La plataforma en contra de las torres del Valle de Lecrín se ilusiona ante la opción de cambiar el trazado
Este movimiento social, que pide que la línea de alta tensión evite esta zona, recuerda que es la Junta la que debe autorizar el proyecto
Ellos saben que es la lucha contra un «gigante» y no se vienen abajo. Hace un año, se veían con casi todo perdido. Ahora ven ... la luz... que se aleja. La plataforma 'Di no a las torres', que se opone al paso de una línea de alta tensión por el Valle de Lecrín, ha ganado un poco de oxígeno, una pequeña batalla, después de conocer que este gobierno de la Junta de Andalucía –que es la que dará la autorización para construirla– opta por evitar la polémica y quiere que esta 'autovía' bordee la comarca que no la quiere.
La Junta ha dicho que es Red Eléctrica Española, la empresa que la construirá, la que tiene que presentar otro recorrido, que ellos apoyarían. Ahora habrá que saber si REE está dispuesta a desplazar esos 29 kilómetros de línea por el Valle.
La empresa que construirá la línea de 220 kilovoltios entre Benahadux y el Fargue, pasando por el Valle de Lecrín, conoce que la Junta de Andalucía le ha pedido ahora que busque un trazado alternativo para evitar esta comarca y la polémica suscitada.
La tramitación está ahora en Medio Ambiente. La plataforma ha presentado más de 4.000 alegaciones con las que consideran que podrían tumbar la línea por el Valle de Lecrín, pero claro, prefieren no llegar a este punto y que sea la empresa la que opte por otro recorrido que evite esta zona que vive, según comentan los autóctonos, de su paisaje libre de torres. «Estamos todos optimistas al conocer que la Junta quiere que se cambie el trazado... al final, es la que tiene que dar el permiso», expresa en representación de la plataforma Rosemary Vargas.
Vargas cuenta que la infraestructura que proyecta REE «no tiene como objetivo distribuir energía eléctrica», y por lo tanto, «no puede resolver los problemas de conexión del área norte de Granada Metropolitana ni tampoco proveer de luz al Valle, que, por lo demás, no tiene problemas de abastecimiento». La representante de la plataforma resalta que es fundamentalmente una red de transporte de energía eléctrica «al servicio de la planificación de REE, compañía privada en un 80%. Es importante señalarlo porque ya se nos ha acusado de no ser 'solidarios'». Además a Rosemary Vargas le sentó mal el planteamiento simplista que hizo la empresa cuando les explicó el proyecto. «Poco menos que nos dijeron que si no teníamos esa luz no íbamos a poder usar el microondas», anota con enfado.
La plataforma indica que la pelota está en el tejado del gobierno andaluz. «Está claro que REE es quien tiene que proponer trazados alternativos puesto que es ella quien tiene la competencia técnica para hacerlo, pero los permisos están finalmente en manos de la Junta y de las consejerías pertinentes. Son ellas las que tienen que evaluar si el proyecto y el estudio de impacto ambiental que ha presentado la empresa se ajusta o no a la normativa vigente a todos los niveles», algo que la plataforma cuestiona y que ha expresado en sus alegaciones que tienen que ver con la forma de tramitación del proyecto. Rosemary Vargas cuenta que en breve tendrán una reunión con la delegación de Medio Ambiente para seguir con su lucha. «No queremos que este Valle se convierta en un paisaje industrial trufado de torres e instalaciones eléctricas de todo tipo que lo destruirían irreparablemente», apunta la representante de esta plataforma, formada por vecinos, ayuntamientos y negocios que rechazan la instalación de esta 'autovía eléctrica' por el corazón del Valle de Lecrín.
Contentos están también los ayuntamientos que se niegan a que la línea cruce el Valle de Lecrín. Afecta, directa o indirectamente, a ocho municipios. «Es una buena noticia. Estamos mejor que hace un año y todos unidos para proteger la comarca de ese impacto», apunta Eladio Delgado, concejal de El Pinar.
También están esperanzados en estos avances los empresarios turísticos, según cuenta Roque López, de la asociación que aglutina a más de 60 negocios. «Nos ha costado mucho trabajo convertir esta comarca en turística y lo que valoran lo que nos visitan es nuestro paisaje que no podría soportar esa invasión», manifiesta este representante del sector turístico del Valle.
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