Sanidad en Granada

El Pacto de Atención Primaria, a examen

Como primer requisito, el pacto contempla el aumento de la inversión en atención primaria, destinando a la misma el 25% del presupuesto del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La aportación en 2024 ha sido aún mayor, del 36%, en concreto, lo que supone «1.600 millones de euros más que en 2018». Así lo subraya el delegado de Salud y Consumo en Granada, Indalecio Sánchez-Montesinos. «Cada vez es mayor la esperanza de vida, aumentan la cronicidad y los cuidados, y hay que adecuar el sistema», señala.

En este sentido, recuerda que, «a pesar del retraso, se ha acogido esta responsabilidad en momentos muy complicados, pero sin escatimar esfuerzos y con la convicción de que así debe ser». El nuevo modelo de atención primaria, en un continuo con la hospitalaria y la domiciliaria, apuesta por una base amplia y fuerte en la promoción, prevención y educación en salud. «El camino no es que sea largo, es que se hace día a día, reconociendo los resultados y analizando los puntos de mejora, siendo el principal objetivo dar respuesta a la atención de pacientes y profesionales», asegura Sánchez-Montesinos.

Los sindicatos, sin embargo, afirman que la inversión «no se ha destinado a donde realmente hace falta» y que el acuerdo «no se está cumpliendo», motivo por el que ya se han concentrado en múltiples ocasiones en señal de protesta y por el cual incluso se han convocado paros en todos los centros de salud de la provincia. La reordenación de las agendas prevista «no funciona» si para conseguir cita médica, de media, «la demora sobrepasa la semana o los diez días». El acuerdo pretendía que los médicos de familia no superasen las 35 consultas diarias ni los pediatras las 20, y que se dedicara diez minutos a cada paciente.

Los médicos de atención primaria «ven a una media de 42 pacientes cada día y pueden dedicarles 7 minutos como mucho», lamenta la responsable de Sanidad de CSIF Granada, Matilde Núñez. Solo se cubren dos de cada diez ausencias, entre jubilaciones, IT, permisos y vacaciones, por lo que «el 72% de los usuarios tiene que esperar una media de diez días para ser atendido en su centro de salud».

En esos casos, «los pacientes se reparten entre el resto de la plantilla», apunta la secretaria de Sanidad de CC OO, Ana Rodríguez. Una manera de aliviar esa «sobrecarga» es a través de continuidades asistenciales, voluntarias y fuera de la jornada ordinaria. Los médicos de familia atiendan a un máximo de 25 pacientes ylos pediatras, a 20. Como se trata de una decisión propia de cada profesional, explica, «sí se está cumpliendo».

A lo anterior se vincula la incorporación de profesionales para conseguir cupos máximos de 1.300 tarjetas sanitarias en Medicina Familiar y Enfermería, y de 900 en Pediatría. Según ha podido saber este periódico, la media hoy en Granada es de 1.308 personas por médicos de cabecera y de 887, por pediatra. No obstante, todavía no habría «nada negociado». Pero la cuestión de los cupos «no es el único frente abierto». No se han actualizado las carteras de servicios de fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, enfermería escolar, podología... Y tampoco se han revisado los registros de los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) ni se ha mejorado la resolución diagnóstica, advierte Rodríguez. En cuanto a la mejora del modelo de carrera profesional, «se abrió un periodo extraordinario, pero no se está cobrando ni se puede solicitar la carrera solo con servicios prestados».

El Pacto de Atención Primaria incluye medidas para mejorar las condiciones del personal de enfermería, como la integración de 411 enfermeros en las categorías de especialista familiar y comunitaria. Pero las negociaciones «no han arrancado», informa el secretario general de Satse, José Manuel Morales. Según él, ha habido una mesa técnica, pero no se han iniciado las contrataciones ni se ha acordado en qué centros de salud estarían ubicadas. Lo mismo ocurre con la fidelización de los Enfermeros Internos Residentes. Se acordó mejorar sus ofertas tras la especialidad y que cubrieran interinidades vacantes, pero «por ahora, no han mandado el plan».

Continúa en pausa, también, el Plan de Salud Mental que sumaría 69 psicólogos clínicos; 21 psiquiatras; 8 enfermeras; 4 trabajadores sociales, y 4 terapeutas ocupacionales. En la misma línea se mueve la anexión prevista de 40 trabajadores sociales y de 8 coordinadores, así como la incorporación de 411 administrativos, prevista para antes del 31 de diciembre de este año. La mitad tendrían que haber estado en activo antes del pasado 30 de junio y, sin embargo, a mediados de ese mismo empezaron a 'desaparecer' de al menos quince centros de salud de la provincia.

La delegación granadina de la Consejería de Salud aseguró (después de que este periódico informara sobre la situación) que contrataría a nuevos profesionales para cubrir estos puestos, pero en el momento de la publicación de esta información no ha ofrecido nuevos datos al respecto ni se ha pronunciado sobre el resto de cuestiones que los sindicatos aseguran «siguen en el aire».

La situación «más crítica», según los trabajadores, se da en los puestos de difícil cobertura. Aún no se han actualizado, como preveía el pacto, y los ya reconocidos siguen teniendo problemas para encontrar profesionales que quieran residir y ejercer en zonas en las que el acceso y el traslado «no es cómodo», como el Nordeste de Granada. Admiten no saber «qué pasará con esto».

En general, la información sobre el acuerdo es «nula», opina la secretaria de Sanidad de UGT, Isabel López. «La consejería no nos reúne, hay mesas técnicas que no se desarrollan y la atención primaria sigue con los mismos problemas de saturación, retraso y falta de soluciones efectivas», lamenta.

Es el retrato del Pacto de Atención Primaria un año después de su firma. A pesar del aumento de la inversión, 9 de las 11 medidas principales no se cumplen o aún no se han empezado a negociar.