso hacia mi sueño?». Aggarwal ha explicado que en su trabajo como coach la mayoría de consejeros delegados con los que ha trabajado no sabían responder a esta pregunta, pero les ha recordado a los empresarios e inversores presentes en Alhambra Venture que «como seres humanos» se debe tener la capacidad para entender «qué es lo que realmente importa», algo para lo cual habrá que saber cómo definir el éxito y determinar cuál es siguiente paso para conseguir ese sueño.

El asesor de Founder Bay les ha preguntado a los emprendedores asistentes a Alhambra Venture qué tipo de líder quieren ser y les ha matizado que un líder, para él, es aquel que se «ajusta» y se «adapta» a las necesidades de cada momento concreto. En este contexto ha explicado que actualmente existe «demasiada información y tenemos que simplificarla».

Los líderes del siglo XXI, en opinión de Punit Aggarwal, deben contar con tres niveles de liderazgo, pero seguidamente ha matizado que es «muy difícil» encontrar a un líder que cumpla con los tres requisitos. En esta argumentación ha puesto como ejemplo el caso de un bebé que tiene la capacidad de utilizar un teléfono móvil de muchísimas maneras mientras que los adultos tienen ya muy marcada la forma en la que se debe usar. Esa «curiosidad» que tiene el bebé, ha proseguido Aggarwal, es la que finalmente «nos conduce a las pasiones» y es en ese acto de compartir en donde «se escucha a los demás y se permite que los demás se beneficien recíprocamente del conocimiento que se tiene».

Punit Aggarwal ha remarcado que los tres pilares esenciales para que un líder funcione de forma eficaz son los atributos, las acciones y la actitud. Entre los atributos se debe encontrar esa «capacidad para ser curiosos, descubrir y amar», que es la que ha permitido al mundo, desde sus antepasados, «promocionar». «Nuestros ancestros tenían curiosidad por descubrir y eso es amor, porque quieren que las nuevas generaciones se beneficien de ello», ha analizado Aggarwal, que ha añadido que el último peldaño de estos atributos es «tener un sueño», algo que ha considerado «el derecho de cualquier ser humano».

En el campo de las acciones ha puesto el ejemplo de los atletas que hacen tres cosas: descansar, entrenar y rendir. Punit Aggarwal se ha mostrado contrario al perfil de líder que se dedica continuamente a rendir, algo que ha considerado que tiene que ver con «muchos detalles». «El mundo de los negocios no ha adoptado este modelo, esta filosofía de los atletas y pasan mucho tiempo intentando rendir», ha afirmado para luego recordar que las acciones nos deben permitir llegar a un estado en el que se pueda «volar», algo para lo cual previamente se debe trabajar en «años de formación previos» a esa acción de «volar».

Por último, se encuentra la actitud. En este campo ha analizado que tres palabras que suele escuchar bastante entre los consejeros delegados y responsables de empresas es el temor, la inseguridad y la sobrecarga. Punit Aggarwal ha hecho hincapié en la necesidad de los empresarios de convertir el temor, la inseguridad y la sobrecarga en lo contrario, generando «confianza» para que el futuro y el desarrollo de la empresa fluya con naturalidad.

Con estos tres pilares sobre la mesa del líder, llega el momento de combinar estos elementos para funcionar a diario. Este trabajo es el que permite crear un comportamiento, una cultura y, en definitiva, una personalidad «que nos hace ser los mejores líderes a la hora de tomar decisiones». En este contexto ha contado que cada ser humano tiene a diario unos 80.000 pensamientos y la forma en la que estos se canalizan «y la elección de los buenos» es lo que nos permite adoptar finalmente buenas decisiones.

«He visto a grandes consejeros delegados que trataban igual a hombres y mujeres y que empatizaban con jóvenes y mayores. Hay que intentar hablar con todas las personas y hay que tener una perspectiva más profunda, que el consejero delegado se pueda levantar, ver a su equipo y a su familia, que vea que en el planeta hay millones de personas más, y que se sienta importante dentro del planeta. Si pensamos que todo esto se puede conseguir, todo cambia», ha concluido Punit Aggarwal.

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