El esguince de rodilla de Milla deja a Montoro y Monchu como únicos pivotes
Robert Moreno sufre cuatro bajas entre sus seis centrocampistas, aunque hace ya varios partidos que opta por dos hombres ahí
No fue tan grave como se temió por sus gritos tras el impacto, pero tampoco tan leve como la primera exploración dedujo. Las pruebas realizadas ... a Luis Milla el martes, ya en Granada, desvelaron que el centrocampista madrileño se produjo un esguince en su rodilla derecha por el golpe que recibió del levantinista Cantero al final del partido. El periodo de recuperación de esta lesión oscila, tal y como la presenta, entre las dos semanas y los dos meses, según su evolución una vez comience a tocar balón. El club no informó del grado del esguince. De esta forma, causará baja este sábado en la visita al Espanyol y tiene muy difícil jugar frente al Real Madrid tras el parón.
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En cualquier caso, a Luis Milla se le espera de vuelta antes de fin de año. Esta nueva lesión en su rodilla derecha, la misma de la que fue operado en 2015 por una rotura del ligamento cruzado anterior, no guarda no obstante ninguna relación con aquella anterior ni tampoco con el percance muscular que le ocasionó el pasado mes de enero y por el que se perdió la mitad de la temporada. Los servicios médicos del club certificaron que, de haber recibido el impacto en la rodilla izquierda, tanto el daño como el diagnóstico o el tratamiento habrían sido idénticos.
Robert Moreno pierde a Luis Milla en un «momento dulce» del madrileño, que había ganado galones en las últimas semanas con responsabilidades renovadas como el pivote más importante del equipo tras la lesión de Maxime Gonalons. Su mejor rendimiento coincidió, de hecho, con los mejores minutos de juego del equipo en la temporada, al menos con balón ante Getafe y Levante. Ahora su entrenador tendrá que reinventar los automatismos del equipo en la creación sin él.
El esguince de rodilla de Luis Milla fastidia más si cabe por la plaga de lesiones que Robert Moreno acumula en su centro del campo. Tiene lesionados a cuatro de los seis que posee en plantilla. Primero fue Yan Eteki, luego Isma Ruiz, después Maxime Gonalons y ahora el madrileño. De esta forma, al entrenador no le quedan disponibles más que Ángel Montoro y Monchu Rodríguez. Con ellos deberá conformar su medular en la visita al RCDE Stadium de este sábado.
Pareja inédita
El valenciano y el balear hablan un idioma parecido, el del fútbol asociativo. Aunque poseen características distintas, está por comprobar si son complementarios. Son, de hecho, una pareja inédita en el centro del campo de Robert Moreno. El catalán apostó a principio de temporada por un dibujo con tres centrocampistas innegociables, con Gonalons como pivote y alternancia en los interiores entre Milla y los propios Monchu y Montoro e incluso Eteki con menor frecuencia. No obstante, con el paso de las jornadas y la fragilidad del equipo decidió reconstruirse en torno a un 4-4-2 con doble pivote, avanzando a Montoro a modo de segundo punta con libertad. Las bajas en el centro del campo ya le obligaron a retrasarle ante el Levante y volverá a ejercer de pivote frente al Espanyol.
Ángel Montoro, de 33 años, es pura sabiduría sobre el terreno de juego gracias a la experiencia que le han dado más de diez años en el fútbol profesional. Además de su inteligencia táctica, aporta a sus equipos un desplazamiento en largo preciso muy útil en muchas facetas del juego, ya sea para dirigir un contragolpe o superar una presión intensa del rival. Monchu Rodríguez, de 22 años, está viviendo su aterrizaje en Primera división este curso y aún no ha demostrado todo el fútbol que rezumó en las categorías inferiores del FC Barcelona y en su campaña en Segunda con el Girona, donde asumió liderazgo pese a su juventud. Más proclive al pase corto que al largo, también posee potencia en la conducción y agresividad en el robo, además de capacidad de llegada. Virtudes que aún no ha terminado de mostrar como rojiblanco.
Soluciones ingeniosas
La ausencia de más efectivos que ellos dos en el centro del campo obliga a Robert Moreno a prevenir soluciones ingeniosas según diversos contextos posibles, entre ellos la desgracia de una nueva lesión. Además de Víctor Díaz, a quien ya probó como pivote en pretemporada, el entrenador cuenta en su plantilla con dos futbolistas muy técnicos a los que imagina algo más involucrados en la elaboración del juego de lo que sus posiciones sobre el terreno de juego en principio indican. Son Rubén Rochina y Alberto Soro, titulares en los costados frente al Levante, especialmente implicado el primero en la salida desde atrás. Rochina, de hecho, ya terminó en labores de segundo pivote junto a Luis Milla ante Osasuna o Getafe, cuando se remaba contracorriente para empatar al final. Rochina, de hecho, también oposita al puesto de mediapunta al retrasarse a Montoro, aunque en la última jornada su entrenador prefirió una doble punta con Jorge Molina junto a Luis Suárez.
Robert Moreno ya advirtió en comparecencias de prensa anteriores que tiene muy en cuenta a los futbolistas del filial y que el equipo «seguiría siendo competitivo» con ellos. Ayer, con ocho bajas en el entrenamiento al quedarse en el gimnasio Rochina y Quini algo sobrecargados y acudir Machís a prestar declaración por un presunto delito de lesiones, el entrenador promocionó a Pepe, Butzke y Martín Solar junto al ya habitual –y estrenado en Primera– Raúl Torrente. Solar, mediocentro santanderino de 21 años, lo ha jugado prácticamente todo con Torrecilla en el Recreativo y destaca por su buen pie y sentido táctico. No debe descartarse su convocatoria.
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