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La avenida Juan Pablo II, totalmente encharcada.

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La avenida Juan Pablo II, totalmente encharcada. ALFREDO AGUILAR

Y 72 horas después, Granada volvió a ser una 'piscina'

La doble tormenta colapsó de neuvo la red de saneamiento en varios puntos de la capital y el área metropolitana

Javier Morales

Granada

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Miércoles, 9 de mayo 2018, 01:49

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Justo tres días después, decenas de calles de Granada volvieron a quedar anegadas a causa de una tormenta. El sábado, el temporal descargó 20 litros por metro cuadrado en la capital en media hora. Ayer, la tromba fue doble: 9 litros alrededor de las 16 horas y más de 16 litros a las 19 horas, según los datos de la estación meteorológica de Cartuja.

De nuevo, la calle Gonzalo Gallas recogió el agua del campus universitario de Fuentenueva y se transformó en un riachuelo que inundó comercios y bajos y arrastró contenedores. La vecina Plaza Einstein también volvió a encharcarse. Cuando amainó la tormenta, los comerciantes retiraron las barreras colocadas a las puertas de sus locales y repitieron la escena del sábado: transformaron la calle en una pasarela de escobas y fregonas, mientras bomberos y operarios de Emasagra desatascaban las alcantarillas y trabajadores de Inagra devolvían a su lugar los cubos de basura, todo ello en colaboración con la Policía Local. El tráfico fue denso durante una hora en la zona, al igual que en la Circunvalación, donde hubo 6 kilómetros de retenciones.

Efectos de la tormenta en Einstein y Gonzalo Gallas. IDEAL
Imagen principal - Efectos de la tormenta en Einstein y Gonzalo Gallas.
Imagen secundaria 1 - Efectos de la tormenta en Einstein y Gonzalo Gallas.
Imagen secundaria 2 - Efectos de la tormenta en Einstein y Gonzalo Gallas.

Por la calle Pagés, hacia el Albaicín, fluía el agua que corrió desde la carretera de Murcia. No fue el único punto del barrio afectado: los bomberos tuvieron que acudir a una vivienda de la Carrera del Darro donde el agua impedía salir a los vecinos. Mientras, en algunas zonas de la avenida Juan Pablo II el asfalto estaba totalmente cubierto por el barro. Balsas de agua en la Chana o en la Carrera de la Virgen con Humilladero completaron la estampa en la capital. Imagen similar a la que presentaba la salida del Neptuno por la A-44, prácticamente cortada por un extenso charco. Sí quedó cerrada por completo –igual que hace tres días– el paso inferior de la Avenida de Andalucía.

En el área metropolitana, Armilla se llevó la peor parte de las tormentas. Según las fuentes consultadas por IDEAL se desbordó la Acequia Gorda en algunos tramos. La enorme balsa de agua que se concentró en el centro del municipio obligó a impedir el tránsito del metropolitano en la primera tormenta –a las 15.40– y luego en la segunda, a las 19.15. Ambas interrupciones se extendieron durante media hora, en la que el metro circuló en bucle entre Albolote y la parada Sierra Nevada.

Vídeo. El vídeo de la espectacular riada en el centro de Granada

Municipios como Alfacar, Maracena o Peligros también sufrieron la virulencia de los chubascos con aparato eléctrico, especialmente la segunda, con más lluvia y concentrada en algo más de veinte minutos.

Tanto Policía Local como Bomberos, junto a Protección Civil y personal de Emasagra e Inagra tuvieron que emplearse a fondo para revertir las anegaciones, que incluso generaron daños en algún turismo a causa de las alcantarillas que 'reventaron' por la fuerza del agua.

«Es lo de siempre»

Una de las que 'voló' fue la ubicada frente a una farmacia de Camino de Ronda, cuya entrada volvió a ser ayer un privilegiado mirador del río que pasó a ser la acera. El pasado lunes, IDEAL charló con comerciantes y vecinos del entorno de Gonzalo Gallas, Plaza Einstein y Camino de Ronda, que no dudaron en expresar su indignación por un problema que padecen desde hace décadas, y que no han solucionado las sucesivas obras en la calle.

Vídeo. Los comerciantes de Gallas y Einstein exigen medidas. J. MORALES

En el año 1995 se instaló un colector llamado a terminar para siempre con las inundaciones en este perímetro. En 2009, el Ayuntamiento levantó la calle para su reforma, e instaló nuevas alcantarillas y tuberías. Pero tampoco solventó las habituales anegaciones. Ayer, los comerciantes se resignaban al «es lo de siempre» mientras enfocaban sus mangueras al suelo para eliminar el barro, e incluso alguna rata que salió a flote de las alcantarillas.

Emasagra insistió el lunes en que la limpieza de los imbornales es periódica, en que las alcantarillas están limpias. Y anunció que está en redacción el proyecto para instalar en la zona un nuevo colector con más capacidad. Atribuye las anegaciones a que las tormentas superan la capacidad de evacuación de los instalados en la red de saneamiento.

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