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Ardan Turan lucha por el balón.
La victoria más dramática del Atlético
JORNADA 13ª

La victoria más dramática del Atlético

Los rojiblancos resolvieron de nuevo a balón parado su tercer partido consecutivo en casa

Ignacio Tylko

Domingo, 30 de noviembre 2014, 00:31

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Como casi siempre, el fiable y rocoso Atlético construido a imagen y semejanza de Simeone resolvió a balón parado el duelo marcado por las emociones extradeportivas. Mientras el campeón y el Deportivo competían sobre el césped en buena lid, un seguidor gallego se debatía en ese momento entre la vida y la muerte en un hospital madrileño tras una brutal reyerta entre hinchas radicales del Frente Atlético y de los Riazor Blues que, al parecer, se citaron a primera hora de la mañana a través de internet.

Con más empaque, más convicción, más personalidad y más argumentos, los rojiblancos ganaron con pocos apuros a un adversario demasiado defensivo y sin capacidad de respuesta para cambiar su planteamiento conservador cuando ya se vio por detrás en el marcador. Cada acción de estrategia favorable a los del Cholo se ha convertido en un drama para los rivales, a los que les tiembla todo el cuerpo cuando ven a Koke acercarse a golpear el balón con esa rosca extraordinaria. Y los madrileños atacan el balón como lobos hambrientos que van a capturar a su presa.

En esta ocasión fueron Saúl Ñíguez y Arda los que acertaron en el remate final, el canterano tras peinar antes Mandzukic y el turco tras encontrarse un rechazo y disparar desde fuera del área, pero hasta ocho jugadores entran al remate con una fe inquebrantable. Así ganaron su tercer partido consecutivo en su feudo, inexpugnable desde mayo de 2013 y donde este curso sólo el Celta ha conseguido hasta el momento sacar un punto.

Simeone volvió a dejar fuera de la convocatoria al lateral brasileño Siqueira, al que mantiene castigado desde su evitable expulsión en Anoeta, y dio galones al joven Saúl en el centro del campo en ausencia de Gabi. Como suele ocurrir cuando el Atlético juega en casa ante rivales teóricamente inferiores, apostó por Griezmann en detrimento de Raúl García. Y ordenó a Juanfran y a Arda, ambos en un excelente momento de forma, percutir por la derecha, como ante el Olympiacos. En los coruñeses, Víctor Fernández insistió en la zaga de tres centrales y exigió máxima intensidad, concentración y fortaleza en las acciones a balón parado. Consiguió el Deportivo frenar la salida en tromba de los colchoneros, con cabezazo de Mandzukic al poste incluido, y comenzar a respirar fuera de su guarida pero, como tantos otros equipos, acabó sorprendido a balón parado antes del descanso. El Atlético genera muchos saques de esquina y faltas a favor y luego es brutal porque cuenta con varios jugadores que van muy bien por arriba y disputan el balón con una intensidad y valentía encomiables. Además, Koke la pone como muy pocos en Europa. Así llegó su medido centro, el balón prolongado por Mandzukic y el remate final de Saúl Ñíguez, un jugador notable que progresó adecuadamente cedido en el Rayo.

Cerci se reivindica

En la segunda mitad, el Atlético mantuvo y amplió la victoria casi sin despeinarse porque los gallegos jamás le inquietaron. Simeone puedo rotar jugadores y ofrecer minutos al mexicano Raúl Jiménez y al italiano Cerci para que se reivindicasen sobre el césped. El ex del Torino, que durante la última concentración con la selección 'azzurra' manifestó su deseo de irse en invierno si no juega más, tocó bien, se ofreció mucho, percutió y fue ovacionado en una dramática mañana en la que el fútbol fue casi una anécdota, una excusa para que los animales se apaleasen con cita previa. Execrable.

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