Los incendios forestales avanzan en seis comunidades con más de 9.500 desalojados

La expansión de las llamas, en muchos casos ayudadas por fuertes vientos, obligó al confinamiento de los vecinos de varios pueblos y urbanizaciones, al desalojo de más de 9.500 residentes en enclaves de León, Zamora, Palencia, Orense, Madrid y Cádiz. También causó la muerte de dos personas, que se unen al bombero fallecido la semana pasada en Ávila en accidente de tráfico cuando se dirigía a extinguir un incendio.

Uno de los muertos este martes es un hombre de 50 años con quemaduras en el 98% de su cuerpo, que quedó atrapado el lunes al ayudar a un amigo a salvar los caballos de una hípica de Madrid. Fue devorado por el potente fuego originado en Tres Cantos, que ha terminado arrasando 1.500 hectáreas de pastos y matorral. El otro es un voluntario de 35 años, que trabajaba con una desbrozadora en tareas de extinción y fue alcanzado por las llamas en Nogarejas (León).

Asimismo, más de una docena de personas resultaron heridas, la mayoría por quemaduras o inhalación de humo. Entre ellos, cuatro brigadistas que trabajaban en la provincia de Ourense, donde 12 fuegos aún sin extinguir han calcinado más de 5.100 hectáreas así como dos compañeros del voluntario muerto en Nogarejas. Otros seis son vecinos de Abejera (Zamora), que seguían allí pese a ser sido evacuado el pueblo.

La multiplicación de incendios, con más de una veintena en la última semana y por encima de las 25.000 hectáreas arrasadas por las llamas, llevó al Ministerio del Interior a declarar la fase de preemergencia del Plan Estatal General de Emergencias para coordinar con más eficacia el despliegue de recursos del Estado en ayuda de las autonomías. Con igual fin se reunió el Comité Estatal de Coordinación y Dirección para incendios forestales, con asistencia de Transición Ecológica, Defensa y las fuerzas de seguridad.

La medida, que no afecta a las competencias autonómicas, permite al Gobierno iniciar un procedimiento de comunicación reforzada con los centros de emergencia y prevenir con más precisión su posible evolución, así como movilizar en caso necesario en su apoyo los diferentes recursos de la Administración General del Estado. Entre ellos figuran medios aéreos de extinción y brigadas contra el fuego desplazadas en los incendios de León, Ourense, Madrid, Toledo, Extremadura y Tarifa, además de un millar de efectivos y equipamientos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

De igual forma, 5.000 agentes de Policía y Guardia Civil colaboran en la extinción de incendios, en el control de las carreteras de estas zonas, en las evacuaciones y en la detención de posibles pirómanos. De hecho, en esta última ola han sido arrestados cuatro personas como presuntos responsables de varios de ellos. Este martes lo fue un hombre en Ávila, que trabaja de forma temporal en tareas de extinción, por provocar el fuego de Cuevas del Valle, que quemó 2.200 hectáreas, para ser contratado.

También fue detenida una mujer de 63 años en Muxía (Coruña), como presunta autora de cinco incendios. La misma suerte corrieron un hombre de 28 años por un fuego en Canibelos y la semana pasada otra mujer por un incendio en Celanova, ambos en Ourense. Además, se cree que el autor del fuego de Caños de Meca (Cádiz) sería un hombre hospitalizado con quemaduras en las manos.

El monarca Felipe VI está en «contacto permanente» con el Gobierno y recibiendo toda la información de última hora que se está produciendo sobre la situación de los diferentes incendios que afectan a poblaciones de toda España, según fuentes de la Casa Real. Posteriormente habló por teléfono con los presidentes de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía para disponer de la mayor información posible sobre los fuegos que asolan estas comunidades autónomas, al igual que tenía previsto hacer lo mismo con el presidente de la Xunta de Galicia.

Las llamas se extienden por toda la mitad oeste de la península, pero dos regiones son las más afectadas, Castilla y León y Galicia. La primera terminó este martes con nueve incendios forestales vivos y a 6.500 vecinos desalojados de sus casas. La mayoría de los siniestros se concentran en León, donde el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas estaba ya perimetrado en un 80%, y Zamora, donde se lucha contra los dos más graves, con ocho pueblos desalojados y las llamas fuera de control.

