El síndrome de la cabaña y otros trastornos: así ha afectado la covid a las relaciones
La situación excepcional de aislamiento social a la que nos hemos visto sometidos ha cambiado de forma drástica la forma de socializarnos
Aida Ortiz
Granada
Sábado, 19 de junio 2021, 11:17
En marzo de 2020, la vida dio un giro de 180 grados para toda la humanidad. Un año y tres meses después, millones de personas han fallecido a consecuencia del virus ... y otros tantos han perdido a seres queridos, sus trabajos o sus negocios. Estas circunstancias afectan en mayor o menor medida a nuestra salud mental, pero más allá de la pérdida, la situación excepcional de aislamiento social a la que nos hemos visto sometidos ha cambiado de forma drástica la forma de relacionarnos y ha provocado que se incrementen los trastornos vinculados con una alteración de los patrones sociales.
Según explica a IDEAL la psicóloga Noemí Fernández, directora de ISEP Clínic Granada, la demanda de ayuda psicológica ha crecido en los últimos meses, sobre todo por trastornos de ansiedad y depresión, aunque también se incrementan las consultas para terapias de pareja y mediación en separaciones.
¿Cómo ha afectado la pandemia a nuestras relaciones sociales?
Tal y como indica Fernández, «el ser humano es eminentemente un ser social y nuestro cerebro necesita de las relaciones sociales para tener un buen funcionamiento». Algunas personas, no obstante, tienen dificultades para relacionarse, lo que les lleva a desarrollar determinadas conductas que pueden dificultar su día a día. La pandemia, además, ha contribuido a agravar estas dificultades en quienes ya las padecían y a que aparezcan por primera vez en aquellas que no habían experimentado problemas sociales antes de la crisis sanitaria.
Personas que pasaron el confinamiento solas, que se refugiaron en un individualismo hermético y que ahora tienen dificultades para relacionarse; familias que han empezado a presentar problemas de comunicación tras verse obligadas a convivir las 24 horas entre las mismas cuatro paredes e incluso pacientes que han desarrollado miedos y obsesiones, provocados por el temor al contagio, y que han derivado en el llamado 'Síndrome de la cabaña'. Estas son algunas de las situaciones más comunes que los profesionales de la psicología están encontrando en sus consultas.
«El ser humano es eminentemente un ser social y nuestro cerebro necesita de las relaciones sociales para tener un buen funcionamiento»
Noemí Fernández, directora de ISEP CLínic granada
«Se trata de una alteración de los patrones de relación que comenzó con el confinamiento pero que se ha mantenido durante más de un año y eso ha hecho que a quienes tenían alguna dificultad de base, se les haya agravado», explica la psicóloga. «Por supuesto no debemos de olvidar que mucha gente con ansiedad ha visto crecer sus niveles, por el miedo al contagio, y ha desarrollado fobias e hipocondrías», añade.
Aunque la ansiedad ha aparecido por primera vez en muchas personas, son aquellas que ya sufrían este trastorno y que tienen «pocas habilidades de afrontamiento» los que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia en cuanto a salud mental se refiere. «Para superar una situación como esta es necesario tener unas buenas habilidades adaptativas que te permitan afrontar nuevos escenarios que antes no has vivido y para las que no tienes un guión», explica Fernández. Esta carencia, sumada a la ansiedad, ha llevado a gran parte de la sociedad a buscar una guía que le aporte las herramientas para aprender a gestionar esas emociones.
«Es necesario tener unas buenas habilidades adaptativas que te permitan afrontar nuevos escenarios que antes no has vivido y para las que no tienes un guión»
Por otro lado, la soledad ha jugado un papel muy destacado durante el confinamiento y ha provocado un cambio muy negativo en la sociedad. «Unos han entrado en depresión, otros se han acomodado a esa situación y ahora les cuesta volver a relacionarse y están alistándose, e incluso hay quienes han entrado en adicciones al juego o han sido víctimas de estafas en la red al no contar con apoyo social o familiar estrecho», relata la experta.
Parejas
En cuanto a las relaciones de pareja, también se han visto afectadas por la situación excepcional que hemos vivido a lo largo del último año y las rupturas se han disparado. «En este sentido, la pandemia ha sido como unas vacaciones alargadas en el tiempo. Ya se sabe que tras los periodos vacacionales hay un aumento de las separaciones y divorcios al tener que pasar más tiempo con la familia y por tanto aquellas parejas que ya estaban en crisis terminan de gestar una ruptura que las rutinas mantenían alejada», indica.
Niños
Por su parte, los niños son los que nos han dado una «verdadera lección de adaptabilidad», según indica la directora de ISEP. «Sus cerebros son muy plásticos y esa característica les ha permitido adaptarse a todo esto mucho mejor que los adultos. Lo mejor que se hizo fue intentar volver a las aulas cuanto antes ya que de no haber sido así, sí creo que los problemas hubieran sido más graves», opina Fernández, puntualizando que «aún así, los niños han tendido a un juego algo más individual y orientado a las nuevas tecnologías y, en algunos casos han desarrollado conductas más agresivas, derivadas de ese individualismo».
Ahora es labor de los padres, añade, «propiciar el mayor número de situaciones sociales que podamos para que el juego cooperativo y social vuelva a ocupar el lugar que le corresponde en sus vidas».
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