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Entrada al recinto de la Real Sociedad de Tiro de Pichón, en el pantano de Cubillas. IDEAL
Piden paralizar el tiro al pichón para no asustar a dos niñas refugiadas de Ucrania que llegan a Granada

Piden paralizar el tiro al pichón para no asustar a dos niñas refugiadas de Ucrania que llegan a Granada

Polina y Serafima serán acogidas por una familia que vive en la urbanización del parque del Cubillas, desde donde se oye «el estruendo sin cesar» de los «balazos»

Laura Velasco

Granada

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Viernes, 11 de marzo 2022, 11:32

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Polina y Serafima llegarán previsiblemente este sábado a Granada después de una semana cruzando Ucrania para huir de la guerra. Las acogerá en su casa Macarena Perán, que vive en la urbanización del parque del Cubillas, ubicada muy cerca de la Real Sociedad de Tiro de Pichón de Granada. A 24 horas de recibir a las hermanas, reclama que cese esa actividad, al menos, temporalmente. «Por favor, no recibamos con tiros a dos niñas refugiadas de la guerra», incide.

Según explica, en su hogar se oye un «estruendo sin cesar» con el que conviven, pero que estos días se ha intensificado. «Aunque en su web no indican que haya una competición programada, esta semana se oye la megafonía y los tiros constantes, de 10.00 a 20.00 horas, es horroroso. Nosotros estamos acostumbrados, pero no quiero que las niñas que han pasado tanto horror sean recibidas con este estruendo de los balazos. Pido por favor que me apoyen y hagan que este sábado y domingo no se celebre el campeonato si lo hay», reclama. Macarena ha dirigido su petición a la entidad responsable, al Ayuntamiento de Atarfe y Albolote y a la Diputación de Granada.

La historia de las hermanas ucranianas es, como todas las de los refugiados, dramática. Una de ellas tiene 11 años y la otra 18. Se da la circunstancia de que el hijo de Macarena estuvo de Erasmus en Polonia el pasado año y coincidió con la mayor. Más que amigos eran conocidos, pero hace unos días recibió un mensaje de la chica diciéndole que estaban bombardeando su ciudad. «Le preguntó que si podía venir a casa y le dijimos que por supuesto que sí. Salió con su hermana y llevan una semana durmiendo en el suelo con mantas», lamenta Macarena, que espera que en Granada disfruten por fin de la paz que merecen.

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