El más dañino es el incendio de Molezuelas de Carballeda, con 3.500 hectáreas arrasadas, y donde el avance de las llamas ha obligado a evacuar los municipios de más de una veintena de localidades, entre ellas Congosta, Villageriz, Alcubillas de Nogales, Fuente Encalada, Carracedo y San Pedro de la Viña. En la misma provincia se expande el incendio de Puercas, que forzó a desalojar ese pueblo y Ferreruela de Tábara. Un tercer fuego en Cervera de Pisuerga (Palencia) forzó a desalojar la Abadía de Lebanza y a confinar El_Campo y Lebanza.

El segundo epicentro de las llamas es Galicia, con doce incendios vivos, ocho de ellos en la provincia de Orense. El fuego en el Macizo Central de Orense continúa su avance y este martes obligó a realizar desalojos en viviendas de los municipios de Maceda y Chandrexa de Queixa. Este último es el mayor incendio de la provincia, donde han ardido más de 5.100 hectáreas, más superficie forestal de la que se quemó en 2024 en toda la comunidad. La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, ha reconocido que la situación en Galicia «es preocupante» por una ola de fuegos, con «alrededor de 40 o 50 al día», que achaca a «una altísima actividad incendiaria».

Precisamente en Chandrexa de Queixa, municipio cercano a la estación de esquí del municipio de Manzaneda, un nuevo fuego obligó por la noche a confinar a un campamento infantil que tiene lugar allí, ya que algunas llamas llegaron a situarse a poco más de un centenar de metros del lugar aunque los servicios de extinción se esforzaron por establecer una línea de contención.

El tercer punto con mayor número de desalojos por el fuego estuvo al sur, en el municipio gaditano de Tarifa, donde el incendio que el lunes se inició en la Sierra de la Plata obligó a evacuar a unas 2.000 personas de dos hoteles, urbanizaciones y playas de las zonas de Atlanterra y Los Alemanes, aunque poco antes de la medianoche se daba por estabilizado. El consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, dijo tener «sospechas fundadas» de que este fuego fue intencionado.

También en Andalucía otro incendio, esta vez causado por los rayos de una tormenta, obligó a evacuar a 250 personas en la zona de Los Romeros, en Jabugo (Huelva), aunque se mantiene en el nivel 1 de emergencias.

El cuarto punto con evacuaciones es Navalmoralejo, un pueblo toledano muy próximo a los límites con Extremadura, a donde saltaron las llamas que se iniciaron en terreno castellanomanchego. Ya han arrasado unas 3.250 hectáreas (2.500 en territorio de Cáceres) y han obligado a cortar media docena de carreteras locales. El peligro para las personas llevó a evacuar a los vecinos de Navalmoralejo, Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa en la provincia cacereña, así como a confinar Villar de Pedroso, ya que también preocupaba el avance de otro fuego por la zona comprendida entre los Valles del Jerte y el Ambroz.

De nuevo en Toledo, las autoridades se veían obligada a elevar al nivel 2 de emergencias en otro incendio desatado este martes por la tarde en la provincia. En concreto, cerca de la localidad de Alberche del Caudillo, donde el avance de las llamas había desplazado su foco debido al viento hasta la zona de Calera y Chozas.

También fue preciso desalojar a toda velocidad varias urbanizaciones de Tres Cantos, localidad cercana a Madrid, por el fuego originado en la tarde del lunes en un terreno forestal que se extendió con gran rapidez -casi seis kilómetros en 40 minutos- hasta arrasar unas 1.500 hectáreas y quemar varias casas, empujado por fuertes rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora. El incendio, que también afectó a parte del término municipal de San Sebastián de los Reyes, se daba ya por controlado anoche, aunque no extinguido aún.

Los evacuados pudieron regresar a sus casas este martes por la tarde, aunque hay que lamentar el fallecimiento del trabajador de una hípica cercana, con todo su cuerpo quemado. El fuego, que dañó el elitista colegio privado King's College, avanzó en terreno de pastos y matorral, pegado a polígonos empresariales y viviendas. El olor de la combustión llegó prácticamente a todo el centro de Madrid.