El nuevo fármaco contra el cáncer de mama que mejora la calidad de vida de las granadinas
Se aprobó hace cuatro meses y ya se está administrando; el Clínico ha sido uno de los hospitales españoles donde se ha realizado el estudio clínico previo
Cecilia Laura no sentía que estaba enferma. Le ponían una inyección y se iba a casa, sin dolor, sin cansancio, sin perder el pelo. «La ... gente no se creía que tenía cáncer», cuenta esta granadina, a la que se lo diagnosticaron en la mama izquierda hace un año. Es una de las pacientes que se ha beneficiado de Phesgo, un nuevo fármaco que mejora la calidad de vida y, lo más importante, mantiene la eficacia. Fue aprobado hace cuatro meses y ya se administra en los hospitales granadinos. Da la casualidad de que el Clínico San Cecilio ha sido uno de los centros en los que se ha llevado a cabo el estudio clínico previo, donde 18 pacientes se han beneficiado del mismo.
El nuevo fármaco está indicado para el cáncer de mama HER2 positivo -particularmente agresivo-, que afecta aproximadamente al 20% de los pacientes. Combina dos anticuerpos, Pertuzumab y Trastuzumab, en un único tratamiento subcutáneo, es decir, a través de una inyección. Hasta ahora, los pacientes los recibían por separado de forma intravenosa, un procedimiento que se alargaba normalmente hasta una hora y media. Además de ser mucho más cómodo, cumple una premisa esencial: es igual de eficaz, tal y como se ha demostrado en los estudios clínicos realizados en once hospitales españoles.
Uno de estos centros ha sido el Hospital Universitario Clínico San Cecilio, que lo puso en marcha hace dos años con pacientes que cumplían los criterios de inclusión. «Lo que proponíamos era administrarles el doble anticuerpo de forma subcutánea, sin quimioterapia, y operarlas después. Si en la cirugía no se encontraban células tumorales, entonces no necesitaba recibir quimioterapia después de pasar por quirófano, lo cual es una gran ventaja, porque les evita ese trance», explica Isabel Blancas, jefa de sección de Oncología Médica del Clínico.
En el estudio han participado 18 pacientes, con resultados exitosos. Sus ventajas son incontables: no baja las defensas, no provoca apenas cansancio y tampoco se cae el pelo. «Las pacientes incluso han seguido trabajando y disfrutando de una gran calidad de vida y más tiempo libre, no tenían la sensación de estar tan enfermas. Si algo no iba bien, siempre tenían la posibilidad de pasar a la quimioterapia, pero ellas nunca perdían», apostilla Isabel Blancas, que agradece especialmente la generosidad a estas mujeres, además de a la dirección y gerencia del hospital.
Una de esas 18 mujeres ha sido Cecilia Laura Locatelli, que participó en el estudio previo a la aprobación del fármaco. El diagnóstico se lo comunicaron en octubre del año pasado, cáncer en la mama izquierda. «No sé por qué, pero no me dio ningún ataque, estaba tranquila», reconoce. Le propusieron entrar en el estudio y aceptó. Bendita decisión, porque todo ha sido «más fácil» de lo que esperaba. «Me ponían la inyección cada tres semanas en la pierna y me ha ido súper bien. Nunca me he puesto bótox, pero creo que eso tiene que doler más que lo que me pusieron», bromea. Cecilia Laura podía pasear a los perros o ir al supermercado al salir del hospital.
Cuando llevaba dos inyecciones, el bulto más evidente que veía al mirarse al espejo había disminuido una barbaridad. Al intervenirla quirúrgicamente el pasado 10 de agosto, el tumor se había reducido muchísimo.
Un equipo multidisciplinar
Por su parte, Isabel Castillo, jefa del servicio de Oncología del Clínico, recuerda que el medicamento ya está disponible fuera del estudio clínico para aquellas que cumplen los criterios médicos. Asimismo, afirma que estos avances están respaldados por un Comité Multidisciplinar de tumores de mamá que decide las mejores opciones para las mujeres. «Trabajamos por ellas y procuramos que los tratamientos sean los que más se adapten a su situación. Todas las novedades en medicamentos y cirugía están respaldadas por un equipo que vela por un correcto diagnóstico y seguimiento», concluye.
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