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Competitivo hasta repleto de extras
El Granada llegó a tener contra las cuerdas al Atleti, pero un error inicial le complicó la remontada en el estadio Wanda Metropolitano
Rafael Lamelas
MADRID. Enviado especial
Domingo, 9 de febrero 2020, 01:44
La primera peregrinación al Wanda Metropolitano del Granada se saldó con una derrota mínima y la impresión de que todo habría sido bien distinto para ... los nazaríes en otra secuencia temporal. Venían de una eliminatoria durísima ante el Valencia y se encontraban a cuatro días del partido más importante en medio siglo. Tenían delante al Atlético, pero en la cabeza sólo resonaba el Athletic. Una alineación llena de extras parecía delatar que hasta Diego Martínez confería al partido una importancia menor. Un error grosero a los seis minutos tras un saque de banda permitió que se adelantaran los de Simeone y parecía anticipar una masacre. Pero no hubo nada de eso, sólo un punto de inflexión. El técnico gallego modificó sus piezas para retomar el sistema de tres centrales y el gobierno cambió de manos. La segunda parte siguió por los mismos derroteros y avivó el olfato del vigués. Veía el empate posible porque su equipo es competitivo hasta con suplentes y el piloto automático activado. No llegó el equilibrio porque se interpuso Oblak en una ocasión aislada pero clarísima. Faltó caudal ofensivo, aunque no orgullo. Secundarios sumados a la causa a las puertas de San Mamés.
At. Madrid
Oblak, Vrsaljko, Savic, Hermoso, Lodi (Carrasco, m.58), Thomas, Llorente, Koke (Lemar, m86), Saúl, Correa y Vitolo (Toni Moya, m.86).
1
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0
Granada CF
Aarón, Víctor Díaz, Foulquier, Duarte, Martínez (Carlos Fernández, m.73), Azeez, Eteki, Ismail, Vadillo (Puertas, m.58), Yangel Herrera (Gil Dias, m.58) y Soldado.
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GOL 1-0, m.5: Correa.
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ÁRBITRO Soto Grado (colegio riojano). Amonestó a los locales Koke, Vrsaljko, Vitolo y Thomas así como a los visitantes Yangel Herrera, Foulquier, Duarte, Víctor Díaz, Köybasi y Soldado.
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INCIDENCIAS Partido de liga disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 54.113 espectadores (cifra oficial).
El equipo sólo rebajó una vez la atención y lo pagó caro. Transformó su alineación sin derramar el asunto. Quizás alguien pensó que el Atlético, tan necesitado, arrasaría. Nada de eso ocurrió y comprometió el enfoque. El dilema se le abrió a Martínez. Controlar el consumo energético o acelerar en busca de la diana. Eligió lo segundo, sin locura pero con determinación, sin despejar el camino. Cansó a algunos efectivos importantes pero reforzó la moral del grupo, que se sintió integrado en la lucha. El plantel se marchó de vacío, aunque con demasiadas tarjetas en la cartera. Dos acarrean un sobrecoste. Soldado y Domingos Duarte no podrán formar el próximo sábado en el encuentro liguero frente al Valladolid en Los Cármenes.
El 'once' deparó enormes sorpresas. Aarón, inédito en Liga, se sostuvo bajo palos, lo que quizás fue una pista de que en el botxo saldrá Rui Silva. Dio la impresión por el listado que, en defensa, Diego se había inclinado por la zaga de tres centrales, pero resolvió colocando a Víctor Díaz de lateral izquierdo al principio. Köybasi adorará la comunidad de Madrid porque cuando la pisa sale con los elegidos. Ocurrió en Getafe y se repitió en el estadio del Atleti. Ramón Azeez reapareció como mediapunta, con Eteki a la vera de Yangel Herrera. Vadillo se fue a la diestra y Soldado conservó el ariete pese al desgaste copero y su excepcional doblete. Fue blanco de las iras del público precisamente por haber vestido ese color en el Bernabéu, el mismo que trasladó el Granada en su indumentaria.
El encuentro se puso cuesta arriba por una absurdez. Los nazaríes salieron jugando en corto desde el portero y Foulquier intentó un despeje ante Saúl, pero rebotó sobre el centrocampista y el balón hizo carambola en el francés. Sacó el jugador atlético sin esperar al rearme defensivo y Eteki la pifió en el intento de despeje, chocando encima con Martínez, que hacía la cobertura. El esférico le llovió como un regalo a Koke, que filtró para que Correa ajusticiara a Aarón.
Le costó acomodarse al Granada, menos intenso que los locales, débil en esas disputas precoces. Azeez tiró hacia delante con los dientes apretados, con un latigazo que acabó donde el Frente. Oblak podía estar con dos garfios que nadie se habría enterado hasta el momento.
No es que en el otro arco existiera la angustia. Salvo en algún capotazo, el encuentro podría seguir con el marcador apagado, pero el fallo en cadena había bendecido a los locales. Se reñía en el centro del campo, con un reparto sospechoso de amarillas, implacables para cualquier roce de los nazaríes, reducidas a meras advertencias previas para el Atleti. El panorama seguía bajo una tupida niebla cuando Diego colocó a Víctor Díaz como central diestro y retrasó a Köybasi como carrilero. Con tres atrás y Vadillo encarando desde la izquierda, el Granada se armonizó. El Atlético llegó menos, aunque reclamó un penalti por un codo suelto de Soldado sobre Correa. Le rozó en la cara, pero sin querer, exagerando el argentino.
Había más faltas que llegadas al área y muchas cautelas. Simeone retrasó a Vitolo a la izquierda ante el peligroso empuje de Foulquier. La rabia se acumulaba en los que habitualmente lucen rayas horizontales. En medio del meollo, el cuerpo les pedía marcha, fricción, rastrear el sector contrario, armar el lío. Sus intenciones se confirmaron en la segunda mitad.
Justo después del descanso, pudo complicarse todo en un saque de banda que Martínez alejó fatal, subsanado por Foulquier. La matraca seguía en cualquier parcela y le faltaba poso al centro del campo nazarí, cansado Yangel Herrera, menos duchos con la pelota Eteki y Azeez. Salía cara cada infracción del Granada y costaba que las del Atlético fueran castigadas. Saúl pudo sentenciar el asunto tras una buena carrera de Correa y vinieron los movimientos en el banquillo. Puertas y Gil Dias ampliaron el panorama ofensivo, descansando Vadillo y Herrera. Carrasco salió en vanguardia, pero quedó anestesiado entre los marcadores rivales. Sólo tuvo un chispazo.
Soldado no escatimó esfuerzos, pese a que le viene faena segura en Copa. Sus desmarques hallaron una fractura en la retaguardia colchonera y la curva visitante se entusiasmó con su ánimo. La hinchada retumbó cuando Azeez pudo colocar un disparo en el arco. Gil Dias penetró, Eteki continuó la ronda y el nigeriano combó en exceso.
Cundía la impaciencia entre los seguidores locales. La motivación del Granada crecía y llegó la oportunidad más rotunda. Köybasi cabalgó por la la izquierda y centró hacia su querido Soldado, que empleó esa genuina espuela que saca en instantes calientes. Oblak reaccionó, Puertas no pudo rematar en el área pequeña, y la pelota lloró hasta llegar a Gil Dias, a pique del debut soñado. Su golpeo encontró una pared llamada Saúl en el camino.
Ahí se fundió la esperanza, aunque Diego puso toda la carne en el asador con Carlos Fernández por el central Martínez. Pero ni con su dupla letal llegó el consuelo. La dignidad sigue prendida a este escudo hasta cuando al equipo le apetece estar ya en otro lugar. Más al norte.
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