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Hermanamiento en un Wanda más rojiblanco que nunca
El recibimiento al autobús quedó opacado por la confusión, ya que entraba por un túnel mucho más discreto
Fran Rodríguez
MADRID
Sábado, 8 de febrero 2020, 20:46
Tarde memorable, previa a un momento especial, el de ver al Granada por primera vez en el Wanda Metropolitano. El majestuoso recinto que albergara el ... pasado año la final de la Champions League, era el punto de peregrinación para una afición rojiblanca que esperaba con muchas ganas el partido ante el Atlético. Sin embargo, hay que reconocer que la palabra que más estaba en el boca a boca granadinista era Bilbao.
Desde primera hora de la tarde empezaban a llegar cientos de granadinos, acogidos desde el primer minuto por la Peña GCF en Madrid y otras como la Atlética de Legazpi. De hecho, las asociaciones de peñas de ambos equipos compartieron un almuerzo de hermanamiento, en el que quedó claro que el partido es una fiesta para los andaluces.
Sobre las 17.30 de la tarde, en el bar 'Gastro Atleti' tenía su pica el punto de encuentro de la afición visitante, que compartió con los colchoneros la previa en la más absoluta armonía. Se vio, además, el Getafe-Valencia, teniendo todos en los de Celades un 'enemigo' común. Los atléticos por esas plazas de Champions, mientras que a los nazaríes aún les dura la indignación por los comentarios vertidos por prensa, valencianistas y el propio club tras el duelo de cuartos.
Allí se cantó el himno y, pertrechados con sus bufandas, arrancaron un breve camino hacia el Wanda, apenas diez minutos andando. Cánticos, fotografías, asombro por el coliseo 'indio'.
Quedó algo ensombrecido el recibimiento al autoboús del Granada. Y es que en el túnel principal se aglomeró muchísima gente, aficionados del Atlético y del Granada, esperando a que llegaran los vehículos que transportaban a los futbolistas y sus cuerpos técnicos. Varios policías, al ver rayas rojiblancas pero horizontales, avisaron de que el club visitante llega por otro túnel, en el otro extremo. A pesar de las carreras, apenas 50 personas pudieron saludar a los de Diego Martínez, que tardaron poco en su discreto desfile hacia las entrañas del Wanda Metropolitano. Quedaba una hora y media, tiempo más que suficiente para rendir visita a la placa del 'Sabio de Hortaleza', Don Luis Aragonés, y algunas otras más morbosas.
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