Paco López, cesado al frente del Granada

En su comunicado oficial, el club quiso darle las «gracias por todo». «Será recordado por haber logrado el séptimo ascenso en la historia de la entidad a Primera división», se esgrime, tras «cambiar una dinámica que venía siendo negativa». La entidad, además de recordar que el equipo acabó como campeón de Segunda, quiso agradecerle «su dedicación, esfuerzo y compromiso desde el primer día» y desearle «la mayor de las suertes en su futuro personal y profesional, tanto a él como a su cuerpo técnico». «Gracias por tu compromiso, profesionalidad y trato hacia el Granada Club de Fútbol, sus componentes y su afición. Tu nombre quedará marcado en nuestra historia tras hacernos campeones. Gracias por todo», amplió en redes sociales.

El primer futbolista de la plantilla en pronunciarse públicamente sobre su cese fue Ricard Sánchez. «Gracias por todo, míster. Al igual que todo el granadismo, te deseo lo mejor», escribió. También quiso despedirse de él Gonzalo Villar: «Solo puedo decir gracias por darme la confianza para volver a disfrutar del fútbol y a ser feliz en el campo. Por desgracia fue poco tiempo pero te deseo lo mejor y estoy seguro de que te esperan grandes cosas, tanto a ti como a tu cuerpo técnico, porque os las merecéis».

Una lamentable actuación a domicilio frente a un rival directo por la permanencia como el Alavés, que se alejó a ocho puntos ya, agotó aún más el crédito del entrenador pese a que incluso la presidenta Sophia Yang se sumó a la secuencia de ratificaciones que iniciaron, con varias manifestaciones públicas, tanto el director general, Alfredo García Amado, como el nuevo director deportivo, Matteo Tognozzi. Curiosamente, también Paco Jémez fue destituido tras una derrota en Mendizorroza siete años atrás, aunque entonces fue en la sexta jornada. Luis García Plaza, excompañero de Paco López en el Benidorm como futbolistas, también le derrotó pero al frente del Mallorca antes de su anterior destitución, en el Levante.

Paco López deja al Granada penúltimo en la clasificación, en puestos de descenso desde hace ya diez jornadas. Los rojiblancos no han sumado más que siete puntos, por una única victoria, frente al Mallorca en Los Cármenes en la tercera jornada, junto a cuatro empates ante Betis, Almería, Barcelona y Getafe. Está a dos al Mallorca, equipo que en este momento marca el corte con la permanencia pero con un partido menos al tener que jugar el miércoles de la semana que viene su encuentro aplazado con el Cádiz, y a uno al Celta, que ayer empató en Mestalla. Solo empeora sus números el Almería, colista, que no ha sumado más que tres puntos por tres tablas.

El Granada ha marcado 19 goles, el séptimo que más en Primera, pero por contra ha encajado 33, solo menos que los propios vecinos indálicos. Con Paco López, los rojiblancos solo han estado dos veces por delante en el marcador en catorce jornadas, ambas en Los Cármenes: contra el Mallorca, tras remontar, y frente al Barça, cuando terminó cediendo dos puntos.

A Paco López, que estiró la paciencia del club con él hasta quedarse con solo precedentes en la máxima categoría desde que los triunfos se premian con tres puntos (Ortuondo en el Extremadura, en la 1996/97, y Ziganda con el Xerez, en la 2009/10), le dio tiempo a cumplir un año como entrenador del Granada el pasado 8 de noviembre. Reemplazó a Aitor Karanka con el equipo octavo en Segunda división a las 15 jornadas y con 16 victorias en los 27 partidos en los que le dirigió en la categoría de plata lo impulsó hasta el ascenso a Primera como campeón. El entrenador consiguió implantar la 'mentalidad ganadora' que abanderó desde su primer día en Granada, aunque el equipo se mantuvo timorato en más de una salida decepcionante.

«El equipo da el máximo de sus posibilidades», se resignó Paco López durante sus declaraciones tras perder en Mendizorroza, especialmente resignado, dando a entender que no hay más cera que la que arde en el equipo. «Los goles que recibimos en los primeros compases de los partidos de manera habitual son mazazos cada vez más difíciles de remontar», admitió. «Lo hemos probado todo», sostuvo el técnico valenciano.

Su gestión del equipo, más allá de los reveses sobrevenidos con los que tuvo que tragar, como la marcha de Samu o la falta de refuerzos principalmente defensivos durante el verano, abarca sombras como planteamientos demasiado osados para la Primera división y la capacidad de ciertos futbolistas de su plantilla o la insistencia por ciertos jugadores más acordes a sus preferencias para marginación de otros como Njegos Petrovic, de marcado corte físico y sin otro par en la plantilla, pese a sus deficiencias con el balón en los pies.