El Gobierno negó el indulto hace dos meses al joven que usó tarjetas falsas

Sin embargo los cinco años de condena, según ha podido saber este periódico, no son exactamente por el pago de 79 euros con una tarjeta falsa. La Audiencia Nacional lo condenó a cuatro años de cárcel por tenencia de tarjetas de débito y crédito destinadas a su tráfico, y un año más por delito de estafa. El tribunal determina que lo hacía con dos individuos más, a los cuales les encontraron varias tarjetas falsas con las que efectuaron distintas compras.

Este periódico ha solicitado a Alejandro, desde el pasado jueves, la sentencia condenatoria, sin que el joven la haya mostrado en ningún momento para respaldar su declaración con el contenido de la resolución judicial. Sin embargo, este periódico sí pudo conocer de primera mano el contenido de la resolución a través de otras fuentes.

Sí es cierto que este joven, que ha reconocido públicamente su error, cometió este delito cuando tan solo tenía 18 años y hoy por hoy ha rehecho su vida por completo. Nadie duda de que su entrada en prisión, seis años después de aquel hecho delictivo, le destrozará la vida.

En declaraciones a Europa Press, ha explicado que fue en 2010, con 18 años recién cumplidos, cuando se dirigió a Málaga con un amigo que le dio una tarjeta con su nombre y apellidos que resultó ser falsa, con la que pagó en un supermercado bebidas alcohólicas para su acompañante y un batido de chocolate para él, por los que pagó esos 79,20 euros.

Asegura desconocer el fraude y que su amigo, hoy en busca y captura, perteneciera a un grupo dedicado a clonar tarjetas. «Era una persona de mi confianza, veinte años mayor que yo, y que me había ayudado mucho. Cuando me dijo que era una tarjeta monedero para no llevar dinero encima, con mi nombre, yo pensé que era verdad», ha dicho. Por ello, en 2015 presentó una petición de indulto ante el Gobierno que, según tuvo conocimiento ayer, le denegaron en marzo.

Su madre, Rosario Fernández, publicó hace cinco días una petición en 'change.org' que cuenta ya con el apoyo de más de 198.000 personas. Según explica la madre, su hijo «cometió un error» hace seis años.

Cuando ocurrió, indica la madre, Alejandro se presentó ante el juez voluntariamente y estuvo en el calabozo varios días. Desde entonces ha firmado en el juzgado todos los 1 y 15 de cada mes. «En ese momento él, recién cumplidos los 18 años, sólo conocía a una persona de los acusados, al cual consideraba un referente y jamás imaginaba que le iba a engañar de esa manera», mantiene la madre. «Por la enfermedad de mi marido, Alejandro estuvo ayudándonos económicamente durante un año. Yo estaba parada, y todo el sueldo que él cobraba nos lo daba, a sus 22 años», concluye la madre.