«Viene gente que pregunta si puede entrar a vivir con ellos»
Son parejas o grupos de amigos o conocidos que, según los vecinos, «tienen la misma mentalidad y estilo de vida»
Quienes conviven a diario con los okupas del bloque de Cuesta Gomérez coinciden en lo mismo: los moradores cambian habitualmente y se trata de personas ... jóvenes que entran y salen continuamente de las instalaciones. «No tienen ningún problema en dejarse ver o enfrentarse a algún vecino», dicen.
Se refieren a ellos como «'punkys' del siglo XXI», porque, por sus rostros, «los okupas ni siquiera habían nacido en esa época». Los ven 'convivir' en la zona. Sacar a pasear a sus perros, tender en los balcones que dan a la calle principal e incluso ofrecer partes de las instalaciones como si fuesen un alquiler. «Viene gente interesada que pregunta si puede vivir con ellos», aseguran.
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No saben bien a qué se pueden dedicar, pero no aprecian ningún horario establecido en sus jornadas. «Salen a pasear a sus mascotas a las cuatro de la mañana», cuentan.
Son parejas o grupos de amigos o conocidos que, según los vecinos, «tienen la misma mentalidad y estilo de vida». No son familias ni superan los 40, y salen a pie o en bicicleta, sobre todo, cuando los ven ir a hacer la compra. «Intentamos evitar el contacto visual con ellos, aquí nadie quiere problemas ni que se nos acuse de chivatos», relatan los vecinos.
Afirman que en el interior no hay agua y se sorprenden de la vida en comunidad que hacen, sin atreverse a determinar la cantidad de personas que puede haber hospedadas en los cinco pisos que están okupados en el edificio.
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