Cien kilómetros de caminos rurales dañados en Huéscar y 20.000 pollos muertos en Benamaurel
El panorama es desolador en los pueblos de Baza y Huéscar con más de cuatrocientas hectáreas agrícolas arrasadas
Cuatrocientas hectáreas de fincas agrícolas sembradas de tomates, pepinos, melones, brócoli y hasta piña han quedado enterradas bajo el lodo en los pueblos de las ... comarcas de Baza, Huéscar y Alhama. Es la primera estimación oficial de daños en el campo que ofrecía ayer la Junta de Andalucía, que tiene a los técnicos de las oficinas comarcales agrarias sobre el terreno echándole números al desastre que ha dejado a su paso por Granada la llamada 'dana'.
En el caso de Almería el presidente de la Junta, Juanma Moreno que visitó la zona damnificada cifraba ayer en dos mil las hectáreas agrícolas arruinadas. Estas 400 hectáreas afectadas tampoco son la mayor desgracia que soporta el campo granadino en los últimos años. Por tener una referencia, las riadas de marzo de 2018 dejaron más de mil hectáreas de cultivos asolados por las inundaciones en la Vega de Granada y la comarca del Poniente.
Sin embargo, más allá de las comparaciones, no hay consuelo en la zona norte, donde ayer seguían los técnicos de las oficinas agrarias junto a la delegada territorial de Agricutura, María José Martín, visitando hasta la última finca para hacer recuento de daños y dar esperanza a los afectados de que contarán con ayudas por parte del Gobierno andaluz. Según explicó Martín, el consejo de gobierno aprobará hoy martes las primeras ayudas de emergencia para paliar los daños del temporal, que tendrán tres líneas dedicadas a los Ayuntamientos, para que afronten las facturas de reperación de daños y limpieza, otra para agricultores y una tercera para infraestructuras.
Baza
En materia agrícola, según el balance que ofreció la delegada, ha sido la comarca de Baza la que se ha llevado la peor parte a consecuencia de la crecida del río que dejó a su paso 150 hectáreas de cultivos hortícolas anegadas entre los municipios de Baza, Caniles, Cúllar, Benamaurel, Zújar y Cortes de Baza.
Los cortes de luz asociados al temporal provocaron además un auténtico desastre en una granja avícola de Benamaurel, en la que fallecieron por asfixia 20.000 pollos que pesaban ya hasta tres kilos y estaban listos para su venta. Las instalaciones estaban totalmente informatizadas y al cortarse la electricidad fallaron los sistemas y no saltaron las alarmas, lo que causó la muerte de los animales. «Además hay graves daños en infraestructuras de comunicaciones por la crecida del río Baza y sus afluentes, como caminos rurales, vías pecuarias y ramblas que aún no se han podido estimar», apuntó la delegada.
Tan solo los que han contabilizado ya suman más de cien kilómetros de la red de caminos rurales afectada. En la comarca de Huéscar han sufrido daños Castilléjar, Castril, Huéscar, Galera, Orce y Puebla de Don Fadrique. Tan solo en Orce hay más de 25 kilómetros dañados y en la rambla del río Galera se han anegado los márgenes a lo largo de 25 kilómetros.
En La Puebla de Don Fadrique, según el balance de la Junta, hay 23 kilómetros de caminos destrozados, 12 en Galera, 20 y 21 en Castilléjar y Castril... «Pero además en la comarca de Alhama la noche del sábado 14 al domingo se produjeron tormentas de granizo que han afectado a las localidades de Alhama, Zafarraya y Jata con una extensión de 55 hectáreas de hortícolas, tomate y calabacín, afectadas», añadió la delegada. La rambla de Fuencaliente, que ha sufrido daños al quedar completamente anegada y el desplome del techo de una nave son otros de los destrozos que ha incluido en su informe la oficina de Huéscar.
Los primeros en Las Gabias
El Ejecutivo autonómico todavía no ha hecho una cuantificación económica de los daños, pero están trabajando en ello y según anunció el presidente de la Junta en su visita a Almería en los próximos días habrá «una aproximación». «La queja general que me han transmitido los alcaldes de estas zonas y afectados sobre el terreno es que las ramblas competencia de CHGno se encontraban limpias», incidía ayer la delegada de Agricultura de la Junta. Una queja que ya expresó Meri Sádaba, la alcaldesa de Las Gabias, que ayer volvió a remitir un escrito a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para reivindicar la limpieza urgente.
