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El grupo acaricia en la plaza de toros la testuz y cuernos de un toro disecado

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El grupo acaricia en la plaza de toros la testuz y cuernos de un toro disecado Clara Cerezo

La otra manera de ver los toros

Personas con discapacidad visual viven una experiencia única en el coso capitalino

maría dolores martínez

Granada

Viernes, 21 de junio 2019, 14:12

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Al margen de las grandes faenas, de las gestas o de las puertas grandes que estos días se sucedan en la Monumental de Frascuelo, cinco figuras del ruedo de la vida y de la superación, triunfaron ayer con fuerza en el coso capitalino por todo lo que sintieron e hicieron sentir a los que tuvimos la fortuna de presenciar esta actividad pionera en España que ha representado 'La Tauromaquia a flor de piel', impulsada por la Fundación del Toro de Lidia en Granada y Ciudad Accesible-ONCE. Se materializaba así el Proyecto TauroAccesible de esta fundación, que tiene como finalidad acercar la cultura de los toros a aquellos colectivos con necesidades especiales.

De esta forma, cinco personas con discapacidad visual: Carmen Fernández, Conchi Mataix, Miguel Machado, Curro Rodríguez e Irene Reina, sentaban todo un precedente al acercarse a una plaza de toros y percibir mediante el tacto y el oído todas esas sensaciones que hacen del toreo un arte único y especial.

Durante más de dos horas, el grupo tuvo la ocasión de visitar por la mañana todas las dependencias de la Monumental de Frascuelo, mientras escuchaban con enorme atención las explicaciones del periodista y responsable de comunicación de la FTL en Granada, David García Trigueros, y le preguntaban también todas sus inquietudes. En esta primera parte de la actividad la acústica de la plaza, el eco, la percepción de los espacios, los cambios de temperatura mientras pasaban de una a otra instalación, el tacto de los burladeros, del albero, de parte de la sangre que aún quedaba en el piso de la tarde anterior, de las varas de los picadores y de los equinos en las caballerizas, llamaron poderosamente la atención. Por lo que respecta a la arquitectura de la plaza, Irene Reina declaraba a este medio que, aunque sólo puede percibir volúmenes –«el de mi madre lo reconozco enseguida»– reconocía cariñosamente junto a su progenitora que lo que más le había impresionado había sido «la arquitectura de la plaza y, por supuesto, acariciar los caballos». Un amor por los animales heredado de su abuelo cabrero y de haber dado el biberón de pequeña a los borreguillos.

Pero las emociones más intensas vinieron cuando Carmen, Conchi, Migue, Curro e Irene tocaron por vez primera un terno de luces y se recrearon en el tejido, los bordados, los alamares y los machos, y también cuando palparon la testuz y los cuernos de un toro disecado, mientras el novillero granadino Aquilino Girón les explicaba todo el ritual y también los pormenores de su profesión. «Me ha hecho una ilusión enorme», nos comentaba Curro, quien, al igual que Conchi, se mostraba «encantada». Y muy feliz mientras se encajaba la chaquetilla e improvisaba posteriormente unos sentidos lances con el capote.

Más efusiva fue Carmen, quien a sus cerca de 82 años soltaba un «¡Muchas gracias guapetón!» y daba emocionada un beso al compañero David García Trigueros tras haber tocado por vez primera un traje de luces. Ciega desde los tres años por una bomba, declaraba, acompañada por su esposo Manolo, buen aficionado y seguidor de 'Toros para todos', que para ella todo aquello era un sueño y que lo que más admiraba de este mundo era «el valor del torero para ponerse delante de esos bichos tan grandes».

En el caso de Aquilino Girón, que este domingo actúa en el último festejo del abono, esa experiencia suponía un placer «por acercar los entresijos de la Fiesta a estas personas, que por unos u otros motivos no pueden ver». Una satisfacción que se unía a la «responsabilidad, ilusión y nervios de presentarme con picadores en mi tierra».

Con los trastos

Y ya metidos en faena, algunos de los participantes quisieron ir más allá y además de probarse la chaquetilla, cogieron los trastos y desplegaron su arte muleta y capote en mano frente al carretón, acompañados por Aquilino. Mientras tanto, Margarita, madre de Miguel, dedicaba a este medio unas preciosas palabras al asegurar que ella siempre apostará por «todo aquello que puede enriquecer a mi hijo. Es lo que busco siempre. Nació ciego pero ha tenido la oportunidad de sentir los toros desde pequeño porque su padre es de La Calahorra. Me siento muy orgullosa de él porque todo lo que ha demostrado, también en los campos de la música, el deporte y la fe. Le doy siempre las gracias a Dios por todo».

La última parte de la visita corrió a cargo del presidente de los festejos de la plaza de Gor, Rafael Pedrosa, quien les explicó las labores de un usía en un festejo y les dio a tocar los pañuelos que se utilizan para la concesión de las orejas y el rabo.

Especialmente orgullosos y esperanzados se mostraban las cabezas visibles de este proyecto, el coordinador en Granada de la Fundación del Toro de Lidia, Fernando Navarro, y Antonio Tejada, responsable de La Ciudad Accesible. Los dos expresaron a IDEAL su confianza en poder eliminar todas las barreras existentes para lograr que la fiesta de los toros y todo su universo sea cada vez más accesible a todos los colectivos.

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