La lesión de Boyé deja el ataque aún más mermado
Los rojiblancos necesitan que Myrto Uzuni y Matías Arezo den un paso adelante como principales responsables del gol en el equipo
El diagnóstico de la comisión deportiva del Granada ante el mercado de invierno no pasó tanto por firmar un delantero centro como por reclutar un ... extremo al menos que liberase de tantas vigilancias a Bryan Zaragoza. Todos lo goles que el equipo hizo con Paco López, sobre todo en la primera parte del campeonato, convencieron a los dirigentes de que los refuerzos más urgente eran los defensivos y de que con algo más de desequilibrio, ese que ni Antonio Puertas ni José Callejón venían aportando, las victorias llegarían con las dianas del propio Bryan, Lucas Boyé, Myrto Uzuni o el regresado Matías Arezo. Ese planteamiento no contaba, sin embargo, con la marcha del malagueño.
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La inesperada salida anticipada de Bryan al Bayern emplazó al Granada a buscar dos extremos más aparte de Facundo Pellistri y Matteo Tognozzi los encontró durante la última jornada del mercado en Theo Corbeanu y Kamil Józwiak. El italiano también incluye como alternativa para los costados a Faitout Maouassa, especialista zurdo capaz de actuar también como lateral en cuya polivalencia quiso ver la más parecido a la de Álvaro Fernández Carreras. Aun así, la entidad también pretendió antes del cierre del mercado un delantero con el margen obtenido por el adiós de Bryan y Víctor Díaz ofreció su ficha federativa, pero no se pudo firmar a ningún punta finalmente.
«No nos faltó tiempo ni tampoco ocasiones para fichar un '9'», negó, con todo, Alfredo García Amado en declaraciones a Movistar antes del partido contra Las Palmas. «Fichamos lo que quisimos, aunque estuvimos atentos a esa posición. No era la prioridad, como se vio, aunque estuvimos atentos y lo hubiésemos traído de haber surgido alguna oportunidad», aseguró el director general del Granada, en palabras que recordaron a la negación sobre la falta de un central o pivote defensivo al cierre de la ventana de verano en septiembre.
García Amado ya sabía en aquel momento que Lucas Boyé no jugaría contra Las Palmas y que tampoco lo haría muy probablemente contra el Barcelona este domingo en Montjuic. Con un pinchazo en uno de sus gemelos, percance que habría sufrido precisamente el jueves que cerró el mercado, el delantero argentino es baja indefinida y su lesión preocupa porque deja el ataque aún más mermado. Sin él, y más allá de las contribuciones de Pellistri, Corbeanu o Józwiak, Uzuni y Arezo se ven obligados a dar un paso adelante como principales responsables del gol en el equipo. El uruguayo ejerció la referencia arriba desde el inicio en los dos últimos partidos, sin aportar demasiado pese al gol que hizo como revulsivo al Betis aunque luego se lo anularon; el albanés, que falló un penalti en Getafe, fue suplente en la última jornada y, tras reemplazarle al descanso, también marcó un tanto que no subió finalmente al marcador.
Uzuni quedó como el máximo goleador del Granada tras la marcha de Bryan, al hacer ambos seis goles, pero lleva cuatro jornadas sin marcar desde el tanto que hizo al Cádiz, cuando también marcó el malagueño, hace ya un mes. Una racha que aún empeoraba Boyé hasta su lesión, con trece partidos seco pese a los tres bingos que cantó en sus cuatro primeros partidos. A la espera de Arezo y los nuevos, tuvo que ser un central como Bruno Méndez quien rompiese contra Las Palmas la racha de tres jornadas sin tantos a favor, con seis partidos a cero de los nueve con Alexander Medina.
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