Los primeros vecinos –una veintena–pasaron ayer también por la oficina municipal que ha abierto el Ayuntamiento gabirro para contabilizar los daños. La factura municipal que han dejado las primeras actuaciones de limpieza y emergencia para desatrancar la red –para lo que hubo que contratar camiones y máquinas privadas– asciende a más de 20.000 euros a los que la alcaldesa espera a hacer frente gracias a las ayudas de la Junta.
Los que, por el momento, también están asumiendo la limpieza de las playas –que el domingo amanecieron repletas de residuos por los arrastres– son los ayuntamientos de Albuñol, Polopos-La Mamola, Sorvilán y Torrenueva Costa se han visto afectados en mayor o menor medida.
«Cuando pensábamos que el temporal no nos iba a tocar esta vez, nos hemos encontrado con esta sorpresa», comentaba ayer la presidenta de la Mancomunidad de la Costa, María José Sánchez, también alcaldesa de Albuñol, que recordaba lo que ocurrió en 2015, cuando las ramblas de su municipio se desbordaron y hubo incluso que lamentar daños personales.
«Todos intuyen que la suciedad llega procedente de la zona de Almería. Por mis ramblas no hay ni una gota de agua», aseveró la alcaldesa. Y es que en la Costa la lluvia no se ha asomado esta semana. La Junta apunta que los cañaverales y los residuos que plagan las orillas del litoral granadino proceden de las riadas y el efecto de la tormenta de San José, Níjar y Adra.
Balance
En materia agrícola, según el balance que ofreció la delegada, ha sido la comarca de Baza la que se ha llevado la peor parte a consecuencia de la crecida del río que dejó a su paso 150 hectáreas de cultivos hortícolas anegadas entre los municipios de Baza, Caniles, Cúllar, Benamaurel, Zújar y Cortes de Baza.
Los cortes de luz asociados al temporal han dejado graves pérdidas económicas en explotaciones ganaderas. «Además hay graves daños en infraestructuras de comunicaciones por la crecida del río Baza y sus afluentes, como caminos rurales, vías pecuarias y ramblas que aún no se han podido estimar», apuntó la delegada.
Tan solo los que han contabilizado ya suman más de cien kilómetros de la red de caminos rurales afectada. En la comarca de Huéscar han sufrido daños Castilléjar, Castril, Huéscar, Galera, Orce y puebla de Don Fadrique. Tan solo en Orce hay más de 25 kilómetros dañados y en la rambla del río Galera se han anegado los márgenes a lo largo de 25 kilómetros.
En La Puebla de don Fadrique, según el balance d ela Junta hay 23 kilómetros de caminos destrozados, 12 en Galera, 20 y 21 en Castilléjar y Castril...
«Pero además en la comarca de Alhama la noche del sábado 14 al domingo se produjeron tormentas de granizo que han afectado a las localidades de Alhama, Zafarraya y Jata con una extensión de 55 hectáreas de hortícolas, tomate y calabacín, afectadas», añadió la delegada. La rambla de Fuencaliente, que ha sufrido daños al quedar completamente anegada y la caída del tecno de una nave en Juécar son otros de los destrozos que ha incluido en su informe la oficina de Huéscar.
Los primeros en Las Gabias
El Ejecutivo autonómico todavía no ha hecho una cuantificación económica de los daños, pero están trabajando en ello y según anunció el presidente de la Junta en su visita a Almería en los próximos días habrá «una aproximación».
«La queja general que me han transmitido alcaldes de estas zonas y afectados sobre el terreno es que las ramblas no se encontraban limpias», incidía ayer la delegada de Agricultura de la Junta. Una queja que ya expresó Meri Sádaba, la alcaldesa de Las Gabias, que ayer volvió a remitir un escrito a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para reivindicar la limpieza urgente. Los primeros vecinos –una veintena–pasaron ayer también por la oficina municipal que ha abierto el Ayuntamiento gabirro para contabilizar los daños.
La factura municipal que han dejado las primeras actuaciones de limpieza y emergencia para desatrancar la red –para lo que hubo que contratar camiones y máquinas privadas– asciende a más de 20.000 euros a los que la alcaldesa espera a hacer frente gracias a las ayudas de la Junta.
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