La tromba del sábado fue «extrema» pero no insólita, según los expertos

El sábado, cuando hubo inundaciones en diferentes pueblos de la provincia, carreteras y balsas de agua en la A-92, que permaneció cortada durante varias horas a su paso por Santa Fe, en el aeropuerto se contabilizó la mayor cifra en un día en un mes de septiembre –que no en el resto de meses del año– desde que se tienen datos en este observatorio concreto. En meses como noviembre, diciembre, octubre o junio esa cantidad de casi cuarenta litros se ha superado varios años. «No es insólito para el aeropuerto», indica Sánchez-Laulhé.

En este mismo mes de septiembre, en otros observatorios meteorológicos de la provincia, como el de la base aérea de Armilla, el día 8 se anotaron 45 litros por metro cuadrado. El día 14 cayeron 39,1 litros.

En Granada, en Cartuja, fueron 25,2 litros por metro cuadrado el día 8, y 23,4 litros el día 14. La tromba de agua que cayó el día 8 en gran parte de la provincia ocasionó numerosas inundaciones de viviendas en la capital y en 23 municipios del Cinturón Metropolitano como Ogíjares, Gabias, Churriana, Armilla, Pulianas, Maracena, Albolote o Jun, entre otras.

Sobre los fenómenos meteorológicos del pasado sábado, el portavoz de Aemet en Andalucía advierte de que fueron precipitaciones «intensas» para esta época del año pero insiste en que esta cantidad de agua «no es insólita, aunque sí extrema». Anota, además, que estas fuertes lluvias suelen hacer acto de presencia en Granada cada cierto tiempo, una media de cada cuatro o cinco años en meses diferentes a septiembre, normalmente

En Granada ha estado casi cuatro meses sin llover este año 2019. En el aeropuerto, antes del episodio de este sábado, las mayores cantidades por metro cuadrado en 24 horas se recogieron el día 20 de enero, cuando la Aemet apuntó 26,7 litros por metro cuadrado, y en abril, el día 18, que fueron 23,4 litros.

Leonardo Nanía, profesor titular de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Granada (UGR), analiza que fue un temporal «no excepcional», ya que, por ejemplo, con los datos de la estación meteorológica del aeropuerto de Granada, con datos desde 1972, es decir 47 años, el valor de 39,6 mm, –es equivalente a litros por metro cuadrado– en un día corresponde a una probabilidad de excedencia del 25% en cada año (existe una probabilidad del 25% de que sean mayores a ese valor cada año), es decir, un período de retorno de cuatro años.

En cuanto a la preparación de infraestructuras, el especialista argumenta que las grandes, es decir, autopistas y carreteras importantes, etc, en «teoría deben diseñarse para resistir temporales de una probabilidad de excedencia de 0.2% en cada año o 500 años de periodo de retorno. En cambio, las infraestructuras de drenaje de las ciudades se suelen diseñar para resistir temporales de una probabilidad de excedencia del 4 al 10% (10 a 25 años de periodo de retorno)».

«Todos los proyectos de infraestructuras incluyen estudios de pluviometría y climatología en general, es decir, que se sabe lo que espera para cada probabilidad de ocurrencia, pero para que los datos de pluviometría sean representativos deben tener registros de 20 años como mínimo ininterrumpidos, es decir, midiendo la lluvia diaria todos y cada uno de los días», aclara Leonardo Nanía.

Los temporales, aunque puedan abarcar una superficie muy grande como la de la pasada DANA, pueden tener una variabilidad espacial muy importante. «Por ejemplo, si el día 14 se registraron en el aeropuerto de Granada 39,6 mm en todo el día, en Cartuja se recogieron 23,4 mm y en Víznar, sólo 18 mm. Además, la variabilidad en el tiempo también es importante, por ejemplo, de los 39,6mm caídos en el aeropuerto de Granada durante todo el día 14, 33,3mm cayeron desde las 6.00 hasta las 12.00 horas», puntualiza.

Sobre la limpieza de ramblas y preparación, dice que «es cierto que los 39,6 mm es el máximo que se ha registrado en septiembre en el aeropuerto de Granada (anterior récord, 37,1mm el 28-09-2012), pero en octubre fue de 52,6mm (25-10-2012) y el máximo anual –referencia a un día en un mes– se ha recogido en junio de 1986, el día seis concretamente, con 68,2mm en un día».

Así las cosas, valora que «aparentemente este temporal, aún sin ser el más extremo, sí se ha presentado de manera temprana (aproximadamente un mes antes de lo normal) y eso puede haber hecho que no haya habido tiempo de prepararse (limpieza de cauces y ramblas, etc)».

Por su parte, Juan de Oña, catedrático del departamento de Ingeniería civil de la institución universitaria granadina, argumenta que toda obra debe incluir en su proyecto un periodo de retorno en el que se tengan en cuenta las lluvias. «Tanto en la fase de proyecto como en la construcción se debe cumplir la normativa», arguye.