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Soldado ejecuta al Betis
Victoria amasada en la primera mitad, con doblete del valenciano, de un Granada que ha recuperado la velocidad de crucero
Rafael Lamelas
GRANADA
Domingo, 20 de diciembre 2020, 18:16
Roberto Soldado llevaba desde finales de septiembre sin marcar y se desquitó con el Real Betis por partida doble. El valenciano exhibió dos condecoraciones ... en un partido que el Granada encaró en la primera parte y manejó desde el orden. Suárez fue objeto de penalti y el veterano artillero reclamó el lanzamiento para romper su mala racha. Liberado, el siguiente llegó ya en una combinación frenética, no mucho después. Cuando este equipo esprinta con espacios se hace temible para cualquiera. Lo pagaron unos verdiblancos que no encontraron el compás ante unos locales rocosos, especialistas en desquiciar al contrario. Definitivamente, el parón tras Nicosia quedó atrás como una horrible pesadilla y los nazaríes han recuperado la velocidad de crucero. La confianza total en su fútbol adulto y concluyente. Esa capacidad arraigada de desnudar al rival y dejarlo sin blanca.
Aparcado lo de Europa, el Granada se ha centrado en la Liga. No es casualidad que prácticamente repitiera el 'once' victorioso en Elche, salvedad de Germán por Nehuén. El gaditano también obtuvo la titularidad en Copa, aunque esta competición se inclina hacia los menos habituales y canteranos. El tomate está los findes, en un torneo de la regularidad en el que Diego Martínez arma con su mejor propuesta disponible, la más fiable. Su 4-3-3 dúctil, que a ratos presiona y en otras se cierra. Que se estira en ataque si tiene que correr o toca con mesura.
Granada
Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte, Germán Sánchez, Carlos Neva; Gonalons, Luis Milla (Yan Eteki m. 77), Yangel Herrera, Darwin Machís (Kenedy, m. 61), Luis Suárez (Jorge Molina, m. 77) y Roberto Soldado (Antonio Puertas, m. 57).
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Real Betis
Joel Robles; Emerson Royal, Bartra, Víctor Ruiz, Miranda; Guido Rodriguez, William Carvalho (Mandi, m. 93), Aitor Ruibal, Rodri (Loren, m. 64); Fekir; y Tony Sanabria (Borja Iglesias, m. 64).
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GOLES 1-0, m. 14: Roberto Soldado, de penalti; 2-0, m. 20: Roberto Soldado.
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ÁRBITRO Sánchez Martínez (comité murciano): Amonestó a los locales Yangel Herrera (m. 5), Soldado (m. 15) y Gonalons (m. 30; acarrea suspensión); y a los visitantes Guido Rodríguez (m. 11), Emerson (m. 67), Fekir (m. 86) y William Carvalho (m. 92).
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, sin público en las gradas.
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LA GRADA Minuto de silencio: Se guardó por José Manuel González, exfutbolista del Granada, en el equipo entre los años 64 y 66 y en la temporada 77-78.
Que algunos tengan libranza entre semana ha permitido recuperar frescura en jugadores tan necesarios de físico como Foulquier, que se pegó un par de arrancadas atléticas en el primer tiempo que cogieron desprevenido al Betis. Es el de Pellegrini un equipo con nombres pero muy falto de empaque, tierno atrás y con tendencia a derramar en el área contraria el fútbol que, por fases, sí que hila.
Había lucha en los filos, con Emerson y Suárez quejándose de braceos del otro que obligaron a Sánchez Martínez, el clon del torero Manolete, a abroncar con un vozarrón de justiciero del Oeste. De las exageraciones en las quejas se pasó a un remate en plancha de Sanabria que el paraguayo cruzó en exceso.
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Se recrudecían los acontecimientos hasta que el encuentro se puso de cara para los locales en una oleada que arrasó con los verdiblancos. Suárez abrió para Neva, que compuso un centro tenso que nadie pudo abarcar bien en el remate. Foulquier apareció por la media luna con un latigazo que se transformó en pase definitivo para el 'bisonte'. Cuando iba a disparar, Guido Rodríguez le metió la ganzúa lo justo como para cometer penalti. Soldado, harto de su sequía, se puso la capucha de verdugo y ejecutó a Joel Robles, duro y por la escuadra.
Atizaba el Granada para amedrentar al Betis en sus incursiones. Los rojiblancos se acolcharon en su terreno, dispuestos a fulminar al contragolpe. Llegó en una recuperación de Germán que rodó hasta Suárez, en zona de mediocentro. Conectó con Soldado y el valenciano, de espaldas, se la dejó de primeras a Yangel Herrera, convertido en extremo. Galopó para intentar meter un envío raso y fuerte que alcanzara a Machís, despegando por la otra orilla. Bartra lo interceptó trompicado, pero lo justo como para servirle el balón en bandeja a Soldado, que avanzó y comprobó que Joel no vestía sotana; la bola le pasó entre las piernas, traviesa, concluyendo en la red.
El Betis intentó rebañar la ventaja con tiros lejanos y a ninguna parte, pero Rui parecía haber extendido repelente y no lamentó ni un chut a meta, solo respondiendo en pelotas cruzadas. Ni en los córners lograron los sevillanos cabecear en su dirección. Bartra tampoco pudo en una recepción tras un rechazo por la anticipación de Domingos. La concentración rojiblanca se imponía.
Pellegrini buscó reacción en el banquillo con Juanmi y Tello. Rui, con muchos ojos mirándole, se mostró hipotenso con un regate ante Fekir. De negro azabache, el coleccionista de candados maneja los pies como un líbero. Suárez perdonó el tercero para el colectivo, bravo en la carrera con Miranda pero egoísta para chutar cuando ya iba con la lengua fuera y tenía a Soldado solo y bien colocado. Se disculpó el colombiano con el maestro, que le indultó por el gesto.
No rebajaban el interés los locales, aunque el joven Rodri se escabulló para probar por fin los brazos de Rui, ágil para alejar su tiro a córner. Diego Martínez retiró al bigoleador Soldado para encajar a Puertas en la derecha y centrar a Suárez en su hábitat de caza natural. Justo después, hubo fuera de juego previo en una acción de remate en la que intervino Joel y que Gonalons mandó al limbo.
Todo marchaba fenomenal para los intereses nazaríes hasta que Machís cayó como zancadilleado por un fantasma. Una clara lesión muscular, está por ver de qué alcance, que le sacó de la escena para que ingresara Kenedy. Mientras tanto, Pellegrini, desatado, vaciaba el arsenal para intentar encender la mecha con Borja Iglesias y Loren, desnudando su medular. Al Betis le seguía costando romper el cierre hermético de los rojiblancos.
Diego percibió la endeblez de Kenedy y al brasileño le llovió una bulla y el exilio a la derecha. Suárez quería embestir hasta el gol para zanjar todo y romper con cualquier ilusión bética, merodeando cada vez más. Empezó a notarse molesto y Molina pidió la vez, junto a Eteki por Milla. Siguió en su búsqueda infinita el Betis, que tiene futbolistas apreciables pero no han sido capaces de encontrar cohesión y paz, fluidez y resultados. Este Granada vuelve a frustrar a sus enemigos, los inclina hacia donde más le conviene y les acaba desplumando. Dos victorias seguidas, tres con la de la Copa, han catapultado a los rojiblancos en la clasificación, pero sobre todo les han llenado de moral para lo que venga en adelante.
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