Un transportista, una ama de casa, un constructor y un funcionario se sacuden las deudas

Según ha explicado a IDEAL su abogada, Cristina de Santiago Rodríguez, las deudas provenían de un bar que él le quiso montar a su expareja. M. R. pasaba mensualmente a su entonces compañera el dinero que hacía falta para pagar a los proveedores y empleados del negocio, pero, al parecer, esta «lo destinaba a otros fines».

Solo cuando la pareja rompió, M. R. fue consciente de los impagos y para entonces la deuda alcanzaba cifras que eran inasumibles para él. A partir de ese momento comenzó el calvario para este granadino, un calvario que ha durado 13 años.

Uno de los requisitos que la Ley de Segunda Oportunidad exige para exoneración de las deudas es que el deudor lo sea de buena fe. Por eso , desde el bufete de esta letrada, Santiago Abogados, se expuso con detalle la situación y finalmente el juzgado mixto de Órgiva (antes eran competentes los juzgados de Primera Instancia) le ha concedido el perdón de las deudas.

«Gracias a la Ley de Segunda oportunidad, M. R. dejará de ser moroso y podrá volver a empezar su vida desde cero. Por fin, ha acabado con la lacra de ser deudor durante 13 años por circunstancias totalmente ajenas a él», indica su abogada, que desvela que su cliente ha estado todo este tiempo en una situación muy desesperada.

«Con la Ley de Segunda Oportunidad se puede conseguir hasta el completo perdón de las deudas, siempre que se den una serie de requisitos», recuerda Santiago, para precisar que pueden acceder a esta salida «tanto empresarios como autónomos, como cualquier persona que arrastre deudas por el motivo que sea».

El caso de M. R. no ha sido el primer perdón de deudas que ha conseguido el bufete de esta letrada. Hace unos meses, logró que el Juzgado número 2 de lo Mercantil de Granada perdonara a una ama de casa que arrastraba deudas por negocios de su familia por un valor de casi 400.000 euros. «Abonando solo 6.000 euros podrá verse exonerada de casi 390.000 euros de deuda. Sin duda, la vida ha vuelto a sonreír a esta clienta», comenta la jurista.

También ha llevado Santiago el caso de un empresario de la construcción que arrastraba una deuda de 65.000 euros desde la crisis de 2008, cuyo principal acreedor era la Seguridad Social. En este asunto de igual modo se consiguió el perdón de la totalidad de la deuda.

Uno de los últimos casos de exoneración de deuda pasó por la mesa del juez de lo Mercantil 2 de Granada a finales del pasado mes de abril. Se trata de otro granadino que, endeudado por los préstamos, se encontró en un callejón sin salida tras su ruptura matrimonial. En su caso ha conseguido el perdón de cerca de 106.000 euros (105.850,58)

Este ciudadano ha estado representado por el letrado especializado en Ley de Segunda Oportunidad Rubén Moreno Castro y había sido en los últimos años cuando había acumulado diversos créditos junto a su exesposa en sociedad de gananciales.

«El divorcio y las obligaciones derivadas del mismo imposibilitaban el pago con regularidad de la deuda, que sobrepasaba los ingresos su salario. La imposibilidad del pago de las cuotas de los préstamos y la falta de liquidez le impulsaban a solicitar más crédito para subsistir, haciendo cada vez más insostenible la situación económica aún tratándose de un trabajador funcionario», explica el abogado.

Este letrado estudió su situación económico-patrimonial y se solicitó la declaración de concurso voluntario «con la especialidad que establece la nueva Ley Concursal (...) de concurso sin masa». El desenlace fue un auto que le ha devuelto la tranquilidad y la posibilidad de volver a empezar con el marcador a cero.