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El tren que tardó 1.328 días en partir
Granada sale del aislamiento ferroviario con un tren que invierte cinco horas hasta Madrid
Eran las seis y media de la mañana. Noche aún cerrada en Granada. Frío. En la estación de Andaluces -dicen que de las más bellas ... de España por las impresionantes vistas de Sierra Nevada- un señor trajeado irrumpía en el muelle tirando de un 'trolley'. Se dirigía con prisa hacia la cabeza del Talgo estacionado en el andén número dos. El señor trajeado se llama Julio Marín. Un experimentando maquinista con cuarenta años de trayectoria y decenas de miles de kilómetros a sus espaldas. El Talgo, con capacidad para 220 viajeros, es el tren que, una hora después, sacaría a Granada de un vergonzante aislamiento ferroviario que ha durado casi cuatro años (1.328 días con sus 1.328 noches para ser exactos).
Julio atendió al periodista. «Estas máquinas ya las hemos operado aquí, en Granada, hace cuatro años». «Son convoyes confortables, con buenas prestaciones y relativamente rápidos para ofrecer un buen servicio», agregó. «¿Y qué se entiende por 'relativamente rápidos'?, le inquirió el plumilla al tratarse de un trayecto, hasta Madrid, que precisa cinco horas y ocho minutos. «Puede circular a 160 kilómetros por hora», respondió , «aunque todo depende de las circunstancias de la vía». Y así terminó la conversación con Julio. Y así empezó la cuenta atrás para las 7:35 horas de un lunes 26 de noviembre de 2018. La hora y el día marcados por Renfe -ergo por el Ministerio de Fomento- para que Granada tuviera conexión ferroviaria directa con la capital tras la rehabilitación de la línea por Moreda, clausurada precipitadamente un 5 de abril de 2015 so pretexto de que el AVE estaba ya a la vuelta de la esquina.
Mientras tanto, los viajeros más madrugadores llegaban también a Andaluces -en total se cubrieron la mitad de las plazas-. La mayoría eran ajenos a la trascendencia del viaje que estaban a punto de emprender. Como Adrián Brocos (25 años), residente en Santiago de Compostela y que había pasado unos días en Granada junto a su amiga Andrea. «Cuando miré en la web vi que era el único tren en que no hacía falta coger un autobús», comentó. «Me costó veinte euros en oferta», agregó. Después de arribar a Madrid, al bueno de Adrián le quedaban otras ocho horitas de propina hasta Santiago. Cerca de Adrián estaba Dania Díaz, maga de profesión y que el pasado fin de semana recaló por estos pagos con motivo del festival Hocus Pocus. «Pues mira que he venido convencida de que una parte del trayecto la tenía que hacer en autocar, y me he llevado la sorpresa de que no», señaló con alivio. Unos metros más allá, Elena, que regresaba a Madrid después de pasar unos días con su hija en Granada, observaba el revuelo de cámaras y micrófonos. Normalmente se traslada hasta Granada en bus, pero esta vez cambió. «Es vergonzoso que Granada lleve cuatro años así», afirmó sin pelos en la lengua. «Ahora lo que hay que mejorar son los tiempos, que cinco horas son demasiadas».
Entre los pasajeros, algunos ilustres como los parlamentarios socialistas Elvira Ramón y Gregorio Cámara, dando ejemplo y dejándose ver. «Lo que se pone de manifiesto es que el Gobierno del PP mentía cuando decía que no se podía poner en marcha este tren, y el Gobierno del PSOE ha tardado sólo unos meses en hacerlo», aseguró la primera. «El ministro Ábalos ha demostrado una enorme capacidad de trabajo y sobre todo una gran sensibilidad para realizar la reconexión con Madrid casi inmediata», espetó el segundo. Respecto a la posibilidad de que desaparezca este servicio cuando el AVE comience a 'volar' en junio, Elvira Ramón se despachó con un «es probable que puedan coexistir, pero el tiempo lo dirá y también la competitividad». En idénticos términos se expresó su compañero en el Congreso de los Diputados: «El Gobierno lo estudiará y hará lo mejor para el interés de la provincia y de las comunicaciones ferroviarias».
Y es que frente a la euforia del momento, las dudas respecto al mantenimiento de una alternativa al AVE más económica. Los portavoces de Marea Amarilla, todos sin excepción, abogaron por que perviva 'sine die' el enlace por Talgo a través de Moreda. También todos sin excepción recalcaron que, después de muchos años y muchas manifestaciones, lo de Moreda se había logrado, pero que ahora quedaban otras tres reivindicaciones, dos 'históricas' y una nueva. Las históricas, el soterramiento de las vías del AVE y la variante de Loja. Y la nueva, la reapertura de la línea Guadix-Baza-Almendricos, «importante para desarrollar una comarca muerta desde que quitaron el tren en 1985», comentó Francisco Rodríguez, portavoz de la Plataforma la Rosaleda.
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