El macabro giro en el caso del asesinato de los chicos del pantano
Fueron tiroteados y cobra fuerza el móvil sexual | El cristal del copiloto del Opel Zafira, donde descansaba la pareja, fue roto de fuera hacia dentro
ideal.es
Viernes, 6 de octubre 2017, 09:57
Las investigaciones para esclarecer el porqué de la muerte de Marc y Paula siguen su curso. Los dos jóvenes, cuyos cadáveres aparecieron en el pantano ... de Susqueda con claros signos de violencia, son el objeto de estudio de los especialistas que ya han logrado descartar algunas hipótesis y reforzar otras. Todo apunta a un móvil sexual, pero no se descartan otras opciones. Los cuerpos estuvieron más de una treintena de días bajo el agua, y por consiguiente muestran un deterioro propio del tiempo y el contacto con el pantano.
Sí ha trascendido ya, por las primeras filtraciones de la autopsia, que la joven de 21 años perdió la vida por un disparo en la cabeza. Ya se ha logrado reconstruir la trayectoria de entrada y salida de un proyectil que se busca por puntos de la orilla del embalse, según recogió ‘La Vanguardia’. Además, el cuerpo de Marc presentaba varios orificios que, en un primer momento, se pensó podían responder a heridas de arma blanca o también a disparos.
La policía científica ya ha descartado la posibilidad del robo, ya que las pertenencias de la pareja fueron encontradas en el Opel Zafira, vehículo con el que llegaron hasta el pantano y que se encontró en el agua. El dinero que Marc había sacado recientemente también se encontraba en el interior del monedero.
También se ha descartado el hecho de que fuese un crimen premeditado, a pesar del macabro plan diseñado para acabar con ellos y esconder sus cuerpos. Poca gente sabía de los planes de una pareja que apenas tenía enemigos, al menos como para cometer esta atrocidad.
Por ello, las hipótesis que restan a los investigadores es el móvil sexual. No son las únicas, pero esta es la que está gozando de mayor relevancia. Se plantea un crimen en el que participasen varias personas que quisieran aprovecharse de ellos. Es posible que les sorprendieran en el vehículo desnudos, donde iban a pasar la noche. El cristal de la puerta del copiloto se rompió de fuera para dentro.
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