A falta de fútbol, bueno es el coraje
El Granada se atasca ante Las Palmas y su portero Raúl pero logra un empate en el añadido basado en el pundonor
Rafael Lamelas
GRANADA
Lunes, 25 de marzo 2019, 00:56
Hay días que las musas se evaden y la inspiración se disipa. Veladas en las que se prueba el sabor de la lona y provoca ... un efecto anestésico. Son jornadas de nula creatividad, mareantes, con un rival compacto en su esquina, avispado en el intercambio escaso de guantes y cínico para que el tiempo se consuma ante su ventaja. Arreó sin piedad hasta reventar el punto neurálgico de la construcción rojiblanca: Ángel Montoro. Ante esa tesitura, a un equipo le queda el último recurso. El que se lleva dentro, en lo profundo, y no se negocia. A falta de fútbol, bueno es el corazón. Palpitó con mucho ritmo en el pecho de Quini, que cojeaba desde minutos antes de marcar un gol exprimido desde la persistencia. Fue una aproximación muy peleada que le sirvió para cantar bingo y sacar a los suyos del entumecimiento. El lateral tuvo fe para volear un balón en el área contraria en plena lotería de la prolongación. Su tobillo tocado se convirtió en un fusil. La UD Las Palmas quedó desguarnecida y la grada vibró, pues los empates en las postrimerías, remontando, dejan un poso agradable. No hubo victoria, tampoco liderato, pero sí otro muestrario de espíritu. El coraje siempre está de guardia en este equipo.
Granada CF
Rui Silva; Quini, Germán, Martínez, Adri Castellano; Azeez, Montoro (Alberto Martín, m.61), Vadillo, Dani Ojeda (Puertas, m.77); Fede Vico; y Rodri (Adrián Ramos, m.61).
1
-
1
UD Las Palmas
Raúl Fernández; Eric Curbelo, Cala, Aythami, De la Bella, Timor, Gaby Peñalba, Srnic (Javi Castellano, m.91), Ruiz de Galarreta (Momo, m.81); Maikel Mesa (Dani Castellano, m.79); y Rubén Castro.
-
goles 0-1, m.71: Timor; 1-1, m.89: Quini.
-
árbitro Moreno Aragón (colegio madrileño). Amonestó a los locales Montoro, Germán y Rodri así como a los visitantes Timor, De la Bella y Ruiz de Galarreta.
-
incidencias Partido de Liga disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 11.253 espectadores (cifra oficial).
Diego Martínez sólo tuvo que recomponer su alineación por las sanciones de Víctor Díaz y Fede San Emeterio. Al final, tanto Quini como Montoro salieron de la enfermería. El ejercicio de resistencia del cordobés resultó admirable. Diezmado en sus facultades en el tramo final, sacó casta para percutir en contra de Raúl en una subida en busca de la remontada, cuando Puertas entró a agitar la coctelera, y luego estuvo atento para empalmar el esférico que supuso el 1-1. Montoro, por su parte, enseguida chequeó que su tobillo derecho estaba bien engrasado. Enroscó varios envíos hacia tierras lejanas que corroboraron la firmeza de su articulación, cuidada como si fuera un jarrón chino. El problema es que los contrarios le sacudieron de lo lindo por toda su anatomía hasta derribarlo. A la hora de encuentro tuvo que pedir el cambio, esta vez herido en su otra pierna, la izquierda. Retirado en camilla, como un soldado en mitad del campo de batalla. De nuevo se avecina una semana de inquietud por su estado de salud. Sin él, todo se enreda más.
Ramón Azeez se convirtió, junto a Quini, en novedad en el 'once'. Había curiosidad por comprobar su adaptación al eje de la medular. Lo cierto es que empezó entusiasmado y tuvo unas cuantas arrancadas gallardas que recordaron a aquella efímera etapa del volcánico Wakaso, pero en la segunda mitad comenzó a llegar tarde a los quites y le costó más mantener el sitio, quizás cansado. Pese a todo, contuvo lo que pudo ante un rival con futbolistas más distinguidos que lo que marca la clasificación. Estos conjuntos de presupuesto importante venidos a menos tienen el peligro de que asestan con sus garras en cualquier cita aislada.
Eric Curbelo sacó pronto el serrucho. Cazó a Adri Castellano y vio amarilla. Luego contuvo a Montoro y salió indultado de chiripa por Moreno Aragón, el árbitro al que le envolvió una vez más la polémica por venir de Madrid pero ser granadino de nacimiento y nieto del que fuera presidente Pepe Aragón. Lo cierto es que el colegiado manejó con decoro un partido cargado de interrupciones, que sólo tuvo polémica en una posible mano de Azeez en un córner tras remate de Peñalba, que le vino rebotada y no pareció tan punible como luego protestó el vestuario canario.
