El Gobierno confina todas las explotaciones de aves de corral al aire libre por la gripe aviar

Esta nueva orden amplía las restricciones no solo a los lugares afectados, sino que también extiende la prohibición a la cría de patos y gansos con otras especies de ave de corral. En el caso de que no se pueda confinar la granja, el texto gubernamental destaca que las autoridades tendrán la potestad de colocar telas pajareras o cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres.

Desde el mes de julio las autoridades europeas han notificado un total de 139 brotes de gripe aviar en el Viejo Continente. En Alemania ya se han detectado casi 60 focos; en Polonia, 17; y en Francia e Italia, 10 y 16, respectivamente, según los datos que publica el Ministerio.

En España, la situación, por el momento, es más leve. El Ministerio de Agricultura ha confirmado 14 focos, donde Castilla y León acumula más de la mitad. Además, los veterinarios han detectado casos positivos en 53 aves silvestres y en 5 cautivas.

«Más vale prevenir que curar», añade Ureña. «No es una sobrerreacción, la situación en Europa es preocupante», apostilla. El departamento dirigido por Luis Planas asienta la decisión del confinamiento total de las granjas avícolas -salvo en Baleares- por la abundancia de aves migratorias en las zonas de humedales y que son habituales en esta época. Aunque no hay fecha del fin del confinamiento, el sector prevé que se pueda mantener hasta mediados de diciembre, momento en el que se pone fin a esa migración de aves. «Nos jugamos más si las dejamos al aire libre», detalla el sector.

El texto hecho público hoy prohíbe además dar agua a las aves de corral procedente de depósitos a los que puedan acceder aves silvestres, salvo en caso de que sea tratada a fin de garantizar la inactivación de posibles virus de la gripe aviar. Asimismo, los depósitos de agua situados en el exterior requeridos por motivos de bienestar animal para determinadas aves de corral deberán quedar protegidos suficientemente contra las aves acuáticas silvestres.

La orden publicada hoy y que amplía la comunicada el pasado lunes busca evitar el contacto de las aves de cría con las migratorias y evitar la propagación del virus en las explotaciones. «Si entra, es la ruina», señala el responsable avícola de COAG.

Aunque aún no tienen estimaciones económicas del impacto de la influenza aviar, el daño se está notando en muchas explotaciones de la Península Ibérica. «Estamos produciendo dos millones de huevos menos al día», revela Ureña. El encierro de las gallinas ponedoras -muchas de ellas criadas al aire libre- «provocará el estrés durante unos días» y eso también rebajará la producción, aunque «es un golpe que asumimos», señalan desde el sector. Para ellos no tomar ninguna medida y que el virus H5N1 entre en la granja es peor. «Eso supone tardar casi medio año en volver a la normalidad».

El repunte del virus ha obligado a sacrificar en España a alrededor de tres millones de gallinas ponedoras y desatado el pánico en centenares de explotaciones por todo el territorio español. Esta situación ha generado un nuevo terremoto en la cadena alimentaria donde el pasado lunes, el ministro Planas llamó a evitar la especulación de precios, especialmente en los lineales de los supermercados. «Esta situación incidirá de forma muy puntual», aclaró.

Los huevos son el alimento que más se ha encarecido en el último año (un 31% de media), según datos de Facua. El Instituto Nacional de Estadística (INE), a la espera de actualizar los datos correspondientes a octubre -que se publicarán este viernes-, sitúa el aumento en torno al 15,9%.

El sector atribuye esta subida -un euro de incremento medio en apenas una semana- a las medidas de control implementadas a principios de año, al aumento de las exportaciones y al temor a una posible escasez del producto. No obstante, los principales productores avícolas del país descartan que exista riesgo de desabastecimiento.

Según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2024 el número total de gallinas ponedoras en España ronda los 47,8 millones. En cuanto a los pollos destinados al engorde, la producción anual se aproxima a los 600 millones de ejemplares, de los cuales se obtiene la carne. Estas aves presentan una población viva muy variable debido a su corto ciclo vital, de entre seis y ocho semanas. Teniendo en cuenta que durante este año se han sacrificado unas 2,65 millones de aves por la enfermedad, el impacto, por el momento, no representa una amenaza significativa para el abastecimiento nacional.