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María Pérez se proclama campeona del mundo
Mundial de Budapest ·
La marchadora de Orce obtiene su primera medalla de oro del mundo tras un cambio de ritmo devastador a los 15 kilómetros y asegura su plaza en los Juegos Olímpicos de París
De Orce a lo más alto del planeta, María Pérez se proclamó campeona del mundo de 20 kilómetros marcha en Budapest (Hungría) como la primera ... en conseguirlo en toda la historia del atletismo español. La marchadora granadina obtuvo la primera medalla de oro a nivel mundial de su vida a los 27 años tras haber sido campeona de Europa en 2018 y cuarta en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio. La emoción la desbordó por completo al atravesar la línea de meta, rota en llanto sobre la moqueta de la Plaza de los Héroes de Budapest, al recordar todo el sufrimiento del año 2022 en el que fue descalificada por los jueces tanto en el Mundial de Eugene como en el Europeo de Munich por entender que su técnica era irregular. Ahora, con su conquista en Budapest, asegura su plaza en los Juegos de París en 2024, su mayor ilusión.
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Principal favorita al título al acudir como la líder mundial del año, y presentada como tal, María Pérez integró un grupo de hasta siete candidatas que permaneció prácticamente inalterable durante 15 kilómetros, hasta que la de Orce decidió reventar la carrera. Hizo un primer amago a los 10, sin que sus rivales se le separasen, y no tardó en asestar el golpe definitivo para hacerse con el título en este Campeonato del Mundo de Budapest con una marca de 1:26:51. Sacó 25 segundos a la segunda clasificada, la australiana Jemima Montag, plata con 1:27:16; y y 35 a la tercera, la italiana Antonella Palmisano, bronce con 1:27:26. La también española Antía Chamosa fue vigesimonovena con 1:34:20. La medalla de oro de María Pérez se unía así a la conquistada el día anterior por Álvaro Martín en la misma prueba; ambos, además, doblarán en la de 35 kilómetros, distancia en la que la de Orce marcó un nuevo récord del mundo el pasado mes de mayo.
🚨 ¡MARÍA PÉREZ CAMPEONA DEL MUNDO DE 20KM MARCHA!
— atletismoRFEA (@atletismoRFEA) August 20, 2023
No me pellizques que quiero seguir soñando 😍
INCREÍBLE 😱#EspañaAtletismo #PasiónPorCompetir
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María Pérez marchó los primeros kilómetros tras el liderazgo que se fueron alternando la china Jiayu Yang (con el récord del mundo en 20 kilómetros desde 2021), la peruana Kimberly García León (campeona del mundo en 20 y 35 kilómetros en 2022), la italiana Antonella Palmisano y la australiana Jemima Montag al frente de un grupo de siete competidoras destacadas. Protegida del sol por unas gafas de sol enormes y del calor por gorras con hielo, la de Orce fluía con la misma naturalidad que antes de que la obligasen a modificar su técnica.
Fue a los diez kilómetros cuando, y pese a que nadie se atrevía aún, María Pérez amagó con un primer cambio de ritmo. Ya se había colocado a la par de Kimberly García León, aunque sin llegar a rebasarla, y dejó de marchar por el exterior para hacerlo por el centro del grupo. Aceleró antes de la curva tras la que se encontraba el puesto de avituallamiento, lo que sorprendió a sus rivales al punto de que la italiana Palmisano incluso resbaló. Sin embargo, tanto García León como Montag la siguieron sin despegarse lo más mínimo y Palmisano incluso se puso en cabeza para quitarse el susto. En una de esas, María Pérez tuvo incluso que pedirle a la mexicana Alegna González que mantuviese la distancia con ella y no la molestara.
Confiadísima en lo que estaba haciendo, María Pérez esperó otros cinco kilómetros para dar un nuevo cambio, otra vez justo antes del puesto de avituallamiento, para irse en cabeza. Solo Montag se atrevió a seguirla esta vez, aunque pronto comprendió que no iba a resistir ese ritmo a 4:05 y 4:06 minutos cada vuelta. La granadina abrió distancia a lo bestia, inalcanzable, con un poderío impresionante. Ya en el último kilómetro, María Pérez tuvo tiempo de regodearse, de reír y saludar, de pararse para abrazar a su entrenador, Jacinto Garzón, e incluso buscar la bandera española más grande posible de entre todas las que le ofrecieron. Repartió besos en la última recta y atravesó la meta andando, a lo campeona, antes de derrumbarse en llanto, desconsolada, sobre la moqueta de la Plaza de los Héroes sin olvidarse de lo mal que lo había pasado apenas unos meses atrás.
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