Ver fotos
La vanguardia nazarí se nubló hasta ennegrecer. Vadillo se atiborró de balón en una carrera en la que quiso el escenario para él solo. El Granada se contagió del ritmo mortecino de Las Palmas. Pose felina, que de la aparente pachorra podía pasar a un arañazo, como el que intentó Timor desde la frontal mientras se caía o el que luego probó Srnic, cruzando en exceso. La estrategia de los de Mel esparció algún quebranto, como una falta a la zona caliente que cabeceó Cala y que sacó Rui Silva muy bien colocado.
Adri Castellano siguió manteniendo la compostura en la izquierda, pero cometió algún desliz que le obligó a rectificaciones atrás. Arriba germinó alguna secuencia esperanzadora, pero la mayoría tenía los párpados caídos. Fede Vico oteó a Dani Ojeda y el centro raso de este no encontró conecto. El canario tenía la pretensión de reivindicarse, pero se confundió demasiado.
Adri Castellano estuvo cerca de marcar en una buena asociación entre Vadillo y Vico. El chaval tiene alardes interesantes cuando se incorpora, pero sube con cierta timidez para que a nadie se le ocurra cruzar por su garita. Algunas salvas al aire precedieron un descanso que retocó la avanzadilla local, con Vico cayendo más al costado y Ojeda encarando por dentro.
El balón parado siguió trastornando al Granada, como en otro bote a la cocina de Rui que David García peinó atrás y enganchó Peñalba con violencia pero hacia las alturas. La contienda siguió entre impactos, sin mucha continuidad. Algún envío aislado y muchas faltas sobre Montoro, hasta que se tuvo que rendir de tanto dolor. Esta vez, con el otro pie echando chispas.
Cambios
Martínez tiró de Ramos y Alberto Martín por Rodri y un Montoro convertido en saco de boxeo por los isleños. Con el colombiano se hiló una buena llegada que siguió sin alterar a Raúl, aquel arquero que, en su día, compartió responsabilidad con José Juan en el ascenso a Segunda de antaño. En los amarillos, Timor intentó sorprender a Rui como Pombo hace semanas: desde su campo, con vehemencia y una gran comba. Al portugués es complicado pillarle en un renuncio así con su envergadura y atención. La fe del valenciano le llevaría a alterar el ecosistema en una asociación con Rubén Castro, siempre pillo, paciente hasta oler la sangre. Se pasaron la bola entre ellos y el delantero apuró la línea de fondo. Captó la atención pero, en lugar de precipitarse sin ángulo de tiro o pasar hacia el centro, decidió devolvérsela a su compañero, que empalmó con el alma, con una trayectoria imposible de evitar.
A Castro no se le puede dar un metro porque siempre es capar de ver diana o inventar un subterfugio para un aliado. A los rojiblancos les costó reaccionar, aunque metieron alguna sacudida mal finiquitada. Ramos encontró a Ojeda por la corona, pero este disparó centrado, con Raúl apartando el lanzamiento. Puertas salió en su lugar y en su primera arrancada se inyectó hasta el sector de bullicio. Quini dirigió bien su chut, pero el cancerbero vasco volvió a escupir la amenaza.
Las Palmas tiró del mal llamado oficio, recreándose ante cualquier parada, manejando la renta. El panorama no parecía invitar a la respuesta local, pero en un córner, el séptimo, germinó el estrépito. Se disputó cada rebote como si la vida estuviera en liza y Quini apareció fugaz para levantar el ánimo en pleno añadido. Fue largo, de seis minutos, y hasta Ramos tuvo un par de remates más, uno de zurda y otro con la testa, desviado en exceso. El último aliento de una escuadra que cuando se le apaga la luz, se revuelve con brío. Un duro fajador. La identidad guerrera siempre presente.
Noticias relacionadas
- La fe del Granada tiene premio
- Vadillo: «El Granada nunca se rinde»
- Quini: «Este puntito nos sabe bien»
- Diego Martínez: «La mayor virtud del equipo fue su mentalidad»
- Pepe Mel: «Desconectamos al Granada, lo hicimos mejor»
- Búscate en la grada en el Granada-UD Las Palmas
- Quini marca el 'gol del cojo'
- Timor rompe la racha de Rui Silva
-
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión