La pastelería que hace las palmeras más especiales de Granada: «Creamos ilusiones»

A diferencia de otras pastelerías, en este establecimiento trabajan en función al cliente y no al revés. «Hacemos lo que la gente nos pide, que puedan llevarse lo que buscan», cuenta a IDEAL Andrea, que define a su pastelería como «un creador de ilusiones». «Tenemos el obrador a las espaldas de la pastelería y eso nos permite mimar al cliente, que se lleva lo que quiere y recién hecho», una tarea que es bastante estresante, pero también gratificante, «que es de lo que se trata al final».

La pastelería abrió sus puertas en el año 1999 y por entonces Manolo se encargada de hacer todo. Fue a partir de 2008 cuando Andrea se incorporó también al negocio. «Tenía muchas ideas en la cabeza y empezamos a ofrecer una atención más personalizada al cliente, lo que transformó a la pastelería». Cada uno se ocupa de una parcela de la pastelería: Manolo en el obrador y Andrea en la tienda. Y desde entonces no paran de cosechar éxitos.

«Aquí preparamos todo de manera artesana, desde el inicio hasta el final. Esa es la clave, por eso el resultado es tan bueno», explica Andrea. De hecho, muchos de sus clientes les suelen decir que sus elaboraciones son «como las de antes» porque ofrecen resultados muy diferentes de los dulces industriales que hay en la mayoría de sitios en la actualidad.

Sus especialidades son las tartas y las palmeras, siendo estas últimas posiblemente el producto que más vendan cada día, ya que venden más de 100 unidades con facilidad. Pero no solo venden la palmera de chocolate tradicional, sino que van un paso más allá y la ofrecen de diferentes tamaños, con coberturas distintas y hasta rellenas. «Al final las palmeras se han convertido en una tarta más y son 100% personalizables». Algo similar a lo que pasa con las tardas, que también gozan de una gran popularidad entre sus clientes.

Sobre las claves de su éxito, Andrea señala que todo tiene que ver con el duro trabajo que hacen cada día y con la maestría de el guapo en el obrador. «Es muy importante que el producto se elabore desde cero y con buena materia prima. Cada vez hay menos empresas que funcionen así porque requiere mucho esfuerzo y horas de trabajo». Sin embargo, a ellos no les pesa: «Aunque es estresante, es muy bonito a la vez. Nos da muchísima alegría ver cómo reaccionan los clientes con nuestros productos».

Son una de las pastelerías más populares de toda la provincia y así se lo hacen ver sus clientes, lo que hace que todo sea más fácil. «La gente valora todo el trabajo que llevamos haciendo durante años. El cariño que nos dan es un premio que nos ayuda a seguir y a sentirnos reconocidos», algo que les ayuda a seguir dándolo todo cada día en su pastelería y les tiene «muy contentos».