La terraza única de Granada que te lleva a comer por toda Andalucía
La terraza del hotel Villa Oniria es uno de los oasis urbanos de Granada. Al traspasar sus puertas bajan las pulsaciones y su oferta gastronómica permite viajar por las ocho provincias andaluzas
Un menú degustación de ocho pases que nos permite recorrer Andalucía entera, desde Almería hasta Huelva, sin movernos de Granada. Es la nueva propuesta del ... restaurante Onírico, enclavado en el popular Hotel Villa Oniria, en el corazón de Granada. Se sitúa en un palacete del siglo XIX de estilo neoclásico, bellamente rehabilitado, y consta de 32 habitaciones y spa.
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El jardín de Villa Oniria es un oasis urbano que permite tomarse un respiro en el día a día. Y es que, con sólo traspasar las puertas que se abren a su terraza, baja la temperatura, bajan las pulsaciones y baja la tensión. Su gran palmera icónica, el runrún del agua de la fuente, la vegetación y el mimo y el cariño con que se cuida cada detalle hacen que el tiempo se ralentice, que pase más despacio y todo se sienta con más intensidad.
Tanto la terraza como el comedor de Villa Oniria ofrecen un entorno privilegiado para disfrutar desde un sencillo aperitivo, una cerveza, un vermú o una sangría fresquita, ahora que nos derretimos de calor; hasta un menú ejecutivo que, de martes a viernes, ofrece dos primeros, dos segundos y dos postres a elegir por 28 euros, un precio imbatible. O su carta, amplia y variada.
Hablamos con Daniel Martín-Calpena Miranda, jefe de sala y metre de Onírico desde junio de 2024, hace un año, pues. «Queremos animar al cliente granadino a que venga y disfrute de Onírico y de nuestra terraza. Tenemos unas propuestas gastronómicas de altísima calidad y a un precio muy competitivo. Además, es un entorno estupendo para un café o para esa coctelería que vamos adaptando a las temporadas. Y tenemos vinos para copeo muy interesantes. Que la gente no tenga miedo o reticencias. No es un sitio elitista, sólo para personas de alto poder adquisitivo ni privativo para clientes alojados en el hotel. Queremos que se abra a la calle, a toda Granada, que no se sienta hermético».
Lo que hace diferente a la propuesta de Onírico, lo que le da un plus singular cargado de evocaciones viajeras y culturales, es su menú degustación, 'Viaje Andalusí', que invita a recorrer toda Andalucía a través del sabor. Lo ha creado el jefe de cocina, Luis Díaz, consta de ocho pases, uno por provincia, y va maridado con ocho vinos diferentes, todos andaluces, con especial atención a los granadinos.
Siguiendo un estricto orden alfabético, el viaje comienza en Almería, con uno de sus tradicionales chérigan. Se trata de un buñuelo aireado relleno de huevo acompañado de ajo negro y panceta ibérica. En este caso y para abrir boca, se marida con un vermú clásico.
En Cádiz disfrutaremos de una versión muy especial de su igualmente famosa tortillita de camarones, pero presentada en forma de flor, y en Córdoba encontraremos una mazamorra con yema de huevo curada en soja y pan de aceituna negra y sardinas ahumadas. «La clave de este menú radica en que nuestro jefe de cocina versiona cada una de esas recetas clásicas a su manera, dándole su toque personal, lo que lo hace único», explica Daniel, que ha seleccionado cada vino del maridaje.
Granada nos ofrece nada menos que la quisquilla de Motril acompañada de agua de tomate mar azul ahumada y cherry confitado y en Huelva podremos disfrutar de los tallarines de choco acevichados con patatas y su guiso. «En la parada granadina del menú aprovechamos esos tomates exquisitos de las cooperativas de nuestra Costa Tropical, que están haciendo un trabajo excelente, además de la siempre exquisita quisquilla», dice el metre de Onírico.
Jaén está presente con sus albóndigas de conejo con su guiso y andrajos fritos y Málaga, con el chivo al ajillo en baja temperatura sobre crema de ajo asado y milhojas de patata. La parte dulce la pone Sevilla con su muy 'semanasantera' y universal torrija bañada en vino dulce con helado de vainilla.
Es muy de alabar este tipo de iniciativas que apelan a la cultura gastronómica de cada provincia andaluza. Tienden puentes y permiten conocer y descubrir productos propios de la tierra, como ese chivo malagueño o el choco onubense. Recetas clásicas populares como el chérigan almeriense o históricas, como la mazamorra cordobesa; reinterpretadas en clave de cocina contemporánea. Entre las bodegas granadinas cuyos vinos protagonizan el maridaje: Vilaplana, Vertijana y Haza del Lino. Por 70 euros, incluido el maridaje, es una propuesta excelente.
Comer a la carta
El restaurante Onírico, además de este menú degustación que permite profundizar en el conocimiento de la Andalucía gastronómica, ofrece una carta con propuestas que también apelan al terruño y al territorio. Por ejemplo, los corazones de alcachofa confitados con huevo y quisquillas de Motril. Un mar y vega de lo más singular. El pulpo al carbón mira a las Canarias, que va con papas 'arrugás' y selección de mojos.
Hay degustación de aceites y tablas de quesos de aquí y allá, con referencias granadinas como la de Collados Quesería. Y de los mares, rodaballo asado sobre gazpachuelo ibérico con guiso de trompetas de la muerte y ñoquis trufados; salmonete al horno sobre mole poblano de espinas, crema agria, esponjas de maíz y encurtidos y un bacalao muy especial: confitado al jengibre con pilpil de kodium y caviar de algas. Además, cuatro modalidades de arroces, para los amantes de las paellas. Y los postres, muy divertidos, como el trampantojo del cigarro y el cenicero.
Restaurantes de hotel
Hablábamos al principio de este reportaje con Daniel Martín-Calpena de la importancia de que la clientela granadina no le tenga miedo a entrar a Onírico. Él, que ha tenido una larga trayectoria en establecimientos muy diversos, de La Castellana a Gondoliere, pasando por Bar FM, tiene claro que la propuesta de los restaurantes de hotel es muy interesante. «Ahora mismo, de los mejores servicios tanto de cafetería como de restauración, se dan en hoteles. Los trabajadores que están contratados ahí son grandísimos profesionales y los estándares de limpieza y servicio son altísimos. La atención es muy esmerada, tranquila y pausada, hay más espacio entre mesas y es todo más distendido», nos dice el metre de Onírico, uno de los restaurantes de Granada con una propuesta gastronómica que invita a conocer en profundidad la historia de la cocina andaluza con raíces y tradición.
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