El coche que nunca se compraría un mecánico de la ITV: «No para de dar problemas»

No todos los coches usados son una buena compra y hay modelos concretos que, por su historial de averías, deberían ser evitados a toda costa. Para ayudar a los conductores a tomar una decisión, Pedro Bastida, mecánico y gerente de una estación de ITV, ha utilizado su cuenta de Instagram para alertar sobre un vehículo muy concreto que, según su experiencia profesional, acumula fallos sin cesar.

«Mirad gente, estamos en la ITV y os voy a enseñar una unidad de un vehículo que debéis evitar comprar a toda costa, porque no para de dar problemas», comienza diciendo el mecánico. El coche al que se refiere este experto es el Audi Q5 del año 2009 con el motor 2.0 TFSI de 211 CV, una versión muy común en el mercado de ocasión.

Extraña porque se trata de un coche caro de una marca importante y prestaciones más que suficientes para una conducción cómoda. Pero el experto alerta que: «Esta unidad ha dado problemas de caja de cambios, la cual se mezclaba el aceite con el refrigerante y ha hecho la mecánica polvo, han tenido que repararla completamente».

Pero los fallos no terminan ahí. Según el mecánico, este modelo acumula un sinfín de averías mecánicas y eléctricas: «El motor está dando problemas, tanto eléctricos, como las mariposas de admisión, árboles de levas, fallo en la presión del aceite y los taqués». Una lista que haría dudar incluso al más entusiasta de la marca alemana. «El coche, tanto mecánica como eléctricamente, es nefasto», sentencia el experto con contundencia.

El mecánico también habla de los aspectos positivos del vehículo desde el punto de vista estructural: «En lo que respecta al foso de la ITV, pues la verdad que el coche mecánicamente es malo pero estructuralmente y de chasis es bastante bueno», asegura. Y añade: «Está bien diseñado, con buenos materiales y la verdad que tiene pinta de ser bastante duradero».

En el caso concreto de la unidad que analizó, con más de 200.000 kilómetros recorridos, el estado de algunos componentes era más que aceptable: «Este coche tiene 200.000 kilómetros y tiene los fuelles bastante bien, los Silentblock y la rótula son bastante grandes y bastante contundentes y el mecanismo del tren delantero del brazo de suspensión es bastante robusto». Pero esa solidez estructural, advierte, no compensa la cantidad de averías electrónicas y mecánicas que suelen presentar estas unidades.

Sin embargo, «muchas unidades de este vehículo vienen con defectos y los clientes se quejan mucho de que no paran de dar fallos mecánicos y eléctricos». Y recalca un punto especialmente delicado: «En concreto la caja de cambios es sobradamente conocida», en referencia a su propensión a romperse y a mezclar fluidos internos, algo que puede destruir por completo el sistema de transmisión. «No para de dar problemas en todos los modelos del grupo VAG y el motor tampoco es lo mejor».